Encontrado un sexto cadáver en el hotel sepultado por un alud en Italia
- Hay 11 supervivientes, nueve de ellos rescatados bajo la nieve, y 23 desaparecidos
- Los equipos de rescate esperan encontrar más supervivientes
El hallazgo de un nuevo cadáver entre los restos del hotel Rigopiano, sepultado el miércoles por un alud en el centro de Italia, hace subir a seis la cifra provisional de muertos en la tragedia, según los bomberos, más de una veintena de desaparecidos y once personas rescatadas con vida, de ellas nueve de entre los escombros del hotel.
El hallazgo del cadáver de un hombre, la sexta víctima, se produce cuatro día después de que una avalancha, posiblemente originada por los terremotos del miércoles, sepultara el hotel Rigopiano de Farindola, situado a 1.300 metros de altitud en la cordillera de los Apeninos, en la región de los Abruzos (centro de Italia).
Las once personas rescatadas con vida, entre ellas cuatro niños, permanecen ingresadas en el hospital de Pescara (centro), se encuentran en buen estado y solo una de ellas ha tenido que ser operada de un brazo.
Entre los once supervivientes están los dos hombres a quienes el alud pilló fuera del hotel y que, tras escapar de la nieve, lograron dar la voz de alarma.
A la espera de conocer la identidad del último cadáver localizado, los muertos hasta ahora corresponden a Gabriele D'Angelo y Alessandro Giancaterino, camareros del hotel; Barbara Nobilio y Nadia Acconciamessa y Sebastiano di Carlo, estos últimos padres de uno de los niños que fueron rescatados con vida.
Las labores de búsqueda de posibles supervivientes continúan sin descanso en esta zona, en la que han sido desplegados alrededor de 130 efectivos, entre militares, bomberos, policías y miembros de la Cruz Roja o del Servicio Alpino.
Se trabaja en condiciones extremas por el frío que reina en la zona y en medio del temor a que en el hotel sepultado haya derrumbamientos o se produzcan nuevas avalanchas.
Esperanzas de encontrar supervivientes
El jefe de la Protección Civil italiana, Fabrizio Curcio, ha asegurado este domingo que conserva la esperanza de encontrar algún superviviente entre la veintena de desaparecidos.
"Quien trabaja en esas condiciones lo hace pensando que aún se puede salvar a alguien. La esperanza está siempre, porque esas condiciones podrían haber dado lugar a situaciones de cualquier tipo", ha dicho Curcio al programa In Mezz'Ora de la cadena de televisión pública RAI3.
Anteriormente el responsable del Servicio de Prevención y Protección de los bomberos, Fabio Jerman, había declarado en el mismo sentido, al canal privado Skytg24, que "la experiencia demuestra que puede haber esperanzas" de encontrar gente con vida.
Los operarios rastrean la zona con perros y medios técnicos en busca ruidos en el interior del hotel sepultado por toneladas de hielo que indiquen señales de vida para, de ese modo, excavar y proceder al rescate.
Lo hacen con la esperanza de que alguna de las personas que se encontraban dentro del hotel en el momento del suceso haya logrado permanecer con vida, refugiada en alguna oquedad con provisiones, como hicieron varios de los supervivientes.
El corrimiento de nieve se produjo el miércoles como consecuencia de las intensas nevadas caídas en la zona y supuestamente a raíz de los terremotos de aquel día, temblores que afectaron a las regiones de los Abruzos, Las Marchas y el Lacio.
La acumulación de nieve se desprendió de la cresta del monte Siella, a 2.027 metros de altitud, arrastrando rocas, árboles y detritos y precipitándose sobre el hotel balneario, ubicado a unos 1.300 metros.
La Fiscalía de Pescara investiga, entre otros factores, el modo y la premura con que actuaron los servicios de emergencia, ya que el encargado de dar la alarma ha denunciado que no se le tomó en serio en un primer momento.