Felipe VI reclama "una España alejada del pesimismo" en la entrega de los Premios Princesa de Asturias
- El rey reivindica el orgullo "de lo que somos y de lo que juntos hemos conseguido"
- Asegura que los premios refuerzan "nuestra confianza en la civilización y el ser humano"
- Don Felipe no ha hecho alusión alguna a la situación política española
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Felipe VI ha reclamado este viernes una "España alejada del pesimismo, del desencanto o el desaliento" durante su discurso institucional de los Premios Princesa de Asturias, cuya ceremonia de entrega ha tenido lugar en el Teatro Campoamor de Oviedo.
En su intervención, de 28 minutos de duración, el rey ha recordado que los premios nacieron hace 35 años "con la voluntad de afirmar una España que, como dijo Unamuno, tiene que ser de brazos abiertos" y que debe vivir "orgullosa de lo que somos y de lo que juntos hemos conseguido, que ha sido mucho y admirable".
El monarca, que el lunes comenzará una nueva ronda de contactos con los principales líderes de los partidos, no ha hecho alusión alguna a la situación política que vive España.
Don Felipe, acompañado por la reina doña Letizia, ha iniciado su discurso alabando las virtudes de los galardonados, cuyo "ejemplo nos mueve a la reflexión sobre el lugar destacado que, en la vida de las sociedades, tene el reconocimiento a quienes hacen de su existencia un símbolo de compromiso y solidaridad".
Según ha señalado el rey, "para la reina y para mí, el regreso a Asturias cada otoño para esta gran cita cultural se ha convertido en mucho más que un tradición emotiva y estimulante. Es una fecha muy especial y esperada con cariño". Una cita que, según ha indicado, la Familia Real vive "con intensidad por la certeza que nos inspira, porque amplía nuestro horizonte del conocimiento y -aun con las tragedias que a diario suceden en el mundo- refuerza nuestra confianza en la civilización y en el ser humano".
Durante su intervención -seguida con atención desde uno de los palcos por su madre, la reina doña Sofía- Felipe VI ha tenido también un recuerdo para sus hijas, la infanta Sofía y la princesa Leonor, "por la esperanza que representan en el futuro".
Además, ha resaltado la labor de los integrantes de la Fundación Princesa de Asturias, "cuyo prestigio aumenta cada año y con cada ceremonia de entrega".
"El progreso, fruto de muchos esfuerzos compartidos"
El monarca ha dedicado el grueso de su discurso a ensalzar la labor de los galardonados. y a expresar "la admiración profunda que sentimos por su obra".
"Gracias a todos y cada uno de vosotros somos más conscientes de que el progreso es siempre fruto de muchos esfuerzos compartidos entre personas de orígenes diversos, entre culturas y creencias distintas, entre naciones diferentes", ha resaltado don Felipe, para quien "no hay ninguna gran obra, ninguna gran creación, que no haya surgido desde los más auténticos sentimientos".
El rey ha desglosado uno por uno los méritos de los premiados, comenzando por la actriz Núria Espert, Premio de las Artes, quien para el monarca "encarna la fuerza y la belleza del teatro y representa hoy aquí no solo la mejor esencia de nuestra escena, sino también la de tantos textos y representaciones de dramaturgos de todo el mundo y de todas las épocas".
Del Premio de Comunicación y Humanidades, el fotoperiodista James Nachtwey Felipe VI ha resaltado su visión "profunda, solidaria, comprometida y crudamente real", mientras que de la británica Mary Beard, Premio de las Ciencias Sociales -a quien ha comparado con la española Emilia Pardo Bazán-, ha destacado "su esfuerzo divulgativo" que nos ayudará "a entender mejor el mundo y su pasado, para así aprender quizá a modelar un mejor futuro".
Sobre el Premio de Investigación Científica y Técnica, el biofísico Hugh Herr-que ha recogido su galardón con sus prótesis biónicas a la vista-, ha dicho que "su visión innovadora y creativa es una poderosa luz que ilumina circunstancias y vidas, en muchos casos, llenas de desconsuelo y de dolor, anímico y físico".
El Premio de los Deportes, Javier Gómez Noya, es para el rey "un símbolo de lo que alcanzamos cuando nuestras sanas ambiciones se construyen con fortaleza e ilusión", mientras que Richard Ford, Premio de las Letras, destaca por ser un autor "muy consciente del papel fundamental e insustituible que la literatura tiene en el entramado de la sociedad".
Don Felipe ha destacado de manera especial el Premio de Cooperación Internacional, que en esta edición ha sido otorgado a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, un documento que considera "el comienzo de la unidad a escala global que es imprescindible para contener el aumento de la temperatura de la Tierra".
También ha mostrado su satisfacción por el Premio de la Concordia, concedido a Aldeas Infantiles, cuya "labor sacrificada, infatigable y entregada" permite paliar los males que aquejan a la infancia y que, según el rey, "tiene que ser resueltos de manera consensuada y definitiva".
El rey ha concluido su intervención manifestando que "un pueblo que quiera, respete y ampare la cultura nunca le temerá a su futuro".
Entre la reivindicación de Ford y el orgullo de Espert
Antes del discurso de don Felipe, y como es tradición, cuatro de los premiados -en nombre del resto- han pronunciado unas breves palabras. El primero en hacerlo ha sido el escritor estadounidense Richard Ford, Premio de las Letras, quien ha reivindicado en su intervención el oficio de escritor, a la vez que ha lamentado que la política en su país sea "sinónimo de egoísmo y cinismo y engaño y despropósito y sinónimo de infortunio".
A continuación, la actriz Núria Espert, Premio de las Artes, ha dedicado su discurso al teatro, arte que "se apoderó de ella" a los 13 años y ha asegurado, rotunda, que solo puede ser ella misma "el el escenario". La intérprete catalana ha recitado sobre las tablas del Campoamor dos monólogos de "dos genios, Lorca y Shakespeare", levantando una sonora ovación entre los asistentes.
La historiadora británica Mary Beard, Premio de Ciencias Sociales, ha expresado -en español - su "honor abrumador" por el galardón y ha destacado -ya en su idioma- la necesidad de entender la Historia como "una actividad ciudadana, comunal y compartida".
Por último, Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que ha sido reconocido con el Premio de Cooperación, ha destacado que el Acuerdo de París es fruto del "espíritu de solidaridad" de casi 200 países "preocupados por el futuro de nuestra casa común".
La ceremonia ha concluido tras una hora y 25 minutos con la interpretación del himno de Asturias por parte de la Banda de Gaitas de la Ciudad de Oviedo y la convocatoria por parte del rey de los Premios Princesa de Asturias 2017.
Abucheos y aplausos a la entrada
La entrada de los reyes de España al Teatro Campoamor de Oviedo se ha producido entre abucheos de centenares de personas que se han concentrado para protestar por la situación económica del país y los aplausos que, desde el otro lado de la calle, han dedicado a los monarcas el resto de los asistentes.
La concentración ha sido impulsada por el colectivo 'Marchas de la dignidad', a la que se han sumado otra decena de organizaciones de protesta, como la Plataforma Antidesahucios (PAH) de Oviedo, la Plataforma Feminista de Asturias, el Movimiento estudiantil de la Universidad de Oviedo o la Asamblea de Trabajadores en Lucha.
Esta es la sexta ocasión en la que se han convocado concentraciones de protesta en las inmediaciones del Teatro Campoamor, aunque en esta oportunidad la concentración ha contado con el visto bueno de la Delegación de Gobierno en Asturias, que en años anteriores no había autorizado la protesta.