La caída de la producción de petróleo de esquisto en EE.UU. está equilibrando el mercado
- Así lo ha indicado la Agencia Internacional de la Energía en su informe mensual
- La caída de la oferta fuera de la OPEP es más relevante que el acuerdo del cártel
La caída de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos está provocando un reequilibrio del mercado del crudo, cuyo efecto es más marcado que el de la congelación de la extracción de los principales productores, ha indicado la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
En su informe mensual, este organismo dependiente de la OCDE estimó que se afianza la recuperación de la demanda apuntada desde hace varios meses, combinada con la caída de la oferta procedente de los países que no forman parte de la OPEP.
Una situación que dirige al mercado del oro negro hacia un equilibrio en la segunda mitad del año, señaló la AIE en un comunicado.
Los precios del petróleo se han reactivado, tras haber tocado fondo en enero pasado y el mercado parece recobrar cierto aliento, en vísperas de que los grandes productores se reúnan el próximo domingo en Doha para acordar una estabilización de la producción, que alcanza máximos.
Impacto limitado de la congelación de la OPEP
Para la agencia, la congelación de la producción de la OPEP tendría un impacto limitado en el mercado, puesto que el reequilibrio que se apunta responde más a la caída de la extracción de esquisto en Estados Unidos, que no estará en la reunión de Catar.
En marzo, los países de la OPEP extrajeron 56,8 millones de barriles por día, 180.000 menos que en el mes precedente, y 690.000 menos que doce meses antes.
Según las perspectivas de la AIE, en el conjunto del año la oferta de los países que no pertenecen al cártel debe disminuir, en comparativa con el año anterior, en 710.000 barriles diarios, de los cuales 480.000 corresponderán a Estados Unidos.
La demanda, por su parte, mantendrá su línea ascendente, con un crecimiento evaluado en 1,2 millones de barriles diarios, para situarse en los 95,9 millones de barriles cada día.
Una previsión que supone, sin embargo, un freno del incremento de la demanda, puesto que en 2015 subió 1,8 millones de barriles por día. La AIE considera que la demanda menos vigorosa en Europa, China y América del norte marca este freno.