El Salón del Cómic logra récord con 118.000 visitantes y mejora las ventas
- Francisco Ibáñez y Frank MIller han sido los grandes protagonistas
- Las ventas han aumentado por segundo año consecutivo
El Salón del Cómic de Barcelona ha cerrado las puertas de su 34ª edición, en la que ha rendido homenaje a los 80 años del maestro Francisco Ibáñez, y lo hace con un nuevo récord de público, 118.000 visitantes, 5.000 más que en 2015, y con un aumento de ventas que algunos editores cifran hasta en un 40%.
La organización cumple así sus expectativas para esta edición que se había planteado como la "más ambiciosa", con un aumento de la superficie expositiva, hasta los 45.000 metros cuadrados en el recinto Fira Monjtuic, y del número de estands y del programa de actividades en torno al mundo del cómic, cada vez con más adeptos, como se ha podido comprobar por las colas que se han formado cada día.
Carles Santamaría, director del Salón, ha explicado que el balance "es realmente positivo", con un crecimiento progresivo del número de visitantes y de la actividad, que consolida al certamen como la principal cita del sector en España, en la que crecen también los vínculos con el mundo del audiovisual y los videojuegos.
Aunque no ha querido avanzar cifras globales, Santamaría ha señalado que la sensación entre las editoriales presentes por las ventas realizadas durante los cuatro días del salón, son buenas, y que se continúa así con la recuperación que se produjo el año pasado.
Ibáñez y Miller protagonistas del Salón
Más allá de la anécdota por el revuelo creado por la retirada de unos dibujos de la exposición del INJUVE, de los que la organización no tenía conocimiento y que consideró pornográficos para un certamen para todos los públicos, los protagonistas verdaderos han sido Francisco Ibáñez, padre de Mortalelo y Filemón, a quien se ha dedicado una exposición monográfica, y el norteamericano Frank Miller, que ha estado firmando libros todos los días del salón.
Francisco Calderón, director editorial de ECC, que publica los cómics de Miller en España, ha señalado que la presencia por primera vez en el salón del creador de el Caballero oscuro -con la entrega "Caballero oscuro III: la raza superior", como novedad- "ha animado mucho las ventas", un incremento que podría rondar entre el 15 y el 20%, aunque aún es pronto, ha dicho, para cerrar cifras definitivas.
El editor de la madrileña Dibbuks, Ricardo Esteban, que este año ha logrado tres de los premios que concede en el Salón, daba cifras mucho más contundentes de las ventas en su expositor, en torno al 40%, aunque se trata de una editorial pequeña y que contaba con el tirón de los galardones obtenidos.
"Hemos agotado todos los ejemplares que teníamos en el estand de 'El fantasma de Gaudí', y del 'Una aventura de Spirou. El botones de verde caqui" y se ha vendido también mucho "La última aventura" de Javi Castro, premio al autor revelación".
Muy satisfecho se encontraba el editor de Astiberri Laureano Domínguez, que ha apuntado una "remontada importante de las ventas tras unos años flojos" y que ha visto como se despachaban muchos ejemplares de títulos como "La Casa" de Paco Roca, los "García", de Santiago García y Luis Bustos o la novísima "Como viaja el agua", de Juan Díaz Canales.
El programa de esta 34ª edición ha incluido casi una docena de exposiciones y muestras, entre las que ha sobresalido por su espectacularidad "Viñetas sobre ruedas", dedicada a la relación del cómic con lo coches, motos y bicicletas, que además de dibujos originales ha exhibido cerca de una veintena de vehículos clásicos que habían aparecido en populares series como enorme Cadillac de "Blacksad".
Estos días también se han entregado los premios que anualmente concede la organización y que en esta edición han reconocido la trayectoria del dibujante Josep Maria Blanco, conocido por sus trabajos para la mítica revista TBO, con el Gran Premio del 34 Salón del Cómic.
El de mejor obra española 2015 fue para "El fantasma de Gaudí" (Dibbuks), de El Torres y Jesús Alonso, el de obra extranjera publicada en España en 2015 recayó en "Una aventura de Spirou. El botones de verde caqui", de Yann y Olivier Schwartz, y el de mejor autor revelación Fundación Divina Pastora lo obtuvo el joven dibujante leonés Javi Castro, por su obra "La última aventura".