El PP alerta a sus votantes: la papeleta que no vaya a ellos dará diputados a la CUP

• El PPC aplicará una nueva estrategia para tratar de evitar la fuga de votos
• Calcula que puede recuperar apoyos, sobre todo arrebatándoselos a Ciudadanos
• Rajoy se volcará en el final de la campaña yendo a Cataluña los tres últimos días

Mariano Rajoy, en su primer acto de campaña electoral en Cataluña, en Lleida, el pasado 8 de diciembre.

La gestión del Ejecutivo con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la vuelta a la legalidad o la "normalidad" con la que el Gobierno está dirigiendo la administración catalana son algunos de los 'mantras' que está repitiendo el PP en la campaña de las elecciones catalanas del 21-D. Pero, ante el temor de que no sea suficiente para revertir las encuestas que vaticinan un desplome de escaños ante el "voto útil" a Ciudadanos, han decidido dar un giro de timón para evitar la sangría de votos en favor de Ciudadanos.

Para lograrlo tiene una estrategia: explicar a los votantes que en muchos territorios el voto a Ciudadanos se puede perder en el reparto de escaños en favor de una opción totalmente contraria, la de la CUP, en virtud de la aplicación de la fórmula electoral de la Ley D'Hondt. Y por eso pedirá con renovados argumentos que se concentren todos los votos en el PP para garantizar que ese último diputado en juego vaya al bloque constitucionalista.

Esta estrategia es muy similar a la que aplicó el PP en las generales de junio de 2016, y que le sirvió para 'recuperar' 14 escaños respecto a las elecciones del 20-D, al conseguir que votantes que en diciembre habían optado por Ciudadanos regresaran a la opción "popular" para evitar que hubiese más escaños en la izquierda parlamentaria.

La idea ya ha empezado a propagarse. En Girona se reparte propaganda en la que se ven los dos logotipos, el del PP y el de la CUP, y el siguiente mensaje: "El que saque más votos de los dos en la provincia de Girona se llevará el último escaño. ¿Cuál quieres que sea?", dice un mensaje junto a una imagen con dos logotipos, el del PP y el de la CUP.

Y el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, contribuirá a propagarla en persona, ya que ha decidido volcarse en la recta final de la campaña para pedir el voto a su candidato, Xavier García Albiol, y subrayar que el verdadero voto útil es a los 'populares' y no a Ciudadanos. Rajoy visitará Cataluña los tres últimos días de campaña, 17, 18 y 19 de diciembre.

Mariano Rajoy y Xavier García Albiol, en la inauguración de la sede del PPC en Badalona. PPC

El PP cree que el 21-D se votan bloques, no partidos

Para los populares, estas son unas elecciones en las que los votantes eligen bloques -el constitucionalista o el independentista- y no partidos, y por eso confían en que en los últimos días pueden lograr trasvase de votos procedentes, sobre todo, de Ciudadanos, a su favor.

Y mientras advierten de que las encuestan diarias van dando una mejora de los apoyos de Junts per Catalunya (PDeCAT) en detrimento de ERC, no quieren especular sobre los resultados de su partido, la tercera opción constitucionalista según todos los sondeos muy por detrás de Ciudadanos y el PSC.

También consideran que al PSC, que comenzó muy fuerte, se le puede hacer larga la campaña, y creen que es al partido que más va a afectar el traslado de los bienes artísticos del monasterio de Sijena procedentes de Lleida, dado que el alcalde de la ciudad, Ángel Ros, es socialista, como lo es también el gobierno de Aragón.

En definitiva, el objetivo del PP en estas elecciones, puestas en marcha después de la aplicación del artículo 155 de la Constitución para frenar el desafío secesionista, y una vez descontado que sus siglas tengan opción de plantar cara ante Cs y el PSC, es el de evitar que el independentismo obtenga mayoría en el Parlament.