Gabriel Rufián, palabra de independentista para una ERC que "no pide permiso"
- Un desconocido antes del 20D, sus discursos le han dado a conocer en España
- Barcelonés castellanohablante, procede de la asociación soberanista Súmate
- Buscará los votos para culminar el proceso independentista desde el Congreso
Fecha y lugar de nacimiento: 8 de febrero de 1992 (Barcelona).
Estado civil: Padre de familia, tiene un hijo de seis años.
Formación: Diplomado en Relaciones Laborales y Máster en dirección de personal.
El joven Gabriel Rufián llegó a las elecciones del 20D como un perfecto desconocido, un treintañero independiente dentro de ERC, que no habla en catalán, con una discreta trayectoria profesional y que nunca había ocupado un cargo político. Y se ponía al frente de una ERC que aún no se había aupado a la Generalitat para certificar en Madrid su hoja de ruta rupturista.
El partido considera que no lo ha hecho mal, puesto que repite como cabeza de lista el 26J. De hecho, Esquerra triplicó su representación en el Congreso, con nueve escaños y 600.000 votos, imponiéndose a la lista de CDC.
Las urnas le confirmaron, pero el resto de España le descubrió cuando el 4 de marzo, después de las acaloradas intervenciones de los Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera en el debate de investidura, empezó a hablar así: "Yo soy nieto e hijo de andaluces llegados hace 55 años desde Jaén y Granada a Cataluña. Soy lo que ustedes llaman un charnego y soy independentista. He aquí su derrota y he aquí nuestra victoria".
De esta guisa, como saboreando la métrica, siguió hasta que el presidente del Congreso, Patxi López, tuvo que cortarle el micro por pasarse del tiempo asignado. Su hablar parsimonioso, entre lo poético y lo retórico, que ya afilaba en 140 caracteres en su perfil de Twitter -donde sus comentarios han tenido eco mediático varias veces-, le convirtieron en ese momento en un personaje político, un hallazgo para cronistas y articulistas.
Rufián cree que con sus intervenciones en el Congreso y el Senado los ciudadanos ven en Esquerra "una marca propia", distinta a la de cualquier otra formación, y que les "inspira confianza" por su trayectoria y posicionamientos políticos. Lo cierto es que no han causado indiferencia y, sea por el continente o por el contenido, han complementado a una ERC cuyos escaños revolotearon por las calculadoras de pactos hasta que fueron rechazados de plano por el PSOE.
Al margen de su declamación parlamentaria, Gabriel Rufián Romero (Barcelona, 1982), pasaría por una rara avis en el Congreso de no ser porque los candidatos jóvenes sin experiencia política han sido legión en esta breve XI Legislatura. Tampoco la tenía Rufián, diplomado en Relaciones Públicas y especializado en dirección, selección y formación de personal, y que viene a ser un activista vinculado con movimientos sociales de izquierdas.
La relación con Esquerra le vino a través de Súmate, la asociación soberanista que se creó en 2013 y que agrupa a catalanes castellanohablantes, y el bautismo político llegó con la bendición de Oriol Junqueras y el aliento del veterano Joan Tardà, quien prefirió bajar un peldaño y proponer a un ‘delfín’ independiente, aunque en la práctica ambos han formado en los últimos meses un tándem, casi un dúo en el sentido artístico del término.
Hijo de andaluces y de la inmersión lingüística
Gabriel Rufián se crió en Santa Coloma de Gramenet, en el barrio de Fondo, donde se realizaron las primeras experiencias en inmersión lingüística. De hecho, atribuye su despertar catalanista a sus tiempos del instituto en Badalona. Ha trabajado descargando camiones de feria y de dependiente en El Corte Inglés y en H&M. Dejó la empresa para la que trabajaba para poder dedicarse de pleno a la política y acredita que sus ingresos antes de los de diputado eran los del paro.
La nueva cabeza visible de ERC en Madrid, que cita mucho a sus padres y a sus abuelos en sus mensajes, rememora que sus padres se conocieron en un mitin de Bandera Roja, una escisión del Partido Comunista, y se ha definido a sí mismo como un "independentista ideológico" que siempre ha vivido el sentimiento crítico "de la izquierda más allá de la izquierda".
Rufián ha estado también vinculado con la Asamblea Nacional Catalana (ANC), de cuyo secretariado ha formado parte. En la llamada Via Lliure organizada por esta entidad en la última Diada, fue el encargado de pronunciar el discurso en castellano sobre el escenario central de la Meridiana.
Ese acto le dio visibilidad ante los cientos de miles de catalanes congregados allí por la independencia de Cataluña, pero la carta de naturaleza mediática se la dio el programa Polònia, la crónica satírica de la actualidad política que emite TV3, en el que se le compara con Paulo Coelho, aunque él reconozca que a quien se parece -físicamente- es al cantaor Miguel Poveda.
No prevé negociar con el Gobierno, con una excepción
Rufián, charnego, castellanohablante y seguidor del Espanyol, es un convencido de que las urnas del 27 de septiembre legitimaron el proceso hacia la independencia de Cataluña y, desde entonces, con el reloj de la hoja de ruta en marcha, lucha por hacer cumplir cuanto antes el "mandato popular" en pos de una república independiente.
A diferencia del mensaje que traslada desde la Generalitat catalana el presidente Puigdemont, no está entre sus prioridades de Rufián negociar los términos de la independencia de Cataluña, ni hacerlo mucho tiempo. De hecho, cuando recogió hace unos meses la credencial de diputado, dijo: "Espero estar el menor tiempo posible en el parlamento de un país vecino".
Sin embargo, si ERC tiene los escaños para apoyar a un gobierno de izquierdas, aseguran que lo harán a cambio de que se autorice un referéndum "a la escocesa" sobre el futuro de Cataluña en el plazo máximo de un año.
Dice Rufián que su formación representa a la izquierda "que no pide permiso para construir un nuevo país" y que este será el mensaje en el que incidirá el partido en la campaña electoral. "Estamos hartos de pedir permiso al Estado para que nos deje defender los derechos y libertades de nuestra gente", proclama, al tiempo que llama a sumarse al proceso de autodeterminación catalán "a todo aquel que tenga el corazón y el alma republicana y de izquierdas".
Tardà y Rufián, liderazgo compartido en unas listas que no cambian
El Consell Nacional de ERC aprobó las listas definitivas al 26J, sin apenas cambios respecto a las de diciembre, toda vez que descartaron definitivamente una coalición electoral con CDC al estilo de Junts pel Sí.
Rufián y Joan Tardà (portavoz en el Congreso) vuelven a encabezar la lista por Barcelona. En el resto de circunscripciones, los números uno son Teresa Jordà (Girona), Jordi Salvador (Tarragona) y Xavier Eritja (Lleida).
Los principales cambios han estado en el sexto puesto de la lista por Barcelona, donde se ha sustituido a la ahora senadora Mirella Cortés por Carolina Telechea, y en el mismo puesto de la lista por Girona, donde Jordi Viñas, alcalde de Salt, sustituye a David Mascort.