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Hugh Herr, el hombre que diseñó las prótesis biónicas para escalar montañas

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Hugh Herr Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica durante una conferencia internacional en Goyang, en Corea del Sur el 11 de octubre de 2012
Hugh Herr, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica, durante una conferencia internacional en Goyang, en Corea del Sur el 11 de octubre de 2012.

Hugh Herr, ingeniero mecánico y biofísico estadounidense, se ha alzado con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2016 en reconocimiento a la investigación por la que se ha convertido en referente mundial en el campo de la biónica y la biomecánica. Una labor que surgió por un accidente de alpinismo y que se ha materializado en la mejora de la movilidad de personas con discapacidad gracias a los avances en el desarrollo de prótesis "inteligentes".

Después de conocer que había logrado el galardón, Herr ha asegurado sentirse "profundamente conmovido" tras haber dedicado su vida "al progreso de la ciencia y la tecnología para permitir la reparación biónica de los seres humanos", según unas declaraciones difundidas por la Fundación Princesa de Asturias.

Nacido en Lancaster, en el estado de Pensilvania el 25 de octubre de 1964, desde su niñez destacó como escalador. En una ascensión al monte Washington, en el estado de Nuevo Hampshire, cuando tenía 17 años, se perdió junto a su compañero alpinista y tras soportar temperaturas de hasta 30 grados bajo cero durante tres días sufrió la amputación de las dos piernas por debajo de la rodilla.

Sin embargo, lejos de abandonar su carrera como alpinista y tras varios meses de lucha para recuperarse, Herr logró sobreponerse y diseñó sus propias prótesis con las que ha podido continuar escalando.

"Las prótesis más sofisticadas del mundo"

Ocho años después de que sufriera el accidente se licenció en Física por la Universidad de Millersville (Pensilvania) y después hizo una maestría en Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y en 1998 se doctoró en Biofísica en la Universidad de Harvard.

En la actualidad, Herr dirige el Biomechatronic Group en el Media Lab del MIT, donde ha desarrollado las que se conocen como "las prótesis más sofisticadas del mundo".

El nuevo Premio Princesa de Asturias es fundador de la compañía BiONx Medical Technologies (antigua iWalk) comercializadora de una prótesis de miembros inferiores que proporciona energía emulando la función muscilar e imitando el movimiento del tobillo y aportando estabilidad para adaptarse a cualquier superficie.

Con su trabajo, el profesor estadounidense ha abierto nuevas líneas de investigación para desarrollar una clase de biohíbridos, de prótesis "inteligentes" con las que se ha perfeccionado la fusión del cuerpo y la máquina logrando más fuerza y resistencia.

Un mecanismo similar al del cuerpo

La labor de Herr ha permitido mejorar la movilidad de personas con discapacidad con prótesis de rodilla adaptables para personas que han sufrido una amputación a la altura del fémur y ortoprótesis de tobillo y pie para casos de pie equino y patologías causadas por parálisis cerebral o esclerosis múltiple.

El mecanismo de la prótesis para tobillos funciona de un modo parecido a como lo hacen el peroné y la tibia, permitiendo un juego de movimiento circular, similar al de un pie.

El sistema biónico incluye un pistón hidráulico, con un motor eléctrico alimentado por una batería de polímero de litio y un procesador que controla y estabiliza los movimientos, permitiendo que el pie se adapte al terreno.

De hecho, las piernas biónicas en que trabaja Herr son mucho más avanzadas que las prótesis flexibles utilizadas por el atleta sudafricano Óscar Pistorius en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.