Hollywomen
- Isabelle Huppert, Ruth Negga, Meryl Streep, Natalie Portman y Emma Stone, candidatas a mejor actriz
- Viola Davis, Naomi Harris, Nicole Kidman, Octavia Spencer y Michelle Williams, a secundaria
Con un curriculum impresionante, Isabelle Huppert, es la actriz europea que este año se ha colado, con méritos propios, en las nominaciones. Un monstruo de la interpretación como demuestra en Elle donde se lo come todo. Ella es la película y su director, Paul Verhoeven, lo sabe. Llevamos muchos años admirándola y viéndola en el cine.
Nos conmovió ver recientemente cómo le traicionaron los nervios al recoger el Globo de Oro a esta actriz que nunca se tambalea en las películas ni en sus apariciones públicas, y que a sus sesenta y tres años sigue en plena forma, lanzándose al vacío. Menuda, pero no frágil, es esta mujer, que con su 1,60 m., hace honor al refrán que dice que en el frasco pequeño está la buena confitura. En 1980 parecía que Michael Cimino le abría la puerta del cielo de Hollywood pero el fracaso de la película hizo que, quizá desoyendo cantos de sirena, se quedara para reinar en Europa. Lleva años trabajando con los mejores directores como François Ozon, y a la caza de grandes papeles como La pianista de Haneke, precedente de la compleja personalidad que encarna en Elle.
Tiene quince nominaciones al Cesar, las mismas que Catherine Deneuve. Desde que le dimos el premio RNE Sant Jordi por Un asunto de mujeres, a finales de los ochenta, la pelirroja indomable ha tenido todo tipo de reconocimientos en Europa, Bafta, Cesar, Copa Volpi en Venecia, dos veces mejor actriz en Cannes, premio Donostia en San Sebastiàn, pero le falta el Oscar. ¿Será premonitorio el Globo de Oro? Al tiempo.
Ruth Negga, una mirada que no se olvida
Ruth Negga es la más exótica de todas. Una actriz etíope-irlandesa a la que hemos visto hasta ahora tímidamente en el cine en películas como Desayuno en Plutón. Esta bellísima actriz de treinta y cinco años, nacida en Adís Abeba, en la línea Halle Berry, se ha paseado por la televisión. El personaje de Mildred al que da vida en Loving es para ella una grandísima oportunidad de arrancar con fuerza carrera cinematográfica. Interpreta con convicción a esta mujer repudiada por la sociedad, que no le permite vivir un amor en paz con un blanco ,en una América de los sesenta demasiado monocolor. Su mirada es de las que no se olvidan. Estuvo nominada al Globo de Oro y en la noche de los Oscar no pasará desapercibida, aunque quede apeada por alguna de sus compañeras.
Natalie Portman, vampirazar a Jackie Kennedy
Qué atrevimiento el de Natalie Portman, encarnar a todo un icono como la que fue primera dama estadounidense, Jackie Kennedy, señora Onassis más tarde. Pero no muere en el intento. Sólo con la mirada lo expresa todo. Esta joven actriz judía estadounidense, nacida en Jerusalén, también de treinta y cinco años y 1,60 m., ha crecido en el cine. Nos enamoramos de ella desde que la vimos de niña,con trece años,en León, de Jean Luc Besson, en 1994 descolocando a Jean Reno. Esta robacorazones hacía ir de cráneo también a Timotty Hutton en Beautiful Girls, fue musa en 2006 con Milos Forman y Princesa en Star Wars. Ahora tiene un proyecto con Malick. Siempre precoz, ha sido el miembro más joven en el jurado de Cannes. Productora y directora -ha dirigido un corto- además de actriz, no se ha dejado nunca manipular. Esta vegana, que habla un montón de idiomas, tiene las ideas muy claras. Ha rechazado desnudos pero ha posado para Annie Lebovitz, orgullosa luciendo embarazo, como en su momento hizo Demi Moore.
Con fama de inteligente, licenciada en psicología por Harvard y casada con un coreógrafo, ganó el Oscar, bailando más o menos, en Cisne Negro en el 2010 y ahora lo vuelve a intentar con muchas posibilidades de llevárselo a casa. Ayudada por sombreritos y trajes de marca, ha vampirizado a Jackie Kennedy en la interesante película de Pablo Larraín.
