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España perderá 5,4 millones de habitantes en 50 años

  • Habrá 41,1 millones de habitantes, un 11,6% menos que ahora, según el INE
  • Las causas: un aumento de defunciones y un descenso de nacimientos
  • En 2066, uno de cada tres españoles tendrá más de 65 años
  • En solo 15 años, en tres de cada diez hogares vivirá una persona sola

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España perderá 5,4 millones de habitantes en los próximos 50 años, según el INE

El panorama de la población española en el próximo medio siglo arroja gran cantidad de sombras: menos población, menos niños y jóvenes, maternidad más tardía, más personas mayores que adultos jóvenes que puedan trabajar -y cotizar- y más personas viviendo en soledad o con pareja pero sin hijos, que vivirán más años pero en menor compañía. Con las actuales tendencias demográficas, España perderá 5,4 millones de habitantes en cincuenta años, periodo en el que el porcentaje de personas de más de 65 años pasará a representar el 34,6% de la población frente al 18,7% actual.

El declive de la población española empezará a partir del año que viene, según las últimas previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE) y continuará de forma ininterrumpida a lo largo del próximo siglo. Sólo en los próximos quince años, hasta 2031, la población se reducirá en 552.245 habitantes, un 1,2%, lo que situará el total en 45,9 millones en 2031, 

La reducción de la población será consecuencia del aumento de las defunciones y la disminución de los nacimientos, situación que se acentuará a partir de 2040, dando lugar a una reducción de 8,5 millones de habitantes, un saldo vegetativo negativo que no podrá ser compensado con el saldo migratorio previsto, que será positivo en algo más de tres millones de personas.

Estos datos forman parte de las "Proyecciones de Población 2016-2066" que añaden que en 2066, dentro de cincuenta años, España tendrá 41,1 millones de habitantes, un 11,6% menos que ahora.

Según el INE, el número de nacimientos seguiría reduciéndose en los próximos años, continuando así con la tendencia iniciada en 2009. Así, en los próximos 15 años nacerán un 22% menos de niños que en los últimos quince. En 2031, la cifra anual de nacimientos habría descendido hasta 335.937, un 19,5% menos que en la actualidad.

Maternidad cada vez más tardía

La proyección realizada contempla que la fecundidad de las mujeres mantenga una ligera tendencia al alza. Así, el número medio de hijos por mujer sería de 1,36 en 2031 y de 1,38 al final del periodo proyectado, frente al 1,33 actual.

La edad media de la maternidad, que se sitúa actualmente en 31,9 años, seguiría creciendo paulatinamente, hasta acercarse a los 33 años al final del periodo.

El descenso en el número de nacimientos vendría determinado, sobre todo, por la reducción del número de mujeres en edad fértil. De hecho, el número de mujeres entre 15 y 49 años bajaría en 1,8 millones (un 16,6%) en 15 años, y en 3,5 millones en 50 años (un 32,7%).

Esperanza de vida más allá de los 90 años

Por otro lado, la esperanza de vida al nacimiento alcanzaría los 83,2 años en los varones y los 87,7 en las mujeres en 2031, lo que supone una ganancia respecto a los valores actuales de 3,3 y de 2,3 años, respectivamente. En 2065, de mantenerse la tendencia actual, la esperanza de vida de los hombres superaría los 88,5 años y la de las mujeres los 91,6 años.

De la misma forma, una mujer que alcanzase la edad de 65 años en 2065 viviría en promedio otros 28,2 años más (25,1 en los hombres), frente a los 22,7 años de supervivencia actuales (18,8 para los hombres).

A pesar de la pérdida de población y la mayor esperanza de vida, el número de defunciones seguiría creciendo por el envejecimiento poblacional. Así, en el periodo 2016-2030 se llegarían a registrar casi seis millones y medio de fallecimientos, un 12,7% más que las observadas en los 15 años previos (2001-2015).

En el año 2031 se producirían 452.026 fallecimientos entre los residentes en España y en 2065 se llegaría a 595.979 defunciones (frente a los 420.018 del año 2015). Ante el descenso de la natalidad y el envejecimiento poblacional, en España habría más defunciones que nacimientos (saldo vegetativo negativo) durante los 50 próximos años.

