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'Dunkerque', la épica de una derrota

  • La cinta de Christopher Nolan opta a 8 estatuillas en los Oscar
  • Narra la evacuación de 335.000 hombres arrinconados por los nazis en la playa
  • La protagonizan Fionn Whitehead, Tom Hardy, Kenneth Branagh y Mark Rylance
  • El espectador se siente igual de atrapado y angustiado que los soldados

Por
Tráiler de 'Dunkerque', de Christopher Nolan

8 NOMINACIONES

Mejor película

Mejor director (Cristopher Nolan)

Mejor montaje (Sidney Wolinsky)

Mejor banda sonora (Hans Zimmer)

Mejor montaje

Mejor diseño de producción

Mejor montaje de sonido

Mejores edición de sonido

"(...) la Armada, usando cerca de 1.000 barcos de todo tipo, ha rescatado más de 335.000 hombres, franceses y británicos, de las fauces de la muerte y la humillación (...). Debemos ser muy cuidadosos de no asignar a esta liberación los atributos de la victoria. Las guerras no se ganan con evacuaciones. Pero hay una victoria dentro de esta liberación que debe observarse (...)". Con estas palabras se refería Winston Churchill, el primer ministro británico, a la evacuación de Dunkerque en su discurso ante la Cámara de los Comunes el 4 de junio de 1940, tras completarse la Operación Dinamo que se desarrolló entre el 26 de mayo y el 4 de junio de 1940 después de quedar arrinconados por los nazis cerca de 400.000 soldados aliados en la playa francesa, convertida en una auténtica ratonera pese a estar a apenas 40 kilómetros de la costa británica.

Ahora, casi 80 años después del denominado "milagro de Dunkerque", esta épica historia llega por primera vez al cine de la mano de Christopher Nolan (la saga de El caballero oscuro e Interstellar), que pone al espectador en primera línea del frente de batalla de un modo que solo han logrado antes títulos como Salvar al soldado Ryan (1998), pero que va incluso más allá. El espectador se siente igual de atrapado y angustiado que esos soldados arrinconados en Dunkerque en una experiencia cinematográfica única que Nolan plantea por tierra, mar y aire y combinando distintas líneas temporales.

Una derrota clave para la victoria final

Por increíble que parezca, esta epopeya no había sido contada en una película centrada exclusivamente en los hechos, lo que el director achaca a que en realidad se trata de una "derrota", en opinión del director. Pero una derrota que fue determinante en el devenir de la Historia y del desenlace de la Segunda Guerra Mundial con la derrota de Hitler en 1945: "Si el ejército británico hubiera sido aniquilado o hecho prisionero, probablemente el país se habría rendido y viviríamos en un mundo muy diferente", afirma Joshua Levine, asesor histórico de Dunkerque.

"Tu vida y la mía serían muy distintas de no haber sido por ese momento valiente, paciente e imposible que vivieron las personas atrapadas en la playa y que, con su actuación, protegieron el futuro de todos nosotros. (...) En ese sentido, podría parecer que una evacuación es algo poco glorioso pero, en cierta medida, aporta algo increíblemente heroico acerca del espíritu humano", apunta por su parte el actor y director Kenneth Branagh, que encarna al comandante Bolton en una cinta protagonizada, escrita y dirigida por británicos pero pagada con dinero de Hollywood.

Fion Whitehead en una escena de 'Dunkerque'. noticias

Y es ese precisamente otro de los logros de Nolan, que era consciente de que para narrar una historia de esta envergadura era necesario un presupuesto que solo la industria estadounidense puede aportar. El problema era que había que contar un acontecimiento de la historia británica y europea de la que la inmensa mayoría de los norteamericanos no habrán oído hablar en su vida y teniendo en cuenta que los grandes estudios solo están interesados en historias sobre americanos. "Vamos a meter al público en la cabina de un Spitfire -los cazas de la Royal Air Force- para combatir con los Messerschmitts -aviones de guerra alemanes-. Lo vamos a poner en la playa, sintiendo la arena saltando por todos lados y enfrentados a las olas. Los vamos a meter en pequeños barcos civiles rebotando sobre las olas en este inmenso viaje hacia una terrorífica zona de guerra. Es realidad virtual sin auriculares", les dijo el director y guionista de 46 años a los productores de Warner Bros para convencerles. Y ha cumplido su palabra: el espectador sale exhausto de la sala de cine. La experiencia serán aún mayor para quien tenga la suerte de poder ver la película en una sala IMAX, pues está rodada en una combinación de este formato, como Nolan acostumbra, y de 65 mm.

