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'Solo se vive una vez': Gérard Depardieu y Hugo Silva contra la comunidad judía ortodoxa

  • Protagonizan, junto a Santiago Segura y Peter Lanzini, esta comedia de acción
  • La cinta, se estrena este jueves 12 de octubre, es la ópera prima de Federico Cueva
  • RTVE.es entrevista al director de la película y a la actriz Arancha Martí

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RTVE.es estrena el tráiler de 'Solo se vive una vez', una comedia explosiva con Peter Lanzani, Santiago Segura y Gerard Depardieu

Hugo Silva, Santiago Segura y Gérard Depardieu se pasan al bando de los matones en Solo se vive una vez, una disparatada comedia de acción en la que perseguirán a Peter Lanzani, un estafador de medio pelo que se esconde camuflándose en la comunidad judía ortodoxa de Buenos Aires.

La cinta, que se estrena este jueves 12 de octubre y cuenta con la participación de RTVE, tiene entre sus productores al propio Segura, que encargó la dirección del proyecto a Federico Cueva, un experimentado director de escenas de acción y coordinador de especialistas que debuta detrás de las cámaras tras dirigir la segunda unidad de la saga Torrente desde la segunda entrega.

La película, una coproducción hispanoargentina, llega a las salas tras su presentación en el Festival de Sitges hace unos días por Santiago Segura, al que le fue entregado el premio Máquina del Tiempo.

La cinta cuenta la historia de Leo (Peter Lanzani), un estafador de poca monta, que tiene un acuerdo con su vecina Flavia (Eugenia Suárez), una joven prostituta, para grabar a sus clientes y extorsionarlos. Lo que comienza siendo un simple chantaje, termina siendo la grabación de un crimen cometido por Dugès (Gerard Depardieu) y sus hombres, Tobías López (Santiago Segura) y Harken (Hugo Silva), unos asesinos a sueldo que trabajan para uno de los laboratorios más importantes del mundo. Leo consigue huir de la escena del crimen escondiéndose en una comunidad judía ortodoxa. Allí se enamorará de Sara (Arancha Martí), hija del rabino Mendi (Luis Brandoni) y comprometida con Yosi (Darío Lopilato), otro miembro de la comunidad judía.

Santiago Segura recibe en Sitges el premio Máquina del Tiempo

Cine de acción en español

Cueva reconoce a RTVE.es que no pudo rechazar la dirección de este proyecto, plagado de estrellas, cuando Segura y su socia, María Luisa Gutiérrez, se lo ofrecieron teniendo en cuenta su trabajo previo como director de escenas de acción: "Era una película complicada a nivel producción porque tenía mucha acción y un presupuesto y un tiempo de rodaje [seis semanas] determinados".

"Cuando vas a hacer acción hay que saber mucho de técnica, no solo en el sentido de cómo contarlo, sino de cámaras, elementos para mover las cámaras, saber cómo moverse, la seguridad necesaria... En EE.UU. los directores de segunda unidad son exespecialistas o coordinadores de especialistas, como es mi caso. Pero esos conocimientos no son fáciles de tener en un mercado en el que no hay tradición de acción, como España o Argentina. Álex de la Iglesia y Santiago Segura lo hacen desde hace años en sus películas, pero son pocos los directores que se atreven", cuenta el director, que también ha trabajado en grandes producciones de Hollywood como Assassin's Creed.

Para Cueva, la "diferencia fundamental" en este plano técnico entre Hollywood y el cine español es sola la económica. "Un equipo técnico de una película española tiene unas 70 u 80 personas, y en una estadounidense no hay menos de mil. Cuando llegué al set de Assassin's Creed había 200 vehículos y cinco unidades rodando a la vez. Esa es la diferencia gigantesca que hay. Pero en España el nivel del equipo técnico es muy alto y por eso se ruedan aquí series como Juego de Tronos o se localiza para cintas como Terminator 6. En las películas españolas, la carencia económica se suple con ingenio e ideas, con buenos guiones y buenas historias", indica el varias veces nominado a los World Stunt Awards, los Oscar del cine de acción.

"Fede es un crack de los efectos especiales. Lleva toda la vida dedicada a eso. La película está rodada en seis semanas y eso es muy difícil de hacer si hay acción, porque cada plano de una escena requiere mucho tiempo de preparación y tiene que estar todo muy medido porque a la hora de volar un camión de gasolina en Buenos Aires no hay muchas oportunidades de repetir", destaca la actriz Arancha Martí, que interpreta a Sara Kreiner, la hija del rabino Mendi, en el que es su segundo largometraje tras La gran familia española (2013).

El imponente Depardiu

La película cuenta en el reparto con una leyenda del cine, Gérard Depardiu, tanto por su trayectoria como por la fama que le rodea de ser una persona con la que es muy complicado trabajar, pero tanto Cueva como Martí lo desmienten.

"Todo el mundo te decía cosas terribles, pero la verdad es que es un profesional. Es un tipo duro pero sabe cómo se mueve este negocio y no es un loco, ni un tipo que se enoje por cualquier cosa, sino bastante llevadero", señala el director, que recuerda que el que no tenía ninguna preocupación previa al respecto era Segura, que ya había trabajado con él en Astérix & Obélix: Al servicio de su majestad (2012).

"La primera vez que coincidí con él estaba muy nerviosa, primero por respeto hacia un gran actor, y luego por su presencia, que impone muchísimo. Su mano es como mi cabeza de grande. Pero la verdad es que es muy majo y estaba disponible para todo", dice la actriz madrileña de 22 años.

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Gérard Depardieu y Santiago Segura en una escena de 'Solo se vive una vez'.

Depardiu, al que no le gusta que le hablen en inglés, según Martí, chapurrea español -tiene varias frases en nuestro idioma en la película, de hecho- y habla perfectamente italiano, lengua en la que se comunicaba constantemente con Hugo Silva, quien, para ampliar esta Torre de Babel, le pone a su personaje un marcado acento rumano.

"Hugo es genial y el personaje es lo más divertido de la película y una creación suya", revela el director, que confiesa que Silva se inspiró en Conor McGregor para crear a Harken. "Una diferencia entre los actores argentinos y españoles es que el argentino es como más naturalista y contenido y no le gusta irse muy arriba en la comedia, mientras que el español está más acostumbrado a subir un escalón más y entrar no en lo grotesco pero al borde. Y eso Hugo lo hace muy bien y tiene esa cosa de que puede ser el guapo de la película, el feo o el ridículo porque es muy buen actor", afirma Cueva.

Tras su estreno y buena acogida en Argentina -donde vive la cuarta comunidad judía más grande del mundo-, el director invita al público español a "ir al cine a divertirse y pasárlo bien" con Solo se vive una vez desde este jueves festivo.

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