Los Oscar 2016: Entre el clasicismo y la modernidad
- La habitación sorprende y El puente de los espías es una gran película
- Spotlight es una cinta ejemplar y Mad Max es una película trepidante
- Brooklyn es floja y Marte es una película muy entretenida y banda sonora arrebatadora
- El renacido tiene secuencias increíbles pero "le falta alma"
88 edición de los Premios Oscar, y la sombra de la primera edición, aquella que tuvo lugar en 1929, sigue. Me explico (probablemente otra vez). Ya desde la primera edición las decisiones de los académicos son controvertidas. ¿Era Wings mejor que Sunrise? Pues ahí queda eso.
Este año me recuerda a Los Oscar de 2013. Lo digo por las aparentes similitudes que hay entre Lincoln y Bestias del sur salvaje y El puente de los espías y La habitación. Similitudes 'tonales', desde luego, más que formales o temáticas. Me temo que, como aquel año, ni Spielberg va a tener el reconocimiento de la Academia por su portentosa película (ni está nominado a mejor director) ni tampoco La habitación, una estupenda y sorprendente película que compite bajo la bandera de Irlanda. Ojalá me equivoque. Pero me temo que, como diría aquel, “va a ser que no”.
La habitación
Lenny Abrahamson, por La habitación, sí compite a la mejor dirección, aunque tampoco tengo muchas esperanzas de que lo gane.
La habitación es en realidad dos películas. Huye de lo escabroso y lo sensacionalista pudiendo haber caído fácilmente en ello. Y cuenta su historia de forma ejemplar yendo a la esencia, huyendo de trucos que habrían resultado muy fáciles. El protagonista infantil, por cierto, Jacob Tremblay, nos deja sin palabras.
El puente de los espías
¿He dicho ya que El puente de los espías me parece un peliculón? Pues si no lo he dicho ya va siendo hora de decirlo. Y que Tom Hanks cada vez es mejor actor.
Como en Lincoln, Spielberg se entrega a hacer una película didáctica y moral, en los más nobles sentidos de los términos, reescribiendo para el cine la guerra fría y dándonos una lección de historia con mayúsculas. Me temo que no va a ganar. Volviendo a la película con la que la citaba, Room (La habitación) decir que para mi es la sorpresa del año entre las candidatas. La sorpresa para bien, por excelente.
Brooklyn
La sorpresa para mal, por blanda y flojucha, es Brooklyn una película que parece una TV movie sobre la emigración irlandesa a USA en los años 50 del siglo XX.
Más allá de los ojazos de Saoirse Ronan, y el pequeño papel de Jim Broadbent, la película es un relato en modo culebrón de las dificultades de una chica que va a Estados Unidos a labrarse el futuro que su país le niega. Y punto. No sé que hace entre las ocho nominadas a mejor película.
Spotlight
Salvo que... Brooklyn sea el contrapunto amable a Spotlight; en el sentido de la sombra irlandesa en esta gran película de Thomas Maccarthy (director de la para mí maravillosa The station agent). O sea, la trama de abusos sexuales por parte de una vergonzosa cantidad de curas católicos en la muy irlandesa ciudad de Boston.
Más allá de ese dato, relevante, McCarthy nos ofrece una película ejemplar en cuanto a guion, dirección, y actores. Una película que evoca indisimuladamente (¿y qué problema hay en ello?) a Todos los hombres del presidente, en primera instancia, y a otras películas de investigación periodística, desde la ejemplar Deadline USA (El cuarto poder) a la serie de Aaron Sorkin The Newsroom. O sea, una glorificación sin estridencias del trabajo del periodista decente (que es como ha de ser por definición todo aquel que se llame a sí mismo periodista) y lo importante que es para una sociedad que se llame a sí misma libre, contar con su trabajo.
La historia, ya he dicho, la de la vergonzosa trama (pues de trama se trata) de pederastia entre los miembros de la Iglesia Católica en Boston y los nada disimulados esfuerzos por ocultarla. Excelentes actores que me evito enumerar (ya que hay otro apartado para esta categoría), pero sí destaco una frase de un excelente Liev Schreiber: "Para sacar a la luz historias como esta es por lo que nuestro trabajo tiene sentido". Me quito el sombrero. Peliculón.
Mad Max, furia en la carretera
A priori, Mad Max, furia en la carretera y Marte (The martian) cubren "la cuota comercial". Vayamos por partes.
