Los niños de la suerte de la Lotería de Navidad
- El primer niño que cantó en un sorteo fue Diego López el 9 de marzo de 1771
- Desde los inicios de la Lotería de Navidad son los que reparten suerte
Cada 22 de diciembre, los niños de San Ildefonso se cuelan en nuestras casas con su peculiar soniquete cantado números y premios. Forman parte de la banda sonora de la Navidad, son una tradición más del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad. Pero, ¿de dónde viene esa tradición?
No se sabe a ciencia cierta por qué son los niños de esta institución educativa, una de las más antiguas de Madrid, los que cantan los ansiados premios de la Lotería de Navidad. Lo único que se sabe es que empezaron a poner voz en los sorteos incluso antes de que se creara la lotería moderna o lotería nacional en el año 1812.
El primero que inició la tradición fue un niño de siete años llamado Diego López, que participó y cantó un premio el 9 de marzo de 1771, ante el propio rey Carlos III, fundador de los sorteos que se hacían entonces.
El colegio de San Ildefonso
Aunque se desconoce la fecha exacta de la fundación del colegio de San Ildefonso, sí se sabe que es una institución educativa que se creó en el siglo XV en la época de los Reyes Católicos.
Fue el Ayuntamiento de Madrid quien lo puso en marcha como un centro de beneficiencia que acogía a niños abandonados y a los que se les facilitaba su educación. Entonces el centro se financiaba a través de donaciones.
Algunas fuentes documentales aseguran que los niños de San Ildefonso fueron elegidos para los sorteos de Lotería porque ya cantaban en plazas de Madrid a cambio de limosna. De hecho, el centro recibió por la participación de los menores en el primer sorteo navideño un donativo de 500 reales.
A lo largo de su historia, el colegio de San Ildefonso ha estado ubicado en diferentes sitios de Madrid, aunque desde 1884 se encuentra en pleno barrio de la Latina de Madrid capital, en un edificio que perteneció a la Orden de las Salesas Reales.
A finales del siglo XX, el colegio se dividió en dos instituciones: la Residencia Internado, para niños de familias con problemas socioeconómicos, y el colegio Público de Infantil y Primaria.
Los que cantan cada 22 de diciembre son los alumnos de la Residencia Internado de San Ildefonso. Poner voz en el sorteo es una de las actividades extraescolares más populares de la residencia.
Hasta 1981 en el Colegio Internado solo vivían niños. Ese año también aceptaron entre sus residentes a niñas. Y en 1984 participaron las pequeñas en un sorteo navideño.