Paulatino crecimiento migratorio

Por otro lado, España alcanzaría en 2016 un nivel de 343.614 inmigraciones, mientras que 330.675 personas abandonarían el país para residir en el extranjero este año, con lo que pasaría a registrar un saldo migratorio positivo con el extranjero, después de seis años con saldo negativo.

La proyección para el conjunto del periodo 2016-2065 se realiza bajo las hipótesis de un flujo inmigratorio constante y una propensión de la población a emigrar al extranjero, por edades, también constante, ambos sostenidos en su nivel previsto para 2015 según los datos de la Estadística de Migraciones.

Si así fuera, España ganaría casi 115.000 habitantes hasta 2020 en sus intercambios de población con el extranjero. Esta tendencia se reforzaría en años sucesivos, obteniéndose así una ganancia neta de población debida a migraciones de casi 3,1 millones de personas en los 50 próximos años.

Envejecimiento de la pirámide de población

La simulación realizada por el INE muestra también la intensidad del proceso de envejecimiento de la población residente en España. De mantenerse la situación demográfica de la actualidad, la pérdida de población se concentraría en el tramo de edad entre 30 y 49 años, que se reduciría en 4,2 millones de personas en los 15 próximos años (un 28,5% menos) y en seis millones hasta 2066 (un 40,1% menos).

Además, el descenso de la natalidad provocaría que en 2031 habría unos 1,2 millones niños menores de 10 años menos que en la actualidad (un 25,9%) y 1,7 millones menos en 50 años (un 35,3% inferior).

Por el contrario, la población se incrementaría en la mitad superior de la pirámide de población. De hecho, todos los grupos de edad a partir de los 70 años experimentarían un crecimiento de efectivos.

Dentro de 15 años, en España residirían 11,7 millones de personas mayores de 64 años, tres millones más que en la actualidad (un 34,8%). Y esta cifra se incrementaría hasta 14,2 millones de personas (un 63,1% más) en 50 años. El porcentaje de población de 65 años y más, que actualmente se sitúa en el 18,7% del total, pasaría a ser del 25,6% en 2031, y del 34,6% en 2066.

De mantenerse las tendencias actuales, la tasa de dependencia (el cociente, en tanto por ciento, entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) se elevaría desde el 53,5% actual hasta el 62,2% en 2031, alcanzando el 87,7% en 2066. La población centenaria (los que tienen 100 años o más) pasaría de las 16.460 personas en la actualidad a más de 222.104 dentro de 50 años.

Dentro de 15 años, 5,5 millones de españoles vivirán solos

Dentro de quince años, en 2031, habrá mas de 5,5 millones de hogares unipersonales, que supondrán el 28,6% del total y, pese a la reducción de la población, España tendrá casi un millón de hogares más que ahora, 19,3 millones, de los que en 11,7 millones de ellos sólo vivirán una o dos personas.

La proyección evidencia que en quince años el número de hogares en España aumentará en 902.666, un 4,9%, hasta los 19,3 millones. Y ello, a pesar de que la población residente en viviendas familiares descenderá un 1,4% es decir, en 653.436 personas, consecuencia de que el tamaño medio del hogar pasará de los 2,5 integrantes actuales a los 2,35 en 2031.

Continúa de esta forma la tendencia de los últimos años, que muestra un aumento de los hogares mas pequeños, mientras que los de familias numerosas siguen descendiendo. Así, los hogares compuestos por una sola persona son los que más crecerán en los próximos 15 años, un 19,8% más que en 2016, y el número de personas que vivirán solas en 2031 representarán el 12% de la población, frente al 9,9% que suponen en la actualidad.

Por comunidades autónomas, en 2031 Asturias se situará a la cabeza de las regiones con mayor número de hogares unipersonales -el 34,2% del total- seguida de Castilla y León -33,2%- y Navarra -32,4%-, mientras que Melilla será el único territorio en el que el porcentaje de hogares de una persona no alcanzará el 20%.