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¿Hay tantas diferencias políticas e ideológicas entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón?

  • A ambos líderes les cuesta enumerar discrepancias ideológicas profundas
  • Ahora enfatizan lo que les separa y no esconden que hay una disputa por el poder
  • La relación con el PSOE e IU y cómo actuar en el Parlamento, puntos de fricción

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El líder y número dos de Podemos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.
El líder y número dos de Podemos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

¿Existen tantas diferencias políticas e ideológicas entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón como para haber llegado a la actual situación de ruptura? ¿Se trata de una simple lucha por el poder en un Podemos dividido en dos corrientes muy mayoritarias?

A ambos líderes les cuesta enumerar divergencias verdaderamente profundas en sus tesis, programas y objetivos políticos que hagan incompatible el Podemos que uno y otro quieren. Y en las pullas que se lanzan subyace siempre una disputa por la falta de entendimiento de los equipos que rodean a ambos.

A pesar de que siempre han mostrado estilos y matices en sus posiciones políticas, que ambos vendían no sólo como compatibles sino como enriquecedoras al proyecto común, ahora ponen en valor las diferencias, que parecen ir en aumento, en procedimientos, estrategias, estilos y lenguajes para justificar la guerra interna que no para de avivarse a tan solo tres días de la celebración de Vistalegre II, la Asamblea Ciudadana Estatal donde los inscritos decidirán qué Podemos es el ganador.

Tanto Iglesias como Errejón niegan, por un lado, la lógica de vencedores y vencidos que probablemente reinará tras el cónclave morado; pero también se esfuerzan en esta campaña electoral interna en enfatizar lo que les separa. Y entre ellos, ni siquiera se ponen de acuerdo en cuáles son esas diferencias políticas.

Iglesias ha señalado en los últimos días que "de Vistalegre saldrá un Podemos unido" y Errejón dice que "cualquier Podemos que salga sin uno de los dos saldrá debilitado". El primero busca la polarización total "O Íñigo o yo", y el segundo simpatiza con una bicefalia de Iglesias en el poder pero con sus ideas. La gestión de lo que pueda pasar este fin de semana puede ser más que difícil.

Aunque en las últimas semanas ha salido a la luz una guerra más de personas y de "entornos" que de ideas políticas reales e irresolubles entre Iglesias y Errejón, lo cierto es que sí existen diferencias, más que ideológicas, de criterio político y de actuación parlamentaria entre el número uno y dos de Podemos.

La relación con el PSOE e IU como arma arrojadiza

PSOE e IU se han convertido en dos formaciones que Podemos usa para la crítica interna y los dardos entre una corriente y otra sobre a quién deben o no parecerse.

Se utilizan los dos partidos- curiosamente con los que están llamados a entenderse si quieren optar a cualquier posibilidad de Gobierno- para criticar los modelos que defienden Iglesias y Errejón, hasta el punto de generar verdadero enfado en el socio parlamentario de Podemos, IU, con quejas formales por parte de su coordinador federal, Alberto Garzón, que denuncia "faltas de respeto".

La última campaña del sector 'errejonista' "Ni PSOE, ni IU. Recupera el morado", lanzada esta semana en Twitter, responde directamente a las acusaciones del sector 'pablista' que acusa a quienes quieren "un Podemos de familias y baronías", en clara alusión a Errejón.

Errejón, que siempre receló de la fusión electoral de Podemos e IU, aprovecha también para alejarse de IU en esta última campaña. Dice claramente en su documento político que "pareció no funcionar" esa unión de cara a las urnas, mientras que Iglesias, lejos de arrepentirse, siempre ha apostado por profundizar en esa unión con IU, aunque no se ha hablado de fusión.

Ambas corrientes han discutido sobre ese extremo sin que se haya planteado, tal y como ha confirmado el propio Garzón. Tanto Iglesias como Errejón han incluido en sus documentos organizativos que una hipotética fusión con el partido de Garzón necesitaría de una mayoría de dos tercios de los inscritos.

Por otro lado, Iglesias ha afeado "al entorno de Errejón" que haya "insinuado" que fue un error la decisión de Podemos de decir 'no' al pacto de PSOE y Ciudadanos en la investidura fallida de Pedro Sánchez, pero el número dos niega tal insinuación.

