Una patrulla de policía repele el ataque de un hombre con un martillo junto a la catedral de Notre Dame, en París
- El agresor ha golpeado en la cabeza a un agente al grito de: "¡Esto es por Siria!"
- Otro policía ha respondido disparando al atacante, que ha sido hospitalizado
- El suceso ha desencadenado un gran despliegue policial en torno a la zona
- La catedral ha sido cerrada y cientos de personas han quedado confinadas dentro
- Las fuerzas de seguridad han confirmado que la situación está ya bajo control
Una patrulla de policía de París ha repelido a tiros este martes el ataque de un hombre armado con un martillo, que ha conseguido herir a un agente al grito de "¡Esto es por Siria!" en la explanada que se extiende ante la catedral de Notre Dame, en pleno centro de la capital de Francia, antes de que otro policía le disparase.
El incidente, que ya está siendo investigando como un acto de terrorismo, ha desencadenado un amplio despliegue de seguridad en una de las áreas más concurridas y turísticas de París, que ha incluido el confinamiento de cientos de turistas en el interior de Notre Dame, si bien la Policía ya ha confirmado que la situación está "controlada".
El ministro de Interior, Gerard Collombe, ha acudido después al lugar y ha confirmado que el agente agredido está hospitalizado, pero su vida no corre peligro. Por su parte, la Prefectura de Policía ha indicado en Twitter que "el autor de los hechos ha sido neutralizado y trasladado a un hospital", aunque no ha detallado el alcance de sus heridas.
La Fiscalía antiterrorista de París ha abierto inmediatamente una investigación sobre el ataque y ha encargado las pesquisas a la sección antiterrorista de la Brigada Criminal y a la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI).
Al grito de: "¡Esto es por Siria!"
El agresor se ha lanzado contra los agentes que se encargan de la seguridad en la plaza de la catedral de Notre Dame, uno de los monumentos más visitados por los turistas de la capital francesa, y ha herido con un martillo a un policía en la cabeza, lo que ha motivado la respuesta de un compañero de este último, que ha disparado al agresor.
El ministro francés de Interior, Gerard Collombe, ha informado posteriormente en el lugar de los hechos de que, en el momento del lanzar su ataque, el asaltante gritó: "¡Esto es por Siria!".
Collombe también ha señalado que el atacante "se presentaba como estudiante argelino" y llevaba encima una tarjeta de identificación cuya veracidad está siendo comprobada. Aparantemente, ha indicado, el agresor actuó solo.
Tras el ataque, y para descartar nuevas amenazas, las fuerzas de seguridad han establecido un amplio perímetro en torno a la explanada de Notre Dame y las calles aledañas. La Prefectura de Policía, además, ha pedido a la población que evitara el lugar debido a "una intervención en curso".
La catedral, cerrada con los turistas dentro
Como parte de ese despliegue, los servicios de seguridad han cerrado las puertas de la catedral de Notre Dame, donde unas 900 personas han quedado confinadas hasta nuevo aviso, mientras la Policía verificaba si entre ellos había algún cómplice del asaltante.
“Oímos los tiros, pero pensamos que eran truenos“
"Oímos los tiros, pero pensamos que eran truenos", ha contado a EFE una turista española, natural de Guadalajara, que se encontraba en el interior del templo y que aseguraba que los turistas habían reaccionado con tranquilidad. Su guía, también español, ha sido el que ha comunicado al grupo que había habido un tiroteo en el exterior.
Entre los confinados se encontraba también la exviceasesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y exembajadora estadounidense en la ONU, Nancy Soderberg, que ha enviado un tuit para trasladar que el interior del templo reinaba la calma: "Todo tranquilo", aseguraba.
Tras descartar nuevas amenazas, la Prefectura de Policía ha indicado que los visitantes de la catedral serían autorizados a salir poco a poco del templo tras "las verificaciones de costumbre". Así, según testigos presenciales citados por EFE, la policía ha controlado estrictamente a todos los turistas y fieles, que han abandonado el templo de forma ordenada y tranquila.