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Premios Goya 2017

Un Goya bien vale una resaca

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Dani Rovira, presentador de los Goya, junto a los actores Clara Lago y Rafa Villena y otros amigos tras la ceremonia.
Dani Rovira, presentador de los Goya, junto a los actores Clara Lago y Rafa Villena y otros amigos tras la ceremonia.

Cerca de las 03.30 horas de la madrugada subía a todo volumen la música de la fiesta de los ganadores de los XXXI Premios Goya, la del triunfo de Tarde para la ira y Un monstruo viene a verme, después de haber estado atendiendo a la prensa hasta apenas media hora antes. A muchos de los protagonistas de la noche les ha pillado el amanecer de este domingo aún de fiesta, y con marcha para rato.

Así que este domingo, la resaca postGoya se nota en las redes sociales, ventana a la que pocos valientes se han asomado.

Una de las más madrugadoras ha sido Anna Castillo, Premio Goya a mejor actriz revelación, que expresaba su alegría en Twitter cerca de las 14.00 horas: "De verdad que lo más increíble de todo esto ha sido ver todo el cariño y las cosas bonitas que me habéis dado. Gracias infinitas a todo aquel que ayer se sintiera feliz por mí, soy muy suertuda de poder vivir cosas así tan bien arropada".

La actriz y cantante Silvia Pérez Cruz, protagonista de uno de los grandes momentos de la noche al dedicar a los deshauciados su Goya a mejor canción original cantándoles el tema ganador, daba este domingo las gracias en Instragram al equipo de Cerca de tu casa:

Uno de los dos grandes triunfadores de la noche, J.A. Bayona, nueve estatuillas por Un monstruo viene a verme, incluida la de mejor director, publicaba de madrugada una entrañable foto familiar junto a sus padres y su hermano gemelo, bromeando sobre quién era quién.

El otro gan triunfador, Raúl Arévalo con su Tarde para la ira, se ha limitado a retuitear los tuits de dos amigos: uno de Miki Esparbé aplaudiendo el trabajo del presentador de la gala, Dani Rovira, y otro de Achero Mañas, que fue el tercer director novel en conseguir con El Bola (2000) el logro que ayer repitió Arévalo, ganar los Goya de dirección novel y mejor película -los otros dos son Agustín Díaz Yanes, por Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995) y Alejandro Amenábar, por Tesis (1996)-.

El ganador del Goya a mejor guion original, compartido con Raúl Arévalo, David Pulido, psicólogo de profesión, se preguntaba qué cara tendría un espectador de cine cualquiera si ganara este premio y posaba así de feliz con su cabezón.

La cara de los perdedores

En el lado de los perdedores, el guionista Patrick Ness, nominado a mejor guion adaptado por Un monstruo viene a verme, se fue a casa sin el Goya, pero muy contento con su foto con Pedro Almodóvar.

También feliz estaba Ricardo Gómez, nominado a mejor actor revelación por 1898. Los últimos de Filipinas, por la noche vivida y por sentirse "una pequeña parte de la industria que adoro", y en la que espera dar aún mucha guerra".

Otros no lo llevaban tan bien, aunque bromeaban con ello, como Paco León, que de cuatro nominaciones de Kiki, el amor se hace, no consiguió ningún premio.

El hasta luego de Rovira a las redes sociales

El que ya se despidió de las redes sociales al finalizar la gala de los Goya fue su presentador, el humorista malagueño Dani Rovira, que anunciaba que se quitaba el Twitter, después del aluvión de críticas que recibió el año pasado. Antes, durante la misma noche de la gala, había publicado un tuit en el que colgaba una foto suya con ocho añitos y preguntaba: "¿Vais a tener el valor de criticar a esta criaturita?"

Era la actriz Clara Lago, compañera de Rovira, la que mostraba después de la ceremonia el descanso del guerrero junto a algunos amigos.