Errejón aclara que esa supuesta diferencia con Iglesias no es real pero sí interesada por parte del 'pablismo', aunque sí apunta en su documento político a que la relación de Podemos con el PSOE debe ser "más hábil e inteligente" y no de "negación obsesiva y choque frontal".

El secretario político va más allá y habla en la tesis política que defiende en Vistalegre II de "soberbia" e "inmadurez" en las negociaciones de Gobierno, lo que supone una crítica a Iglesias pero también a sí mismo puesto que él encabezó las negociaciones con los socialistas.

Sin llegar tan lejos, el propio Iglesias, en su documento político señala que "no se supo explicar" que Podemos iba "en serio" en su intención de gobernar con el PSOE.

El uso del Parlamento y la iniciativa política

Errejón aboga por "tomar la iniciativa en el Parlamento sin complejos" y liderar acuerdos con otros partidos, mientras que Iglesias no quiere que Podemos se "subordine" a la lógica institucional y defiende un Podemos "contrapoder".

"No somos políticos, somos gente haciendo política", señala el documento de Iglesias, que pide a sus diputados ser "activistas institucionales".

El número dos no quiere un Podemos "resistencialista", como el que propone el líder, y pide salir de la imagen de "enfant terribles" de la política española, ofreciendo una "normalidad alternativa" y "cierto orden".

Ambos coinciden en que Podemos ha sido capaz de poner encima de la mesa problemas como la pobreza energética pero Errejón lamenta que, después de hacerlo, "se echen a un lado" y no lideren acuerdos. Iglesias le responde que siguen siendo ellos quienes marcan la agenda de los temas que les preocupa a la gente.

Diferencias sobre cómo atraer más fieles

Coinciden y casi con las mismas palabras en sus documentos políticos en que "hay que mantener a los fieles y convencidos, pero atraer también a los ausentes". Los dos hablan de construir una nueva voluntad popular, pero Errejón critica la estrategia de Podemos de ir sólo por la izquierda y aboga por la "transversalidad", concepto que definió a Podemos en su creación.

Errejón cree, en este sentido, que Podemos debe volver a ese discurso con el que nació y alejarse de las etiquetas izquierda/derecha para volver a la dicotomía arriba/abajo.

Pide a Podemos no encerrarse "solo a hablar con los sectores más golpeados" y añade: "A la fuerza de los de arriba no se le puede oponer la izquieda, sino la mayoría heterogénea y mestiza de los de abajo". Pide, además, "disolver los miedos en torno a Podemos" y atraer a sectores diversos y no disimula a la hora de buscar al electorado socialista desencantado: "Podemos pierde un tiempo precioso al no aprovechar la crisis existencial del PSOE".

Iglesias vuelve, en este punto, al concepto "gente" y pide gobernar "con, para y por la gente" y estar "en la calle" con los "problemas reales de la gente" para no acostumbrarse a la "moqueta del Congreso" ni parecerse a los "viejos partidos".

Los dos retoman casi por igual los conceptos "construir pueblo" y "hacer patria" para llamar a un mayor electorado a sus filas porque el objetivo común de ambos es gobernar tras las proximas elecciones generales.

No sin mi equipo

Llegados a estas alturas de enconamiento de cara a 'Vistalegre II', ninguno disimula que detrás de las diferencias y matices políticos hay discrepancias, y esas sí parecen irreconciliables, en cuanto a los equipos que deben dirimirlas en el nuevo Podemos que habrá el próximo lunes 13.

"Iría en la lista de Pablo si creyera que es la mejor para Podemos pero creo que hay compañeros que se han ido quedando por el camino". Es más que elocuente que Errejón contestara así en una reciente entrevista en La Sexta al preguntarle por cuáles son sus principales puntos de fricción con el número uno de Podemos. Eso fue lo que dijo en primer lugar, poniendo por delante la lucha de sillones del debate de ideas.

"El problema no es Pablo. Hay gente de su entorno que no me quiere en puestos de relevancia", repite Errejón estos días, apuntando sin disimulo a quienes rodean al líder.

Iglesias defiende sin fisuras a su "entorno" y ha centrado la última recta de su campaña en destacar que "sin su equipo y sus ideas", él no es "nada" y aboga por que la "película" que se siga rodando en Podemos "no tenga como protagonistas los egos".

Coinciden Iglesias y Errejón en que Podemos debe dejar de mirarse el ombligo y de alimentar esa guerra de egos, pero eso ya será, o no, tras Vistalegre II.