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La Catedral de Santiago y el Maestro Mateo se mudan a Madrid

  • El Prado analiza la figura del escultor autor del Pórtico de la Gloria
  • La exposición Maestro Mateo muestra hasta el 26 de marzo 14 piezas únicas
  • Muchas de estas piezas se reúnen por primera vez 500 años después

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El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, es la obra más famosa del maestro Mateo

"Si Galicia no tuviera la Catedral [de Santiago] y el Pórtico [de la Gloria] seríamos seguramente una zona marginal incluso dentro de la Península Ibérica. Ambos nos sitúan en el centro del universo". Así se pronunciaba hace unos meses el coordinador científico del Programa Catedral de Santiago, Francisco Prado-Vilar, que trabaja en la restauración del excepcional pórtico románico realizado por el Maestro Mateo en el siglo XII.

Ese centro del universo se desplaza desde este lunes en parte 600 kilómetros al sur, al Museo del Prado de Madrid, donde pueden contemplarse de manera excepcional las nueve esculturas conocidas que se conservan de la desaparecida fachada exterior del Pórtico de la Gloria en la exposición Maestro Mateo, dedicada a este escultor y arquitecto y a su trabajo en la catedral compostelana.

Maestro Mateo en el Museo del Prado, organizada junto a la Real Academia Gallega de Bellas Artes y la Fundación Catedral de Santiago, reúne hasta el 26 de marzo un total de 14 piezas, las citadas esculturas, otros elementos que formaron parte de esa fachada exterior desaparecida, como un rosetón y dos dovelas, y piezas claves del coro pétreo. Algunas de estas piezas vuelven a reunirse después de casi 500 años y salen por primera vez de sus ubicaciones habituales para trazar en el museo madrileño un relato novedoso y completo del trabajo del Maestro Mateo y su taller.

Otro de los factores que hacen de esta exposición una oportunidad única es que el público podrá ver por primera vez la escultura decapitada perteneciente también al Pórtico de la Gloria y descubierta hace poco más de un mes enterrada en una estancia de la torre sur del templo catedralicio. La figura, mutilada y denominada Estatua-columna masculina con cartela, ha supuesto un "avance extraordinario" en el conocimiento de la actividad del Maestro Mateo. La escultura fue utilizada como material de relleno en el interior de la torre de las campanas de la catedral.

Entrar en la Catedral de Santiago

El montaje de la muestra, expuesta en las 51 y 51 B del Edificio Villanueva y comisariada por el director técnico y conservador del Museo Catedral de Santiago, Ramón Yzquierdo Peiró, se inicia con el documento fechado en 1168 en el que el rey Fernando II de León concede una pensión vitalicia al Maestro Mateo para la conclusión de la Catedral de Santiago de Compostela.

Al menos desde ese año empezaron los trabajos de este arquitecto y escultor para concluir la basílica, respetando los trabajos realizados bajo el obispado de Diego Gelmírez, que entre 1101 y 1140 -la construcción se había iniciado hacia 1075- contemplaron la consagración de los altares de la girola y la capilla mayor, se construyeron las fachadas del crucero -la Portada de Platerías y la Portada del Paraíso- y se iniciaron las obras de la nave longitudinal del templo.

'Maestro Mateo en el Museo del Prado'

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  • 'Maestro Mateo en el Museo del Prado

    San Mateo (h. 1200). Maestro Mateo

  • 'Maestro Mateo en el Museo del Prado.

    'Dovelas con el castigo de la lujuria' (h. 1200). Maestro Mateo.

El Maestro Mateo y su taller se encargaron de la construcción de la "cripta" o "catedral vieja", el Pórtico de la Gloria y la desaparecida fachada occidental, además del coro pétreo que se instaló en los cuatro primeros tramos de la nave central de la iglesia.

La "cripta", que se construyó para salvar el desnivel entre las naves de la iglesia y la plaza del Obradoiro, sirve de sustento al pórtico, al que se asemeja en forma e iconografía y supuso la introducción en la Península Ibérica de nuevas formas artísticas que aunaban influjos franceses, italianos e incluso islámicos, señalan desde el Prado.

No obstante, la parte más relevante y significativa del proyecto del Maestro Mateo es el Prótico de la Gloria, catalogada como obra cumbre del arte europeo de la transición del siglo XII al XIII y que él mismo firmó el 1 de abril de 1188 en los dinteles, dejando constancia de que había dirigido las obras de la catedral "desde sus cimientos". Actualmente, el pórtico se somete al referido proceso de restauración para recuperar su policromía y solucionar problemas de conservación.

Las piezas expuestas

El proyecto del Maestro Mateo contempló originalmente una rica fachada para el Pórtico de la Gloria, que sería modificada a principios del siglo XVI y finalmente sustituida en el XVIII por la actual fachada del Obradoiro. El coro pétreo, obra del mismo maestro, también fue reemplazado a principios del XVII por otro realizado en madera.

De estos conjuntos desaparecidos se conservaron esculturas que fueron, bien reubicadas en la propia catedral, bien entregadas a diferentes instituciones o pasaron a colecciones privadas. La exposición Maestro Mateo en el Museo del Prado reúne 14 de esas piezas, como las esculturas de Salomón y David, que fueron trasladadas de la fachada desmantelada al pretil de la logia del Obradoiro, donde han permanecido durante todos estos siglos hasta su restauración in situ y desplazamiento a Madrid para ser expuestas.

Del antiguo coro pétreo, realizado en granito hacia 1200, en el Prado pueden contemplarse los Caballos del cortejo de los Reyes Magos, que se usaría como material de relleno en la escalinata del Obradoiro y que se recuperó en 1978- y la escultura de San Mateo. Otros elementos que también pueden verse son el rosetón -reconstruido a partir de los fragmentos hallados en 1961- y dos Dovelas con el castigo de la lujuria, que se creen que se situaban en el arco del lado sur y cuya temática coincidía con la del arco correspondiente del Pórtico de la Gloria dedicado al Juicio Final, para transmitir en cojunto un mensaje apocalíptico y de salvación.