Fernando del Paso: "Me pondré la camisa de escribir hasta que se acabe mi vida"
- El mexicano recoge el Premio Cervantes 2015 con un discurso lleno de humor
- "Yo a España voy así sea en camilla de propulsión a chorro", ha dicho socarrón
- También ha denunciado la aprobación en México de la "opresora" Ley Atenco
- Lea el discurso íntegro del Premio Cervantes Fernando del Paso (.pdf)
Tal y como anunció, el escritor mexicano Fernando del Paso, ha hablado este sábado "un poquito de política y un mucho de literatura" en su discurso tras recoger el Premio Cervantes 2015, un premio que le obliga "moralmente", ha dicho, a seguir escribiendo "hasta que se acabe mi vida".
En el incomparable marco del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, tras recibir de manos de Felipe VI el máximo galardón de las letras españolas en el día que se cumplen los 400 de la muerte de Miguel de Cervantes, el escritor de 81 años, con su look de dandy, ataviado con una corbata con los colores de la bandera de España "cerca del corazón" y sentado en silla de ruedas, ha repasado su vida literaria en un discurso plagado de humor, bajo la atenta mirada de su inseparable esposa, Socorro, sus hijas, nietas y bisnieta y alrededor de 40 familiares y amigos más.
Pero también en su discurso, leído con voz pausada pero segura durante unos 20 minutos, ha habido espacio para ponerse serio y denunciar "a los cuatro vientos" la aprobación en México de la "opresora" Ley Atenco, que permite a la policía detener y disparar en manifestaciones a quienes considere que atentan contra la seguridad, que ha definido como el "principio de un estado totalitario que no debemos permitir".
Escribir por quienes no pueden
Del Paso, que sufrió hace tres años varios infartos cerebrales que le dejaron sin habla -la recuperó tras dos años de intensa terapia- ha recordado cómo heredó la camisa del poeta mexicano José Carlos Becerra, muerto prematuramente en un accidente de tráfico, al residir en la misma casa londinense que él fallecido habitó. Esa camisa ha estado vistiéndola para escribir durante décadas hasta depositarla esta semana en su legado de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes: "Cada vez que sentía pereza de escribir, desánimo o escepticismo, me ponía la camisa y comenzaba a trabajar. Consideré que yo tenía un deber hacia aquellos artistas, hombres y mujeres, cuya muerte prematura les impidió decir lo que tenían que decir".
El escritor ha aclarado que, el depositarla en la Caja de las Letras no implica que no vaya a escribir más, sino, muy por el contrario, ahora se ve obligado "moralmente" por el Premio Cervantes a continuar haciéndolo. "Me pondré la camisa, así sea metafóricamente, una y otra vez, hasta que se acabe (no la camisa sino mi vida)", ha aseverado.
Pero antes, el autor de Palinuro de México, ha comenzado a rememorar su vida desde el mismo día de su nacimiento, el 1 de abril de 1935, hace 81 años y 22 días, cuando nada más nacer rompió a llorar "¡oh, maravilla!, en castellano".
Ha continuado recordando su primera lectura de El Quijote, "entre rugidos de leones" en casa de un tío que vivía junto al zoológico y tenía una gran biblioteca: "Salí de su lectura muy enriquecido y muy contento de haber aprendido que la literatura y el humor podían hacer buenas migas", ha dicho Del Paso, para a continuación añadir que ese humor también se lleva bien con los discursos, como ha demostrado en la ceremonia, arrancando las risas e incluso carcajadas de los asistentes al acto.
Deseo de estrenar a Lorca en España
El considerado como el gran cronista de la historia de México, ha citado, además de Cervantes, a los autores españoles que lleva "en la sangre" y que le han enriquecido, como Pérez Galdós, Valle Inclán, los hermanos Machado y los Goytisolo y, sobre todo, a Miguel Hernández, que "detonó" su vocación literaria y le impulsó a escribir su primer libro, Sonetos de lo diario (1958).
Tras destacar varias de sus obras, como José Trigo, Paniluro de México, o Noticias del Imperio, Del Paso ha confesado que sueña que "algún día" se represente en España una de sus dos únicas obras de teatro, La muerte se va a Granada, sobre el asesinato de Federico García Lorca.
También se ha referido a su faceta de pintor -labor que realiza con la mano izquierda-, aunque se considera más escritor que pintor: "No sé soy escritor, pero sé que no soy pintor, nunca he dejado de escribir para dibujar y siempre he dejado de dibujar para escribir".
La lucha contra la enfermedad
Con su gran agudeza, el sexto autor mexicano premiado con el Cervantes ha narrado su "prolongada" lucha contra la enfermedad y expuesto su historial médico: sus infartos cerebrales, quince operaciones, entre ellas dos "a corazón abierto" y otras por tumores, hernias o apendicitis, además de sus ataques de gota e, incluso, una fractura de tobillo.
"Tan mal he estado en los últimos tiempos que cuando alguien me vio me dijo: "pero hombre, ¿así va usted a ir a España?" y yo le contesté: "yo a España voy así sea en camilla de propulsión a chorro o en avión de ruedas", ha afirmado, arrancando las carcajadas de los asistentes.
Pese a esa batalla contra sus gigantes particulares, Del Paso dice no poder quejarse: "La vida ha sido bastante cuata conmigo. Quise escribir y escribí. Nunca escribí para ganar premios, pero ya ven ustedes, aquí estoy", ha dicho, para a continuación referirse a su esposa, hijos, nietos y bisnieta.
El Premio Cervantes 2015 ha concluido su discurso agradeciendo "a la Providencia, la casualidad o la causalidad" el haberle hecho "súbdito de la lengua castellana", gratitud que ha querido extender a México y sus padres y, "sobre todo", a España.
El "orfebre" del español
El rey Felipe VI ha halagado la "pericia del orfebre" que exhibe Del Paso a la hora de escribir para hacer que "brillen sus libros" y ha ensalzado sus vínculos con Miguel de Cervantes, su "fascinación" y "obsesión" por El Quijote. Pocos literatos, a juicio del monarca, demuestran tanto "la conciencia de vivir en el idioma, el español" como Del Paso, cuyo lenguaje "aúna respeto por la tradición y audacia innovadora".
El rey, que también ha definido al galardonado como "creador poliédrico", ha concluido su intervención y la ceremonia agradeciéndole "todo lo que su obra nos aporta, nos deleita e interroga", además de "su testimonio de amor a una lengua y a una tradición literaria que hoy honramos".
El mismo símil entre Cervantes y Del Paso había utilizado previamente el ministro en funciones de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, que ha querido felicitar al premiado con palabras del propio autor del Quijote: "Al buen hacer, Don Fernando, jamás le falta premio".