El realismo del rodaje en Dunkerque

Como el cineasta prometió a sus productores, Dunkerque plantea la historia desde tres escenarios: por tierra, centrando la trama en el muelle, y con un periodo temporal de una semana, lo que duró la evacuación, desde el que fueron embarcando los soldados en los buques que fueron a rescatarlos, ya que el escaso calado de la playa impedía fondear cerca de la orilla, bajo la dirección de los oficiales Bolton (Branagh) y el coronel Winnant (James D'Arcy); por mar, en un día, a bordo de un yate de recreo tripulado por el señor Dawson (Mark Rylance), en representación de una de las cientos de pequeñas embarcaciones civiles que acudieron a rescatar a los soldados y que podían acercarse más fácilmente a la playa; y por aire, en una hora, a bordo de los Spitfire británicos, uno de ellos a los mandos del piloto Farrier (Tom Hardy), cuya misión era proteger a los soldados de la playa que eran bombardeados por los Messerschmitts nazis.

Kenneth Branagh y James D'arcy en una escena de 'Dunkerque'.

Esos aviones de guerra alemanes es lo único que se ve del enemigo en toda la película de Nolan, que no muestra el rostro de un solo soldado nazi en los 107 minutos de metraje -¡sí, es posible contar una película de guerra en menos de dos horas!-, lo que sí vemos caer son sus bombas desde el aire u oímos sus disparos desde tierra en la playa sitiada. Tampoco vemos sangre ni miembros amputados, pero no es necesario.

El director de Memento y Origen, poco amigo de los efectos digitales y las imágenes generadas por ordenador, ha rodado prácticamente toda la película con decenas de aviones y barcos reales en el Canal de la Mancha, miles de extras y, por supuesto, en la misma playa de Dunkerque en la que se desarrollaron los hechos, lo que ayuda a los actores a meterse en la realidad de las circunstancias, en las que también tuvieron que sufrir las duras inclemencias meteorológicas complicando sobremanera el rodaje y empatizando con los personajes. Aunque eso sí, nadie les estaba bombardeando, matizan todos.

"Hubo un día de rodaje que teníamos hasta 62 barcos sobre el agua. No había hecho nunca nada remotamente parecido. No sé si alguien lo ha hecho. Fue abrumador", subraya Nolan.

En pro de esa veracidad, también se eligió a actores que tuvieran una edad similar a los protagonistas de los hechos y, en el caso de los soldados, se optó por caras nuevas de intérpretres casi niños con los que el público pudiera vivir la historia: como Fionn Whitehead, en el papel de Tommy, el supuesto principal protagonista aunque el reparto es totalmente coral; Aneurin Barnard o Harry Styles, del grupo One Direction y que se estrena como actor.

En Dunkerque son claves también la banda sonora de Hans Zimmer, que ayuda a amplificar el ritmo poco habitual del guion y a acompasar un montaje brillante por su dificultad que a buen seguro le valdrá la tercera nominación al Oscar a Lee Smith, una de las muchas que sumará esta cinta en la 90 edición de los premios de Hollywood.

La cara amarga de la evacuación

Aunque la cinta muestra el espíritu de camaradería y la generosidad de ayuda al prójimo que fue necesario para el éxito de la evacuación, no se ahorra la polémica que supuso que en algunos momentos el hecho de que los propios soldados ingleses no dejasen embarcar a sus aliados franceses en sus barcos, alegando que ellos tenían los suyos propios que vendrían a rescatarles.

Este hecho lo recordaba un español combatiente de Dunkerque, Luis García Manzano, en el documental de La 2 de TVE Memoria de la Guerra. "Dunkerque fue escandaloso en este aspecto porque los ingleses no dejaban subir más que a ellos. Algunos franceses pudieron llegar a subir en estos barcos, que eran algunos franceses, pero en su mayoría no", recuerda el combatiente, que fue uno de los alrededor de 35.000 hombres, muchos de ellos españoles, que quedaron en la playa y finalmente fueron hechos prisioneros por los alemanes: "Caímos prisioneros (:::) y mezclados junto a los franceses, atravesamos toda Bélgica, nos montaron en unas barcazas y fue la primera vez que vimos la bandera de las SS y no sabíamos ni mucho menos que un día estaríamos bajo ellos".

Aunque los nazis hicieron prisioneros a esos alrededor de 35.000 soldados -también ingleses, franceses y belgas- que quedaron a su merced en Dunkerque y acabaron rindiéndose, el desastre acabó convertido en milagro, pues en sus estimaciones más optimistas Churchill solo confiaba en poder rescatar a entre 20.000 y 30.000 hombres y no a los 338.226 que pudieron regresar a tierra británica.

"Un milagro de liberación, logrado por el valor, por la perseverancia, por la perfecta disciplina, por el servicio impecable, por el recurso, por la habilidad, por la fidelidad inconquistable, se manifiesta a todos nosotros", añadía el primer ministro británico en su discurso del 4 de junio en el que también arengaba a "seguir luchando en las playas, y en los mares y océanos" hasta derrotar al enemigo.

Dunkerque es el merecido homenaje de Christopher Nolan a "todas las personas cuya vida resultó afectada" por la batalla y ya una obra maestra de nuestro tiempo que da una vuelta de tuerca al cine bélico convirtiendo al espectador en un soldado más.

Kennet Branagh como el comandante Bolton en 'Dunkerque'.