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El hijo del chófer contra el millonario aristócrata: Londres elige a su alcalde

  • Reino Unido vota este jueves en comicios municipales y regionales
  • El musulmán Sadiq Khan y el judío Zac Goldsmith luchan por la alcaldía londinense
  • El 'brexit' y las acusaciones de racismo eclipsan la campaña de las municipales

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Por primera vez, un musulmán podría convertirse en alcalde de Londres

Londres podría convertirse esta semana en la primera capital europea con un alcalde musulmán. Esto ocurrirá si el candidato laborista de origen pakistaní Sadiq Khan, de 45 años, gana las elecciones municipales en la capital británica.

Su rival conservador es el millonario aristócrata, y judío, Zac Goldmisth. La elección del nuevo alcalde de Londres por 5,6 millones de londinenses promete ser el plato fuerte de los comicios municipales y regionales, convocados para este jueves en Reino Unido.

Alrededor de 16 millones de personas en las ciudades y condados de Inglaterra están llamadas a elegir a sus concejales, más de las que tienen opción al voto en Gales, Escocia y Londres juntos, si bien estos puntos centrarán toda la atención mediática.

Los británicos votarán tras una campaña electoral que se ha visto eclipsada por el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE o su salida, conocida como 'brexit', que se celebrará en junio. A esta circunstancia se suma la baja habitual asistencia, situada en un escaso 30%.

El hijo del chófer musulmán contra el aristócrata judío

Khan, hijo de un conductor de autobús pakistaní encabeza las encuestas en la capital superando por 10 puntos a su rival Tory, el millonario y periodista de 41 años, Zac Goldsmith, apunta AFP. La intención de voto al musulmán alcanzó el 57% en los sondeos de este miércoles, frente al 44% de apoyos a Goldmisth.

La lucha entre los rivales ha estado marcada por las acusaciones de extremismo y antisemitismo contra Khan. "Sus candidatos comparten filas con extremistas y antisemitas", ha espetado este miércoles David Cameron al líder laborista Jeremy Corbyn en referencia al escándalo por las declaraciones en este sentido de una diputada laborista y del exalcalde de Londres Ken Livingstone, que han sidos suspendidos de militancia.

Para aplacar las críticas en vísperas de las elecciones, Corbyn pidió a un grupo de investigadores que redacte un documento que declare explícitamente por primera vez que el Laborismo no tolerará ninguna forma de racismo, incluido el antisemitismo. "Soy londinés, soy británico, soy musulmán, soy de origen paquistaní, soy padre, marido y fan del Liverpool, soy todo eso", ha dicho Khan y, sobre los extremistas, que considera "abyectos sus puntos de vista".

Goldsmith, considerado un outsider por sus correligionarios, ha mantenido un perfil bajo, poco comparable al del actual alcalde de Londres, el mediático Boris Johnson. Periodistas ambos, Johnson ha convertido su carrera política, y su existencia, en un altavoz de si mismo que ahora apunta sus cañones a la lucha por el 'brexit'. Quizás sea mediático en Goldmisth que su madre diera su nombre, Annabel, a un nightclub o que su padre, Sir James Goldsmith, se embarcara en una cuestionable campaña para cerrar la publicación Private eye.

Los jueves, para votar sobrios

Como sucede desde 1935, los comicios en el Reino Unido caen en jueves. Antiguamente los viernes se recibía la paga y así se garantizaba que el electorado no estaba ebrio. Sin embargo, la cita de mañana tendrá la particularidad de una simultaneidad de votaciones no registrada en los últimos 20 años.

Aunque la muestra no sea muy amplia, dado el bajo perfil que ha tenido la campaña, muchas son las interpretaciones que se harán sobre este sondeo electoral del pueblo británico que hace un año dio la mayoría absoluta al conservador David Cameron y propinó un varapalo al partido laborista que ahora dirige el izquierdista Jeremy Corbyn, para quien estos comicios son su primer test.

Según expertos de la London School of Economics (LSE) consultados por EFE, los resultados del jueves se interpretarán como un barómetro de la popularidad de Corbyn que, de no ser positivos, pueden enaltecer a los críticos del laborismo que quieren su dimisión.

Coinciden, asimismo, en que Cameron tiene poco de lo que preocuparse en estas elecciones mientras que el referéndum sobre el "brexit" será crucial para su futuro político, tras haber defendido a capa y espada que el Reino Unido siga en la UE, donde ha conseguido varias reformas convenientes, a su juicio, para el país.

Lucha por 124 alcaldías y 2.800 concejalías

En Inglaterra, se votarán 124 autoridades locales, con unos 2.800 puestos de concejal, incluidas las alcaldías de Bristol, Liverpool, Salford y Londres, donde compiten Goldsmith y Khan, favorito en las encuestas y cuyo triunfo sería un punto a favor para Corbyn.

  • En Escocia, el avance imparable del independentista Partido Nacionalista Escocés (SNP) sigue amenazando al Partido Laborista, que puede quedar relegado a la tercera posición por detrás de los conservadores, según las encuestas menos alentadoras.

"El Laborismo debe procurar no perder la segunda posición en la autonomía en favor de los conservadores, algo sin precedentes en la historia moderna", ha señalado a Efe John Curtice, profesor de la universidad escocesa de Strathclyde.

El "brexit" también estará presente en este escenario, ya que la primera ministra y líder del SNP, Nicola Sturgeon, no descarta un segundo referéndum de independencia del Reino Unido, si este país se inclina por abandonar el bloque europeo el 23 de junio.

  • En Irlanda del Norte las encuestas muestran que será complicado formar un gobierno con mayoría y se espera mantener el actual equilibrio de poder entre el Partido Democrático Unionista (DUP), pro-británico, y los republicanos del Sinn Féin.

En la Asamblea galesa, los sondeos prevén que el Partido Laborista conserve los 30 escaños con los que cuenta frente a los 14 de los conservadores, que parecen repuntar.

Superado este jueves maratoniano, los políticos redoblarán sus esfuerzos en otra campaña -la del referéndum- y se agudizará la batalla entre Boris Johnson, quien deja la alcaldía de Londres tras 8 años para defender el "brexit", y el primer ministro, David Cameron, entregado a la causa de que el Reino Unido permanezca en la UE.