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Huracán Matthew

Haití comienza a enterrar a sus muertos en medio del temor a un brote de cólera

  • El último balance de víctimas mortales asciende a más de 1.000
  • Las zonas más castigadas en el sur prosiguen sin electricidad
  • El país caribeño vive su peor crisis desde el terremoto de 2010

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Haití entierra a sus muertos y recibe ayuda humanitaria

Haití ha comenzado ya a enterrar a las víctimas mortales del huracán Matthew, que ha causado devastadores daños aún en evaluación porque muchas de las zonas más afectadas siguen incomunicadas, mientras se ha iniciado el reparto de la ayuda internacional. La prioridad de las autoridades es llegar hasta las localidades más golpeadas y dar respuesta a los miles de afectados de la catástrofe, para evitar un eventual brote de cólera, como el que afectó al país tras el terremoto de 2010, lo que agravaría aún más la crisis humanitaria.

Haití tiene uno de los niveles de incidencia de cólera más altos del mundo y se estima que uno de cada tres afectados es niño. La amenaza de otras enfermedades que se transmiten a través del agua también es muy alta. Desde octubre de 2010, Haití ha reportado más de 790.000 casos de cólera con más de 9.300 muertes, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El último balance de fallecidos asciende a más de 1.000, según fuentes locales citadas por la agencia británica de noticias Reuters. Las autoridades haitianas solo han confirmado hasta la fecha la muerte de 336 personas.

La ayuda humanitaria llega con cuentagotas a Haití, devastada por el huracán Matthew

Las comunidades más castigadas en el sur del Haití prosiguen sin energía eléctrica, lo que agrava la situación de los damnificados. Uno de los problemas derivados de la falta de comunicaciones es que los habitantes del Departamento Sur tienen grandes dificultades para acceder a las remesas que les envían sus familiares, principalmente desde Estados Unidos y Canadá.

Las oficinas que pueden proporcionar el servicio tienen a sus puertas a decenas de personas, y el efectivo no alcanza para todos. Los problemas meramente logísticos no hacen más que empeorar la situación de los damnificados, que dependen de la ayuda internacional que se está distribuyendo.

Carretera transitable hasta la capital

Mientras, en la capital, Puerto Príncipe, se vive una aparente y extraña normalidad menos de una semana después del paso de Matthew. El primer vestigio evidente que queda de la tragedia en dirección al suroeste está a unos 50 kilómetros de la capital, al llegar al río La Digue. El puente que lo salvaba sucumbió a los efectos del huracán, y dejó incomunicados por carretera a los departamentos Sur y Suroeste hasta el jueves.

En unos pocos días, el nivel del agua ya ha bajado lo suficiente como para atravesarlo, incluso en motocicleta, y la carretera es transitable para los vehículos, incluidos los más necesarios, los de las organizaciones de ayuda humanitaria.

Se están reparando los postes del tendido eléctrico y la ruta está ya bastante despejada de escombros; en los márgenes de la vía se han amontonado piedras de distintos tamaños y ramas, quedando como pruebas de los fuertes vientos los cultivos de plátano dañados y otra vegetación mutilada.

En Les Cayes, los hoteles mejor equipados están al completo tras la llegada de los miembros de las ONG que han desplazado personal al país para evaluar la situación y actuar.

Peor parte se ha llevado la ciudad de Jeremie, en el suroeste, donde la devastación es tal que donde había bonitos ejemplos de arquitectura colonial, ahora solo quedan ruinas y destrucción. Allí, el cólera ya se está cebando con la población, y la enfermedad amenaza con sumar más muertos a la terrible lista de Matthew en Haití.

Así pues, la región del suroeste se encuentra muy devastada y muchas comunidades siguen sin contacto con el resto del país. Las cifras de víctimas que ofrecen el Gobierno y autoridades locales son dispares, debido a que los equipos de rescate no han podido llegar hasta algunas zonas que siguen incomunicadas, lo que hace que el balance de daños sea más lento.

Ayuda de la comunidad internacional

La comunidad internacional ha empezado a enviar ayuda a los afectados después de que el presidente interino, Jocelerme Privert, apelara a la solidaridad extranjera. Privert ha reconocido que las necesidades son muchas y ha asegurado que asistirán a los afectados para evitar que la crisis empeore, al tiempo que ha invitado a ser solidarios "en este momento difícil" por el que atraviesa Haití.

Países como España, Estados Unidos, Venezuela, México, Cuba, Colombia, Francia y la Unión Europea han prometido ayuda a Haití para hacer frente a la situación provocada por Matthew, que ha generado en el país la peor crisis desde el sismo de 2010. Algunas organizaciones no gubernamentales han pedido una movilización internacional para ayudar al país que se prepara para un eventual brote de cólera.

La Oficina de la ONU para la Coordinación Asuntos Humanitarios (OCHA) ha informado de que 750.000 personas necesitan ayuda de emergencia en Haití.

Los afectados por el huracán Matthew intentan volver a la normalidad

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  • Los afectados por el huracán Matthew intentan volver a la normalidad

    Los afectados por el huracán Matthew intentan volver a la normalidad

    En medio de su casa derrumbada, una mujer lava la ropa en el pequeño pueblo de Casanette, Haití.
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    Los afectados por el huracán Matthew intentan volver a la normalidad

    Una mujer lava la ropa y los niños se bañan en las calles de Port-Salut, Haití.