George Miller hace una película trepidante, que reinventa una saga mítica (propia) y que parece dirigida por un joven de 25 años. Pero él tiene más de 70, y hace una película postapocalíptica con mensaje (en el mejor de los sentidos) a la vez que un western postmoderno (en el mejor de los sentidos de la palabrota) brutal, a la vez que una película llena de referencias a universos de los cartoons de la Warner (entre otros).
Ha sido una de las películas del año (para mí también) y Tom Hardy y Charlize Theron lo bordan. O sea, diversión, mensaje, espectadores, espectáculo y experiencia. ¿Se puede pedir más?
Marte
Un podo de todo eso, pero bastante más rebajado es lo que Ridley Scott nos ofrece en Marte, una película muy entretenida (pero mucho) que tiene un cierto aire de comedia (aunque no lo es por más que ganase en los Globos de Oro a la mejor comedia) y una banda sonora arrebatadora (pero claro, poner en ella a ABBA o a David Bowie, lo pone en bandeja).
En fin, yo me lo pasé muy bien en el cine y la he visto un par de veces. Pero (para mí) está a años luz de, por ejemplo, El puente de los espías.
La gran apuesta
Se acerca el final, y he dejado las películas más heterodoxas, más o menos. La primera es La gran apuesta. En este caso me gusta más el titulo español que el original, The big short, por hacer referencia a la práctica que muestra la política, eso que se conoce, por desgracia como “capitalismo de casino”.
La gran apuesta adapta un libro ejemplar de Michael Lewis en el que se nos cuenta (complementando, por ejemplo a títulos como Marging Call” o Too big to fail) la crisis financiera de 2008, a través de la perspicacia de quien supo ver lo que venía, el colapso de las hipotecas subprime (basuras) y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y todo lo que vino después… hasta hoy.
Ya se ocupa en la película al principio un personaje de decirnos, a nosotros, los espectadores, que Wall Street se encargó de hacer que todo lo que hace sea y parezca muy complicado para que nosotros, comunes mortales, nos desentendamos de sus prácticas por su difícil comprensión. Error. La película es brillante y un torbellino verbal, visual y de conceptos efectivamente complicados. De hecho de cuando en cuando, personajes reales explican a cámara, de forma bastante curiosa, esas cosas que escapan a la comprensión de la gente corriente.
La gran apuesta, en suma, viene a decirnos lo que de nuevo dice un personaje en la película (grandes actores todos los participantes, por cierto) "tras esto, miles y miles de personas normales y honestas perderán sus empleos, sus pensiones, sus ahorros, su futuro". Y es lo que por desgracia hemos visto, lo que pasa es que eso lo decían en 2008, justo antes de empezar la crisis que nos ha asolado… (y hasta cuándo).
El renacido
Me queda la que todo el mundo considera, a priori, ganadora: El renacido, película del renacido Iñárritu (bueno, ya renació con Birdman). Y digo renacido porque a mí no me gustan nada nada nada Babel o Biutiful (¿será por la "B"?).
El renacido me parece una gran película con secuencias increíbles rodadas de forma increíble. Le echo en falta “alma”, no mucha, pero sí lo suficiente para que, para mí (siempre insisto en que es mi humilde opinión) esté unos pasos por detrás de películas que son referencia inmediata. A saber Jeremiah Johnson o Dersu Uzala. O mismamente The searchers.
Pero no diré en absoluto que es una mala película o que no me ha gustado. Y que Leonardo Di Caprio está fabuloso. Pero aunque suene provocador, diré que casi me gusta más Tom Hardy. Sorry. Veo a El renacido como una película antropológica sobre un modo de vida durísimo en una tierra hostil. El panteísmo lo veía más en las películas que he citado, o mismamente en La hija de Ryan. Y sí, también en las películas de Terrence Malick fotografiadas por Emmanuel Lubezki, director de fotografía de El renacido.
¿Cuál creo que va a ganar? Seguramente me equivoque, pero creo que será El renacido. ¿Cuál me gustaría a mi que ganase? También seguramente me equivoque, pero me gustaría que fuese El puente de los espías. Podría decir que porque me parece una película fabulosa y emocionante. Y solo por eso, porque me emociona. Ya he dicho que Brooklyn me sobra en esta lista y tampoco entiendo muy bien qué hace Marte estando como están por ahí Carol de Todd Haynes y, sobre todo, Anomalisa que compite como mejor película de animación, categoría que yo creo se le queda pequeña.
Tras la 88 edición de los Oscar, volveremos a hablar de lo mismo que se habló tras la primera edición en 1929, sobre si tal o cual debió haber ganado en lugar de esa otra tal o cual. La vida, el cine, y los Oscar, siguen igual.