'La vida de Calabacín', niños de látex que nos miran a los ojos y consiguen emocionarnos
- Candidata al Oscar a la Mejor Película de Animación, es una de las cintas más premiadas del año
- Narra la amistad de los niños de un orfanato
- Se estrena el 24 de febrero
1 NOMINACIÓN AL OSCAR
-Mejor Película de Animación
Es una pena que haya gente que no vaya a ver La vida de Calabacín por que sea una película de animación, porque se estará perdiendo una de las mejores cintas del año; y de las más valientes. La historia de unos niños huérfanos que han tenido una vida realmente dura y que en el orfanato encontrarán una nueva familia y una segunda oportunidad para ser felices.
Lo mejor es que consigue tratar temas delicados de una forma muy optimista y desde el punto de vista infantil, consiguiendo una historia que nos emociona y nos da esperanzas a partes iguales. Cine que trata a los niños como adultos y que los mayores disfrutamos aún más.
Y todo contado con una sencillez narrativa, gracias a la que la historia fluye como si de un trozo de vida se tratase. No esperéis grandes despliegues tecnológicos, sólo niños que nos miran a los ojos y consiguen emocionarnos. Todo un logro para tratarse de una película de tan solo 66 minutos (en la que no sobra ni falta nada).
Sin olvidar que también es un bello alegato a favor de la adopción de los niños huérfanos.
Una joya del Stop-Motion (animación fotograma a fotograma) que consigue dotar de vida (y de sentimientos) a unos muñecos de látex, silicona, resina y tela; de forma que, aunque no tengan la perfección que se consigue con la animación por ordenador, tienen mucha más vida que la mayoría de personajes en 3D, por muy perfectos que sean sus movimientos.
Y es que con esta película han logrado captar la mirada de los niños con una fuerza inusitada.Casi hasta adivinamos lo que pasa por las cabezas de los jóvenes protagonistas. Y lo mejor es que lo hacen con una propuesta original, arriesgada, pedagógica y divertida, que nos sorprende por su forma de tratar a los niños de tú a tú.
Una fábula optimista, cargada de humor y poesía, sobre la inocencia y la capacidad de adaptación de los niños, que nos enseña que, por muy mal que vayan las cosas, siempre hay esperanza. Y que, aunque parezca que todos estamos solos, siempre encontraremos a alguien que nos quiera por nosotros mismos. Una auténtica delicia.
La vida en un orfanato
Basada en la famosa novela Autobbiographie d'une Courgette (Autobiografía de un Calabacín), de Gilles Paris, La vida de Calabacín es la primera película de Claude Barras (Suiza,1973), un animador que ya había destacado por sus cortos como el multipremiado Le génie de la boîte de raviolis (2006); y su inteligente guion ha sido escrito por Céline Sciamma (directora de las premiadas Girlhood y Tomboy).
Para dar vida a estos pequeños niños (de 25 cm.) han sido necesarias más de 100 personas que han trabajado durante dos años.
La vida de Calabacín nos cuenta la historia de Ícaro, un niño de 9 años que prefiere que le llamen Calabacín porque así lo llamaba cariñosamente su madre. Tras la repentina muerte de esta, es internado en un hogar de acogida donde se encontrará con un ambiente hostil al que tendrá que irse adaptando con la ayuda de sus nuevos amigos.
Gracias a esos amigos poco a poco aprenderá a amar y confiar en los demás. Pasando de estar solo, a formar una pandilla que se convertirá en su nueva familia. Y en la que todos se tratan con respeto e igualdad pese a las evidentes diferencias que hay entre ellos.
Los protagonistas
En el orfanato Calabacín encontrará una nueva familia formada por sus amigos como Camille, una niña que prefiere el fútbol a las muñecas, o Simon, el típico malote pero con un gran corazón.
También tenemos a Ahmed, un chaval inocente y con la cabeza en las nubes al que le encanta disfrazarse de dinosaurio o robot; a Jujube, un niño glotón e hipocondríaco que come pasta de dientes; Alice una niña tímida que se oculta bajo su largo flequillo o Béatrice una niña amable siempre preparada para defender a los demás.
Destacar también a Raymond, el simpático policía que lleva a Calabacín al orfanato y que se siente muy unido al chico. La tía de Camille, que solo quiere a la pequeña por el subsidio que puede conseguir si la adopta; la Sta. Papineau, la directora del hogar de acogida o el Sr. Paul (un profesor) y Rosy, una cuidadora que espera un bebé.
La película de animación más premiada del año
Desde su presentación en la Quincena de los Realizadores de la pasada edición del Festival de Cannes, La vida de Calabacín se ha convertido en la película de animación más premiada del año: Además de ser finalista al Oscar a la Mejor Película de Animación, también fue seleccionada entre las 9 candidatas a la Mejor Película de Habla No Inglesa, por Suiza (aunque no pasó el corte final de 5).
Entre sus premios más importantes destacan el galardón a la Mejor Película de Animación en los Premios del Cine Europeo, el premio a la mejor película y el premio del público en el Festival de Annecy, el premio a la mejor película en Angulema, el premio del público en el Festival de Melbourne, el premio del público a la mejor película europea en el Festival de San Sebastián... y también fue finalista al premio LUX a la mejor película europea del año.
Sin duda la película de animación más sorprendente de 2016. No creemos que gané el Oscat (la gran favorita el Zootrópolis) pero sin duda ya ha hecho historia gracias a sus altísimos niveles de calidad en todos los aspectos.
Se estrena el 24 de febrero de 2017.