Enlaces accesibilidad

Los acreedores de Grecia dan luz verde para relajar los controles de capital

  • Se mantiene la limitación de sacar como máximo 420 euros semanales
  • Se podrá retirar el 30% de las remesas del extranjero, en lugar del 10%

Por
El Partenón en obras
El Partenón en obras.

Los representantes de los acreedores de Grecia han dado luz verde para relajar los controles de capital, en vigor desde el final de junio de 2015, según informan los medios locales citando fuentes del banco central heleno.

A partir de que se publique la flexibilización en el boletín oficial de Estado, en los próximos días, todo nuevo depósito que se haga en efectivo podrá ser retirado en todo momento del banco sin ningún impedimento.

Además, los depositantes que reciben remesas del extranjero podrán retirar inmediatamente el 30% de la cantidad de dinero ingresada, en vez de 10% que se permitía hasta ahora.

La cantidad máxima de efectivo que puede ser retirada por semana permanece en los 420 euros, pero los depositantes podrán sacar hasta 840 euros cada dos semanas.

15.000 millones en los cajones

El objetivo de estas medidas es hacer volver a los bancos una parte de los 15.000 millones de euros que, según analistas, los griegos guardan en líquido fuera del sistema bancario. De estas medidas los bancos esperan un incremento de los depósitos a corto plazo de hasta 4.000 millones de euros.

Las demás medidas previstas tienen el objetivo de facilitar los negocios de las empresas de importación y de exportación y consisten en aumentar el techo de las transacciones con el extranjero por oficina bancaria y día.

Los depósitos en la banca griega alcanzaban los 164.300 millones de euros al final de noviembre de 2014. La crisis creada por la convocatoria de elecciones anticipadas provocó una huida masiva de depósitos, que bajaron a 140.400 millones en febrero de 2015, cuando el Banco Central Europeo (BCE) dejó de aceptar los bonos de Estado griego como garantía para prestar dinero a la banca griega.

En pleno tira y afloja entre el Ejecutivo y los acreedores con respecto los rescates, la hemorragia de depósitos continuó y a finales de junio de 2015 estos apenas alcanzaban 120.800 millones de euros, lo que provocó la imposición de control de capitales.