Al menos nueve muertos y 900 heridos en el fuerte terremoto del sur de Japón
- Unas 44.400 personas han tenido que ser evacuadas
- Ha sido el seísmo más dañino desde el que generó el tsunami de 2011
El terremoto de 6,5 grados que ha golpeado este jueves el suroeste de Japón ha dejado al menos nueve muertos y un millar de heridos, entre ellos medio centenar de consideración grave, según los últimos datos ofrecidos hoy por las autoridades japonesas.
El temblor, el más dañino en el país asiático desde el que generó el tsunami de 2011, ha tenido lugar en la prefectura de Kumamoto, en la costa occidental de la isla de Kyushu, y su hipocentro se ha situado a unos 11 kilómetros de profundidad.
Los nueve fallecidos son cuatro hombres y cinco mujeres, la mayoría de ellos mayores de 60 años, que murieron en accidentes causados por el seísmo en el distrito de Mashiki y en la ciudad de Kumamoto.
Asimismo, el terremoto ha dejado a unas 975 personas heridas, de las cuales 53 se encuentran hospitalizadas en estado grave, y a otras 44.400 personas evacuadas, según los datos más recientes ofrecidos por el Gobierno regional.
En el distrito de Mashiki el seísmo ha alcanzado el nivel 7 en la escala japonesa, que se centra más en las zonas afectadas que en la intensidad del temblor.
En esta localidad, el terremoto ha causado al derrumbe de una veintena de casas donde quedaron atrapados algunos de sus habitantes, además de provocar varios incendios, según el departamento de bomberos de la prefectura de Kumamoto.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) no ha decretado la alerta de tsunami a raíz del seísmo, mientras que la empresa que opera la planta nuclear de Sendai, que se encuentra a unos 120 kilómetros al sur del epicentro y que es la única actualmente operativa en el país, ha informado que ésta continuó operando sin problemas.
Unas 15.000 viviendas se han quedado sin electricidad
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha afirmado que el Gobierno y los servicios de rescate "están haciendo todo lo posible y trabajando a contrarreloj para salvar vidas", en declaraciones realizadas tras una reunión de emergencia del Ejecutivo y recogidas por la cadena estatal NHK.
El seísmo también ha dejado unas 15.000 viviendas sin electricidad, y ha causado la suspensión del servicio ferroviario de alta velocidad (Shinkansen) en Kyushu, así como de otras líneas locales.
Se trata del primer terremoto que alcanza el nivel 7 en la escala japonesa desde el potente seísmo del 11 de marzo de 2011.