Arte o cruda realidad: el versátil prisma documental
- Dos de los filmes tratan de arte: Omega y El bosco, el jardín de los sueños
- Frágil equilibrio y Nacido en Siria se centran en dramas humanos
A pesar de sus diferencias temáticas, los cuatro nominados a mejor documental en los premios Goya comparten este año una misma característica: cuidan la forma de manera magistral. Todos destacan en su uso de la fotografía, en las partituras musicales, y en el uso de un montaje elegante. Son, un buen ejemplo, de porqué el documental en España se merece un mejor trato. La Academia debería replantearse su sistema de elección y al igual que en la mejor película deberían admitir un finalista más. El género documental lo merece.
Nacido en Siria, de Hernán Zin
Unos cuatro millones de sirios han tenido que abandonar el país huyendo de la guerra desde que esta empezara. Hernán Zin, director curtido en este tipo de documentales (La guerra contra las mujeres, Nacido en Gaza), nos plantea en Nacido en Siria una mirada sobre aquellos que sufren de una manera más cruda esa realidad: los niños. Así, sus protagonistas, Marwan, Arasulí, Gaseem, Jihan, Kais, Hamude y Mohammed, realizan un periplo en busca de una nueva vida enfrentándose a los abusos de las mafias, las inclemencias del mar y la incertidumbre de una nueva vida. Planteado como un cruce de siete historias, el autor quiere que seamos conscientes de lo que significa hacer nacido en Siria y no que no olvidemos que estamos ante el mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Un trabajo muy cuidado técnicamente donde, durante más de un año, Hernán y su equipo siguen a este grupo. Lo mejor y lo peor de este documental van unidos a un preciosismo que a veces le resta verisimilitud. Mención a parte la banda sonora de Gabriel Yared compositor entre otras de la partitura del Paciente Inglés
El Bosco. El jardín de los sueños, de José Luis López Linares
El jardín de las delicias de El Bosco, es quizá uno de los cuadros más enigmáticos de la historia de pintura. Cargado de miles de símbolos, las interpretaciones sobre su signficado siguen hoy en día desconcertando y provocando las más encedidas conversaciones. En el documental El Bosco. El jardín de los sueños su director ha querido que artistas, escritores, filósofos, músicos y científicos continúen en la conversación que comenzó hace 500 años en la corte de los duques de Nassau, en Bruselas, cuando se cree que la pintura fue encargada a El Bosco. La película propone así que el espectador se una a esta conversación siguiendo la tesis de Falkenburg que apunta a que el cuadro fue encargado por ese motivo. José Luis López Linares, veterano en el género, presenta un documental de excesiva lentitud, mágnifico en su fotografía y apoyado en exceso en las reacciones de sus entrevistados. Con todo, se agradece que un documental de arte llegué nominado a los Goya y sirva para abrir puertas en este género.
Omega, de Gervasio Iglesias y José Sánchez-Montes
¡Fuera!, esto es basura...si al menos tocara la guitarra... así fue parte de la acogida que tuvo el estreno del disco Omega creado por Enrique Morente y Lagartija Nick. Un acontecimiento rompedor y revolucionario que fusionó la voz flamenca y las guitarras eléctricas con la poesía de Federico García Lorca y las partituras de Leonard Cohen, allá por 90. Gervasio Iglesias y José Sánchez-Montes revisan en el documental Omega este mítico disco al cumplirse 20 años de su lanzamiento y lo que supuso para la música española. Destaca por un montaje ágil y unas intervenciones que atrapan, a pesar de lo manido de alternancia las entrevistas de los protagonistas.
Frágil Equilibrio, de Guillermo García
Frágil Equilibrio es quizá la propuesta más original y la menos convencional de las que han sido seleccionadas. La película se articula a través de las palabras del expresidente de la República del Uruguay José Mujica, que guía al espectador a través de tres historias en tres continentes distintos: dos ejecutivos japoneses en Tokyo, cuyas vidas se basan únicamente en sus trabajos; una comunidad subsahariana en el Monte Gurugú, en la frontera entre África y Europa, que se juega la vida intentando cruzar al Primer Mundo; y varias familias en Madrid destrozadas por la crisis y la pérdida de sus viviendas. Guillermo García consigue un documental poético y reflexivo a partes iguales, que por su honestidad merece sin duda el Goya este año