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Terremoto en Italia

La Fiscalía italiana abre una investigación por los daños en edificios reestructurados para soportar seísmos

  • Entre los edificios investigados está la escuela de Amatrice, parcialmente destruida
  • El campanario de Accumoli había sido sometido a intervenciones antisísmicas
  • Al menos 250 personas han muerto, según el último balance oficial

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La justicia italiana investigará por qué se han derrumbado edificos reformados con dinero público para soportar terremotos

La fiscalía de Rieti ha abierto este jueves una investigación preliminar por presunto desastre doloso tras constatar daños en edificios que habían sido reestructurados recientemente para soportar la sacudida de un terremoto como el que este miércoles devastó el centro de Italia.

Los medios de comunicación italianos informan de la investigación por parte del fiscal jefe de Rieti, Giuseppe Saieva, quien ya efectuó este miércoles algunos registros para hacerse con documentación sobre las últimas reestructuraciones.

En concreto, señalan los medios, se investigan los importantes daños que ha sufrido la escuela de Amatrice, que había sido reestructurada en 2012 para que respetase las normas sísmicas introducidas tras el terremoto de L'Aquila. Según publica el diario La Repubblica, se destinaron 700.000 euros para reestructurarla y, aunque no se ha derrumbado completamente, ha sufrido gravísimos daños.

"Escapa, corre, ve a la escuela", se lee en este dibujo de la escuela de Amatrice, parcialmente destruida por el terremoto. REUTERS/Ciro De Luca

Según un informe de Protección Civil hay 24.000 escuelas en riego sísmico en Italia que requieren una inversión de 10.000 millones para su reestructuración.

También se investiga sobre el campanario de Accumoli, que fue sometido a intervenciones antisísmicas y que se derrumbó completamente.

Dos millones de euros para reestructuraciones antisísimicas

El rotativo romano informa además de que la Protección Civil había puesto a disposición otros dos millones de euros para que algunos edificios, como el hospital, respetasen las indicaciones antisísmicas, pero que nunca fueron utilizados.

Tras el terremoto de L'Aquila, se instauró en 2012 una Comisión de Investigación de Seguridad Sísmica que no hay concluido su informe, pero sí ha señalado algunas conclusiones preocupantes, entre ellas que seis millones de los 27 millones de edificios analizados se enucentra en mal estado de conservación.

Pero una propuesta de inspección sísmica de edificios se frustró por la oposición de las asociaciones de propietarios, que temían el coste de los programas de refuerzo: 15.000 milones de euros. Según la asociación de constructores de Italia, los daños causados por los terremotos suman 180.000 millones desde 1968.

Por ello, muchos se preguntan hoy si se podría haber minimizado la magnitud de la tragedia. A estas dudas, se suma la preocupación de los supervivientes por las tareas de reconstrucción. Siete años después del terremoto de L'Aquila, con miles de millones invertidos, juicios por la corrupción en las contratas de reconstrucción y sonadas condenas por la falta de prevención, el centro histórico de la ciudad sigue cerrado y en obras.

Desde 2010 hasta mayo de 2015 ha sido reconstruido el 95 % de la periferia y 43.000 desplazados han regresado a sus casas, siempre según los datos del consistorio, pero el centro sigue siendo una gigantesca obra a cielo abierto y además de las viviendas tampoco se han podido reconstruir algunas de los edificios e iglesias de importante valor artístico.

Se abre una investigación en Italia por los daños en edificios reestructurados para soportar seísmos

El temor a una lenta reconstrucción

En varias localidades de la región de Abruzzo, sobre todo los pequeños pueblos de montaña donde se produjeron importantes daños, muchos de sus habitantes siguen viviendo en pequeñas viviendas prefabricadas ya que sus casas en piedra quedaron completamente destrozadas y aún no se han reconstruido.

La diferencia del terremoto de este miércoles con el de L'Aquila es que las localidades afectadas esta vez son mucho más pequeñas pues el municipio más afectado, Amatrice, cuenta con 2.646 habitantes y el resto de pueblos destruidos no superan los 700 cada uno.

Aunque la prioridad es ahora recuperar los cuerpos y dar ayuda a los damnificados, desde el Ministerio de Bienes Culturales italiano se trabaja también para en cuanto se pueda acceder a las localidades cuantificar y valorar los daños al patrimonio artístico.

En Amatrice, incluido entre los "burgos" más bonitos de Italia y de enorme importancia turística y gastronómica, se han perdido monumentos de gran relieve como la Torre Cívica, construida en el siglo XV, la iglesia gótica de San Agustín y distintos palacios como el del Podestà, característico de la época medieval. Monumentos históricos, perdidos en un minuto.

Así era Amatrice antes del devastador terremoto

De pueblo turísticos a pueblos fantasma

Ante ello, un desesperado alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, lanzó este miércoles su llamamiento para que se empiecen a recoger fondos para la reconstrucción de un pueblo que vive prácticamente del turismo.

Tenemos suficientes víveres. Lo que se necesitan son fondos para reconstruir

"Espero que no se me malinterprete, pero tenemos suficientes víveres. Lo que se necesitan son fondos para reconstruir. Aquí no ha quedado nada. Hay que pensar en la reconstrucción. No hay actividades comerciales. Ya no existe nada", aseguró Pirozzi.

Las redes sociales han sido las primeras en canalizar iniciativas solidarias, como la de un bloguero que ha propuesto a los restaurantes del mundo donar dos euros de cada plato de espaguetis a la matriciana a los damnificados por el seísmo. Más de 700 establecimientos ya se han unido.

El terremoto, de magnitud 6 en la escala abierta de Richter, tuvo su epicentro en Accumoli e hipocentro a cuatro kilómetros de profundidad.

Por el momento se han producido 241 muertos en las localidades más afectadas, Arquata del Tronto y Pescara del Tronto, ambas en la provincia de Ascoli, y en Amatrice y Accumoli, en la provincia de Rieti, donde continúa la búsqueda de desaparecidos bajo los escombros.

Las esperanzas de encontrar supervivientes del terremoto de Italia se reducen, aunque queda esperanza