Hugh Hudson: "'Altamira' es la historia de un hombre contra el mundo"
- La película, protagonizada por Antonio Banderas, se estrena este viernes
- El director de Carros de fuego dirige la historia del descubridor de la Cueva de Altamira
- RTVE.es entrevista a Hugh Hudson y a Golshifteh Farahani
"Altamira es la historia de un hombre contra el mundo", sentencia el director Hugh Hudson. Y ese es el tipo de historias que le gusta llevar a la gran pantalla al veterano cineasta inglés, como demuestran los dos grandes títulos por los que es reconocido: Carros de fuego (ganadora de cuatro Oscar en 1982 y por la que fue nominado como mejor director) y Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos (1984).
Altamira, que se estrena este viernes, está protagonizada por Antonio Banderas, que da vida a Marcelino Sanz de Sautuola, el descubridor en 1879 de la Cueva de Altamira, considerada hoy en día la "Capilla Sixtina del arte rupestre", pero cuyo enorme hallazgo no solo no fue reconocido en vida, sino que contó con la firme oposición de la Iglesia Católica y de la comunidad científica, que lo acusaron de falsificador e "impostor", como revelaba Banderas en una entrevista previa con RTVE.es.
Producida por la familia Botín, descendientes del descubridor, la cinta, participada por TVE, es una superproducción internacional que pretende reivindicar la figura de Sanz de Sautuola y también de su hija, María, que fue en realidad la primera en descubrir las pinturas. Junto a Banderas, están en el elenco Golshifteh Farahani, Rupert Everett, Nicholas Farrell y Clément Sibony, además de Irene Escolar y Tristán Ulloa.
"Cuando Lucrecia Botín [productora] me llamó y me contó la historia, me atrajo y quise rodarla. Es fuerte, nostálgica, romántica, espectacular y muy humana", explica en una entrevista con RTVE.es Hudson, que promociona la película en Madrid junto al actor malagueño, cuyo trabajo no cesa de halagar: "Antonio es muy, muy buen actor".
La estrechez de miras de Iglesia y comunidad científica
"Al final es la historia de un hombre contra el mundo y también sobre un arte maravilloso, muy antiguo y tan bello como cualquier cosa pintada jamás", reflexiona el director británico, que vio en esos hechos reales una película que había que contar. "Es una historia de injusticia contra un hombre y su familia prepetrada innecesariamente por la Iglesia y la comunidad científica de aquella época de mente estrecha que no veían más allá de sus propias creencias y él fue un hombre que comprendió algo, más allá de ellos", añade el cineasta de 79 años.
Aunque está acostumbrado a lidiar con hechos reales (Carros de fuego era la historia de dos atletas del equipo británico de los Juegos Olímpicos de 1924), Hugh Hudson admite que hay que ser "muy cuidadoso" con este tipo de filmes, "sobre todo cuando los descendientes aún viven" y, aunque haya que dramatizar cosas por cuestiones cinematográficas, "básicamente hay que respetar la verdad".
Gracias a que esos descendientes están aún vivos, la actriz iraní Golshifteh Farahani (Exodus: Dioses y reyes, A propósito de Elly) pudo preparar su papel de Conchita, la esposa de Marcelino Sanz de Sautuola, una mujer muy religiosa que al principio, e influida por la Iglesia, no comprende a su marido. "Era la bisabuela de Lucrecia, así que hablamos mucho de ella, buscamos fotos e indagamos y cómo era en la vida real", dice la intérprete a RTVE.es, que recuerda que durante los ensayos que realizó con Antonio Banderas, Allegra Allen (que interpeta a la niña María) y Hug Hudson fueron definiendo la evolución de su personaje y "en qué momentó abrió los ojos y su corazón hacia la verdad".
El drama familiar
Tanto Farahani como Hudson coinciden en que lo que más daño pudo hacer a Marcelino Sanz de Sautuola, más allá de la oposición de la Iglesia o de la comunidad científica evolucionista, fue la incompresión de su mujer y cómo los ataques contra su imagen pública pudieron afectar tambien a su hija.
"Fue un hombre marginado y eso era muy difícil de aceptar para una niña que tendría problemas en el colegio y en la comunidad. Yo sé que afectó muchísmo a la familia, porque he oído todas las historias de sus descendientes, aunque la familia nunca habló de este rechazo. Era como un tema tabú. Eso creo que fue lo más duro, es más fácil cuando es gente de fuera, pero cuando está destruyendo el núcleo familiar es más grave", subraya el director.
Acto seguido, Golshifteh Farahani concluye: "Pero ahora es bueno que se haya hecho esta película y todo el mundo pueda saber la verdad".