El juez sienta en el banquillo a seis hijos de Ruiz Mateos y les impone 496 millones de fianza por Nueva Rumasa
- Están acusados de estafa agravada y blanqueo entre otros delitos
- La Fiscalía Anticorrupción pide 16 años de prisión para cada uno de ellos
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha acordado este viernes la apertura de juicio oral contra los seis hijos varones del empresario José María Ruiz Mateos por el caso de Nueva Rumasa y les impone una fianza de más de 496 millones de euros. En el banquillo se sentarán otras nueve personas más, entre ellas, el empresario Ángel de Cabo.
El magistrado les acusa de estafa agravada, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes y delitos contra la hacienda pública por la trama que presuntamente urdieron entre 2009 y 2011 para captar fondos de inversores -"principalmente consumidores"- para revertir la situación económica de sus empresas", que atravesaban una difícil situación, "a sabiendas de que no podrían devolver el dinero y de que la publicidad "era totalmente engañosa y presuntamente delictiva".
La Fiscalía Anticorrupción pidió 16 años de cárcel para los seis hijos del empresario en su escrito de acusación, en el que detallaba que con este sistema piramidal lograron captar 337 millones aportados por 4.100 particulares, de los que dejaron sin devolver 289 millones.
El juez describe en el auto de 78 páginas las operaciones irregulares ideadas por los acusados en Nueva Rumasa, un conglomerado empresarial que afrontaba serios problemas económicos ya en 2008 y que siguió empeorando hasta situarse al borde de la insolvencia.
Para conseguir financiación -los bancos ya no se la prestaban-, los responsables del grupo crearon una trama para captar inversores cuyo dinero "no se destinaban ni a lo que se publicitaba ni a la propia sociedad emisora, sino que servía para atender deudas de otras sociedades del grupo o para adquirir otras sociedades de renombre para seguir consolidando el engaño".
Trampa para ocultar su patrimonio
Al mismo tiempo, de acuerdo con el magistrado, los acusados comenzaron a urdir una trama para ocultar e intentar salvaguardar su patrimonio ante la inminente caída del emporio empresarial y las responsabilidades civiles y penales que pudieran derivarse.
El objetivo era hacer desaparecer su patrimonio y capital para posteriormente poder recuperarlo a través de testaferros, de sociedades mercantiles abiertas en paraísos fiscales y mediante prácticas financieras "por completo irregulares, sin más finalidad que la creación de capas de opacidad".
El grupo Nueva Rumasa llegó a contar con "al menos 4.067 cuentas bancarias en 117 entidades financieras", entre las que se encuentran Banesto, CaixaBank, BBVA, Santander, Caja Ahorros Madrid, Banco Popular, Banco Etchevarria o Caja de Ahorros de San Fernando.
El caso reúne las denuncias de 1.409 perjudicados por la caída de Nueva Rumasa, que reclaman un total de 171 millones de euros.
Fianza de cerca de 500 millones de euros
Ante esta cifra, De la Mata impone una fianza conjunta a los seis hijos de Ruiz-Mateos -Álvaro, Zoilo, José María, Pablo, Francisco Javier y Alfonso- de unos 496 millones de euros, de los cuales 200 millones corresponden a la multa y 171 a la responsabilidad civil, a los que se suma el tercio que establece la ley, equivalente a otros 124 millones.
De los otros nueve acusados, impone una fianza de 496 millones a Zoilo Pazos Jiménez, de 495 millones a Manuel Sánchez Marín, de 256 millones a Alfonso Barón Rivero, de 161 millones a José Ramón Romero López, y de 81 millones tanto a Ricardo Álvarez Castaño como a Rufino Romero de la Rosa.
Una fianza sensiblemente inferior exige al empresario Ángel de Cabo (216.000 euros), Iván Manuel Losada Castell (144.000 euros) y Fernando Juan Lavernia Sanchís (144.000 euros).
De la Mata señala a 57 empresas como responsables civiles subsidiarias y a nueve personas en calidad de partícipes a título lucrativo, concretamente ocho miembros de la familia Ruiz-Mateos y el que fuera el abogado del patriarca, Joaquín Yvancos.