Roberto Álamo es un bombero traumatizado en 'Alegría, tristeza, miedo, rabia'
- El actor rueda junto a Carlos Bardem y la dirección de Ibon Comenzana
- RTVE.es entrevista al equipo durante el rodaje en Madrid
Un avispero gigantesco incomoda a los paseantes de un parque madrileño. Los bomberos acuden al rescate. Es una operación rutinaria pero todo se complica cuando las avispas pican en la garganta de una niña. Por suerte no hay víctimas porque solo es el ensayo de una escena. Roberto Álamo, como un bombero traumatizado, protagoniza Alegría, tristeza, miedo, rabia, la tercera película de Ibon Comenzana (Jaizkibel, Los Totenwackers) que estos días comienza su rodaje en Madrid.
“Yo lo llamo una drama luminoso. No es un drama negativo sino positivo”, defina el director, que rueda la escena cerca del Templo de Debod. Comenzana llevaba 10 años sin dirigir, volcando su carrera en la labor de productor en la que ha triunfado con películas como No habrá paz para los malvados o Blancanieves. “Hay algo de humor y de acción, pero sobre todo es una historia que habla de una persona que ha perdido la capacidad de sentir y tiene que recuperarla”.
Roberto Álamo es Marcos, un hombre incapaz de empatizar: un trastorno llamado Alexitimia. Tras una negligencia profesional inicia una terapia en la que participarán una joven psicóloga (Manuela Vellés) y un prestigioso doctor (Pedro Casablanc).
El actor viene de rodar la serie de TVE Estoy vivo, de próximo estreno, pero hay un patrón en sus últimas películas. “En los últimos años he hecho de policía (Que dios nos perdone), militar (En zona hostil), Guardia Civil , y ahora bombero. No sé que me verán, pero tengo cara de Cuerpo de seguridad del Estado”, bromea.
El otro patrón, que viene de más atrás, es el de personajes con algún tipo de carencia emocional. “Lo que interesa en la literatura o en el cine son personajes que pasen con problemas. Y me gusta aportar mis taras emocionales siempre que convengan. Ya sea si hago de Lennie (De ratones y hombres), o si hago de un policía con problemas de violencia, me gusta meter mis problemas con la violencia. En este caso, que es una persona que no reconoce las emociones por un shock traumático, se trata de buscar tus propias carencias”.
Carlos Bardem interpreta al jefe y amigo del protagonista. “Soy el sargento de bomberos del cuartel de Puerta de Toledo. Y mi personaje está feliz porque su amigo vuelve al servicio aunque su amor excesivo genera situaciones complejas”, explica.
El actor afirma que “siempre había admirado a los bomberos”, pero que tras rodar tres días con su equipo completo (traje, casco, máscara y bombona de oxígeno), su admiración “ha crecido exponencialmente”. “Uno de los días de rodaje acabé agotado: no imagino lo que debe de ser estar en una situación de riesgo”.
Los dos actores están encantados de rodar en Madrid en unos días en los que el calor se ha suavizado. El rodaje está previsto que termine a principio de septiembre. Luego llegará la postproducción (y las avispas digitales de la escena que están rodando). Aunque tal vez cambié otra vez el título de una cinta que en principio iba a llamarse Reír y llorar. “Si alguien me propone un título que me guste más le invito a cenar en el mejor restaurante de Madrid”, propone el director.