La fábrica de la ilusión de la Lotería de Navidad
- La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se encarga de hacer los décimos
- Entre julio y agosto, la fábrica trabaja 24 horas al día para el sorteo navideño
Todos los décimos de Lotería de Navidad vienen al mundo con una única finalidad: convertirse en el 'Gordo' y repartir cientos de millones euros. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) de Madrid es el lugar donde todos ellos nacen meses antes del sorteo extraordinario que los convertirá en protagonistas de la ilusión el 22 de diciembre.
Pocas semanas después de celebrarse el sorteo del año, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se pone manos a la obra en el diseño del décimo de Navidad.
La Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) es la que decide qué imágen ilustrará los boletos. Para este año, los décimos llevan una obra de Murillo, 'La Adoración de los Pastores'.
Con la imagen enviada por SELAE, los diseñadores de la fábrica elaboran el décimo final, aunque el esqueleto básico de un boleto no ha cambiado en décadas, y se mantiene como siempre la viñeta a la izquierda, el número en la parte superior, y la información complementaria con la serie, fracción y precio a la derecha.
Lo que sí depende del diseñador de la FNMT es retocar la imagen de la ilustración para adaptarla al décimo, elaborar los fondos de seguridad, crear los motivos decorativos que llevará y decidir de qué color será el décimo, que suele ir "a juego" con la viñeta. Este año se ha optado por un tono amarillo mostaza.
Impresión en rotativas como las de un periódico
El siguiente paso es la impresión, que se realiza con siete planchas en rotativas offsets, muy similar a la de cualquier periódico, en cuatro tintas (cyan, magenta, amarillo y negro), más tintas de seguridad.
Entre mayo y julio, las rotativas trabajan 24 horas al día, en tres turnos, con 45 personas, para fabricar los décimos de la ilusión. Luego a partir de agosto, continúa la producción de décimos que finaliza unas dos semanas antes del sorteo.
La impresión se realiza en dos fases: primero se imprimen los décimos con todos sus elementos característicos, salvo el número, la serie y el código de barra, que se imprimen en la segunda fase, la de "personalización".
En julio, los primeros décimos estarán a la venta en las administraciones de lotería, y se podrán seguir comprando hasta el día antes del sorteo.