Emma Stone, la niña mimada de los Oscar
Considerada la actriz joven con más talento de la actualidad ,es la niña mimada de estos Oscar, con sus faldas al vuelo en la película del año, La la land. Esta chica de Arizona, de 1,68 m. de estatura, que debutó en el 2004 en la tele, coincidió con Ryan gosling en Crazy Stupid love, pero cayó en brazos de 'Spiderman', Andrew Garfield, justo cuando empezamos a fijarnos en ella. Lleva tiempo deslumbrándonos. Estuvo nominada al Oscar como actriz de reparto en el 2014, por el papel que bordaba de hija drogadicta del protagonista, Michael Keaton, en Birdman. Su cintura de avispa ha pasado por las manos de Sonia Grande que la vistió para Woody Allen, quien ha confiado en ella y en su magia a la luz de la luna. A sus veintiocho años ,ha conseguido ya la Copa Volpi y el Globo de Oro de mejor actriz. Está refrescando el cine y opta muy seriamente al Oscar en un año en que, gane o no gane, será una de las grandes protagonistas de la noche.
Meryl Streep, la leyenda viva
Hablar de Meryl Streep es hacerlo siempre en superlativo. La eterna reina del baile, aunque en este caso interprete a una pseudo-cantante en Florence Foster Jenkins. Streep ofrece en la agridulce película de Stephen Frears un recital, todo un festival de recursos, en este papel de mujer ridícula loca por la música. Maquillada o no maquillada, ella monta su teatrillo y merece todos los bravos.
Es la número uno de la interpretación, la mejor actriz de todos los tiempos, leyenda viva del cine. Ha tocado todos los géneros y le sale todo bien. Desde que nos impactó con películas como El cazador, o ya en los ochenta, La mujer del Teniente francés la hemos visto reir y llorar en el cine, en los dramas más intensos Memorias de Africa con Robert Redford, o Los puentes de Madison, con Clint Eatswood, pero también disfrutando a tope en el musical Mama mia. Ha sido la mujer de Woody Allen en Manhattan. Implicada y comprometida, como hemos visto en los últimos Globos de Oro, ha liderado a las sufragistas, pero también ha dado vida a Margaret Tatcher. Su carrera empieza a ser inabarcable. Esta reina de la naturalidad, que, sin renunciar a la coquetería, se pone las gafas sin ningún problema y tiene un envidiable sentido del humor, lleva casi cuarenta años casada en la vida real con un escultor, los mismos que lleva de brillante carrera. En el cine ha conseguido que un tipo tan atractivo como Hugh Grant esté a su servicio, como marido ideal, en la película por la que está nominada.
A sus 67 espléndidos años opta una vez más al Oscar. Tiene tres y parecen pocos. El primero lo ganó como actriz de reparto por Kramer contra Kramer en 1980, los otros dos ya como protagonista por La decisión de Sophie y La dama de hierro. Suma veinte nominaciones y es la única que en la noche de los Oscar ni pierde ni gana porque su sóla presencia prestigia la gala.
Candidaturas a mejor actriz secundaria
Viola Davis. Impresionante la fuerza de esta actriz de carácter que ha ganado un Emmy y dos Tonys. Es la primera actriz negra que consigue tres nominaciones al Oscar y veremos si lo gana y puede ratificar que a la tercera va la vencida en una noche que promete ser muy afroamericana. Empezó a asomarse en el cine a finales de los noventa, colaborando en películas como Traffic, Solaris, o Lejos del cielo. Esta mujer de cincuenta y un años y curvas poderosas, ha hecho enfermeras, policías, trabajadoras sociales, detectives. Sin duda, La duda, en 2009, fue la película que la situó y la hizo mundialmente conocida,y donde quizá se forjó su inquebrantable amistad con Meryl Streep. En 2012, otra buena oportunidad y segunda nominación con Criadas y señoras donde casualmente ya coincidió con dos nominadas más de este año, Emma Stone y Octavia Spencer. Con el impulso que le da el Globo de Oro, es la favorita para llevarse la estatuilla de actriz de reparto por su papel en Fences, la película en la que acompaña orgullosa a Denzel Washington.
