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El populismo antiinmigración y euroescéptico triunfa también en la República Checa

  • Andrej Babis ha ganado las elecciones con el 29,7% de los votos
  • El segundo hombre más rico del país está siendo investigado por fraude
  • En estas elecciones ha destacado el avance del partido xenófobo SPD

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El populismo anti inmigración y euroescéptico triunfa también en la República Checa

El millonario "antisistema" Andrej Babis ha sido el gran ganador de las elecciones celebradas este sábado en la República Checa, que han visto también el avance de un partido xenófobo partidario de salir de la UE y el desplome del hasta ahora gobernante Partido Socialdemócrata.

Con el 99% del voto ya escrutado, la populista Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO) de Babis ha ganado las elecciones con el 29,7% de los votos, 11 puntos más que en 2013.

El reparto preliminar de diputados le da 78, lejos de los 101 que otorgan la mayoría absoluta en el Parlamento.

El ODS, el principal partido conservador, que atravesaba horas bajas los últimos años, ha logrado recuperarse como segunda fuerza, con el 11% (24 escaños), mientras que el Partido Pirata ha dado la sorpresa al ser tercero (10,7%, 22 diputados).

El líder del Partido Pirata, Ivan Bartos. RADEK MICA

Hasta que fue destituido en mayo, Babis ejerció de viceprimer ministro y responsable de Finanzas en el Ejecutivo de coalición integrado por ANO, el socialdemócrata CSSD y el democristiano KDU.

El triunfo de Babis ha sido inversamente proporcional al hundimiento del CSSD, que con el 7,3% de los votos pasa de ser el primer partido al sexto.

El segundo hombre más rico tiene problemas con la justicia

Babis promete luchar contra la corrupción, de la que acusa a la política tradicional, rechaza el euro, las cuotas de refugiados decididas por la Unión Europea y se presenta como un "antisistema".

Sin embargo, el segundo hombre más rico del país, está siendo investigado por el presunto uso fraudulento de fondos comunitarios y por delitos fiscales. Babis dice que esas acusaciones, por las que en septiembre se le retiró la inmunidad parlamentaria, están motivadas políticamente.

Pese a sus problemas con la Justicia, el presidente del país, Milos Zeman, ya había anunciado antes de las elecciones que encargaría a Babis la formación de Gobierno si el empresario ganaba.

Zeman y Babis coinciden en que hay que suspender las sanciones de la UE a Rusia por la anexión de Crimea.

Sus críticos acusan a Babis, nacido en 1954 en la hoy Eslovaquia, de ser parte de la misma elite que él dice combatir. Algunos analistas también alertan de que si Babis es primer ministro, habrá una peligrosa concentración de poder económico, político y mediático, ya que el magnate posee dos diarios nacionales, tres estaciones de televisión y dos emisoras de radio.

El empresario propone eliminar el Senado e implantar un sistema electoral que facilite la formación de mayorías absolutas ya que, asegura, gobernar en coalición es problemático.

Por todo ello, el triunfo de Babis podría anclar a la República Checa aún más en el discurso crítico con la UE, sobre todo en materia migratoria, que mantienen los Gobiernos de Polonia, Eslovaquia y Hungría, y ahondar una brecha entre dos Europas.

Sin embargo, Babis ha asegurado que su formación es democrática, proeuropea y no pretende orientar al país hacia el Este, pero ha insistido en que es preciso frenar la inmigración ilegal y analizar por qué Reino Unido ha decidido salirse de la UE.

Respecto a sus preferencias para formar Gobierno, aseguró que está dispuesto a hablar con todos los partidos.

Avance del partido xenófobo Libertad y Democracia Directa

En estas elecciones ha destacado el avance del partido xenófobo Libertad y Democracia Directa (SPD), cuarta fuerza política.

El partido ha acudido a estas elecciones con el lema "Stop islam. Stop terrorismo" y defendiendo que República Checa, con apenas población inmigrante, aplique una estricta vigilancia de fronteras y celebre un referéndum para salir de la UE.

El mensaje xenófobo de esta formación, fundada por un empresario de padre japonés y madre checa que llegó al país a los seis años, ha sido el más claramente anti inmigrante dentro del tono general de rechazo a la llegada de refugiados común en casi todos los partidos.

El líder del SPD, Tomio Okamura. RADEK MICA

Pese a que el país apenas se ha visto afectado por la oleada migratoria de los últimos dos años, la inmigración es el segundo asunto que más preocupa a los checos.

El éxito de los partidos antisistema muestra la desconfianza de muchos electores con los partidos tradicionales, pese a la estabilidad social y la bonanza económica.

"Estas elecciones están vacías de temas reales, la división entre derecha e izquierda ha desaparecido completamente y los temas principales son dos: Babis y el comercio del miedo", afirmó a Efe ya antes de las elecciones el analista Jiri Pehe.

Pehe se refirió a la creación por parte de los políticos de amenazas "virtuales" como los inmigrantes, el islam, el terrorismo y la adopción del euro como moneda.

En el Parlamento entrarán también el Partido Comunista, la KDU democristiana, el Movimiento de los Alcaldes y el conservador y europeísta TOP 09.

La participación ha sido del 60,22%, similar a la de 2013.