Viola Davis es en Fences, el árbitro de la familia. La mujer enamorada, paciente y sufrida de Denzel Washington, el ama de casa perfecta. Su fiera explosión de rabia, al final de la función, en este melodrama a lo Tenesse Williams, la hace justa merecedora del Oscar. Se deja la piel y la vida en el papel.
Naomi Harris, es una de las más nuevas. Otra actriz de color que se incorpora con fuerza al panorama cinematogràfico. Esta bella actriz británica,nacida en Londres, ha alternado cine y televisión. Ha intervenido en Piratas del Caribe, en Miami Vice y como agente Money Penny en las películas del James Bond Daniel Craig, Skyfall o Spectre donde se tropezaría con Javier Bardem. Ha trabajado con Danny Boyle en 28 días después, y la hemos visto últimamente en Belleza oculta con Will Smith. Tiene cuarenta años y mide 1,73 m. La madre drogadicta del protagonista de Moonligth le da la oportunidad de mostrar un amplio registro dramático. Se la va a ver.
Nicole Kidman es la más consagrada y popular de las actrices que optan a esta estatuilla.Ya consiguió el Oscar por Las horas donde encarnó a la escritora Virgina Woolf, con una nariz postiza que en su momento dio mucho que hablar. Tiene tres globos de oro y el Bafta. Nacida en Honolulu, esta pelirroja de metro ochenta, tiene actualmente cuarenta y nueve años. Debutó en 1983. Se dio a conocer con Calma Total. Todo por un sueño, de Gus Van Sant, la colocó entre las actrices más destacadas. En los noventa su matrimonio com Tom Cruise la hizo carne de revista. Con él trabajó en la última película de Kubrick, Eyes Wide Shut, y juntos produjeron Los otros de Alejandro Amenábar. Se arriesgó con Lars Von Trier en Dogville, ha vivido apasionantes romances en el cine con Hugh Jackman o Colin Firth y ha lucido piernas en Moulin Rouge o Nine.
Casada con el músico Keith Urban, compagina la maternidad con el cine. En Lion da vida precisamente a la madre adoptiva de Saroo, Sue Brierley, una mujer compasiva y generosa. Interviene en las escenas más emotivas. Aunque no parece que vaya a llevarse el Oscar otra vez,igual que ha tocado el alma de los numerosos espectadores a los que ha hecho llorar, es posible que haya tocado la de los académicos. La australiana demostrará una vez más su poderío en la alfombra roja.
Octavia Spencer. Esta mujerona de cuarenta y seis años,nacida en Alabama, con cara de simpática, a la que no parecen importarle los quilos de más, ya consiguió este Oscar de actriz de reparto al que vuelve a optar, con Criadas y señoras,en una de aquellas noches que la emoción te lo pone difícil para el discurso. Esta actriz que pasó por la Universidad, ha coincidido un par de veces con Sandra Bullock y ha trabajado con Samuel L. Jackson y Kevin Costner, con quien libró un duelo de abuelos. Artista todo terreno, es también productora y guionista. En Figuras ocultas encarna a la primera supervisora afroamericana de la NASA. Pionera de la informática que ahora manejamos, una luchadora con unos momentos precisos y preciosos en la película.
Michelle Williams, rubia adorable,ha estado tres veces nominada a los Oscar en este mismo apartado. Desde pequeña tuvo claro que quería ser actriz y empleó todos sus esfuerzos en ello. Muy precoz, esta chica de cara aniñada,alternó la televisión con el cine .Desde que debutó en el 93 nos ha sensibilizado en películas como Blue Valentine. La viuda de Heath Ledger es una especie de musa indie, pero ha protagonizado campañas de grandes marcas como Louis Vuitton y su elegancia suele distinguirla en las alfombras rojas. Esta exquisita actriz de treinta y seis años, ha sido musa de Andy Warhol en el cine, ha trabajado con Wim Wenders y se ha metido en la piel de todo un mito como Marilyn Monroe. Ha obtenido el Globo de Oro y el Spirit Award pero le falta el Oscar. Quizá tendrá que esperar pero sea como sea, sus minutos, de mujer desconsolada, en Manchester frente al mar valen oro.