Conciliar: la gran batalla de la brecha salarial
- El 90% de las excedencias para el cuidado de hijos las piden mujeres
- Las diferencias salariales aumentan conforme lo hace la edad
'En la brecha', un documental interactivo en el que puedes dejar tu testimonio
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María R. ocupa un alto cargo en la Administración del Estado y conoce, de primera mano, las barreras que tiene que derribar la mujer a la hora de crecer en una compañía. Para ella más que una brecha salarial, en nuestro país la desigualdad es laboral: “El problema es la promoción. Se da más oportunidad a los hombres porque los hombres eligen a hombres. Esto se llama homofilia”, afirma a RTVE.es.
Aunque las desigualdades sociales se han reducido notablemente en los últimos años, las mujeres continúan cobrando un 22,9% menos que los hombres y ocupan los puestos de menor responsabilidad en las empresas.
Si hablamos de ser madres, la brecha se agranda: el 75% del trabajo a tiempo parcial lo copan las mujeres y el 90% de las excedencias para el cuidado de hijos también las piden ellas, según la Unión General de Trabajadores (UGT). Porque a la figura femenina se la discrimina no solo por ser madre, sino por su capacidad de poder serlo en el futuro, aunque hubiera renunciado previamente a esta posibilidad. Pero, ¿son los hijos los responsables de esta desigualdad?
Según el informe 'Brecha salarial y techo de cristal' elaborado por los Técnicos de Hacienda (Gestha), las diferencias se incrementan conforme lo hace la edad, es decir, que la brecha empieza a ampliarse significativamente en el tramo que oscila entre los 26 y los 45 años, coincidiendo con una etapa en la que muchas mujeres tienen todavía que pagar por la maternidad y el cuidado de los hijos.
Un problema que preocupa a todos
“La discriminación está en el subconsciente y se asocia el ser madre, hoy en día, con una pérdida de poder adquisitivo y de reconocimiento profesional. Es un auténtico drama”, explica a RTVE.es Rafael Fuertes, director general de la Fundación Más Familia, una organización sin ánimo de lucro que nació hace 15 años con el objetivo de desarrollar acciones que supongan una mejora de la calidad de vida y bienestar de las familias mediante la conciliación de la vida personal y laboral.
Según los datos de la última Encuesta de Población Activa, en el cuarto trimestre de 2017 había más de 2 millones de ocupadas a tiempo parcial, casi el triple de los 733.300 hombres que trabajaban con ese tipo de jornada.
En este sentido, la responsable del área de Mujer de Comisiones Obreras (CC.OO.), Elena Blasco, incide en que la mujer se ve forzada a hacerlo por las cargas extras que tiene que asumir: "El 90% de la contratación a tiempo parcial es obligada" porque, "en ningún caso, una mujer de forma libre decide cobrar menos que un hombre porque se tenga que dedicar a actividades personales". Es lo que ella llama "impuesto femenino".
Cuidados a tiempo completo
Este punto de partida, donde son más las mujeres que reducen su jornada cuando llega el momento de conciliar su vida familiar y laboral, conlleva a la figura femenina a renunciar a una serie de trabajos y a asumir otros en un grado mayor que los hombres.
Según el último barómetro realizado en España por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), las mujeres siguen siendo las que asumen la mayor parte del trabajo doméstico. Estas tareas incluyen cocinar, fregar los platos, limpiar, ocuparse de la ropa o hacer la compra. Más de un 12% de las mujeres admite dedicar más de siete horas al día al mantenimiento de la casa, frente al 2,3% de los hombres. Sin embargo, cuando se dedica únicamente una hora al día en las tareas del hogar, los datos cambian: un 11,6% para las mujeres y un 29,3% para los hombres.
Además, con la reducción de la jornada laboral, las mujeres también renuncian a desarrollar una carrera profesional en las mismas condiciones que los hombres porque trabajar menos horas no solo implica cobrar menos, también que las posibilidades de ascender se reduzcan. Tal como arroja el último estudio de WomenCEO, la Asociación de Mujeres Directivas y Empresarias, titulado ‘La diversidad de género en los Consejos del IBEX 35’, solo un 21,8% de mujeres ocupan puestos en sus Consejos de Administración. Una cifra aún lejos del 30% recomendado por la CNMV para el año 2020.
La brecha salarial crece en las mujeres de 46 a 65 años
Las diferencias salariales continúan creciendo en el caso de las mujeres de 46 a 65 años, a las que la brecha alcanza a un tercio de su sueldo, mientras que las mujeres ocupadas mayores de 65 años cobran un sueldo por debajo de la mitad que los hombres de su misma franja de edad, según apunta Gestha.
Por tanto, vemos que la desigualdad salarial que se produce en España se ve incrementada a lo largo de los años y culmina en una enorme brecha entre la pensión que cobra una mujer y la que cobra un hombre.
La Vicesecretaria General de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cristina Antoñanzas, denuncia que las peores condiciones de las mujeres en el mercado de trabajo repercuten en que en la vejez sean más pobres que los hombres, situándose la brecha salarial en las pensiones contributivas en más del 37%: “Si a las mujeres nos roban en nuestros salarios cuando estamos trabajando, cuando llegamos a la jubilación nos siguen penalizando”, afirma.
Según datos de UGT, las mujeres representan el 73% de quienes perciben las pensiones más bajas de nuestro país, que más de un millón y medio perciben pensiones por debajo de los 500 euros (el triple que los hombres) y que esta cifra se dispara a los tres millones de mujeres si tenemos en cuenta las que perciben una pensión por debajo de los 700 euros.
La discriminación de las mujeres en el mercado laboral hace que, con las mismas circunstancias que un hombre (edad, entrada en el mercado de trabajo, etc.), la mujer tenga que retrasar su edad de jubilación un año para alcanzar los años necesarios de cotización y, a pesar de todo, el hombre percibiría más del doble que ella.
““Sin un sustento económico es muy difícil formar una familia, sobre todo si tienes a una persona discapacitada a tu cargo"“
María Dolores S., que es madre de tres hijos, tuvo que renunciar a su carrera laboral muy joven por su cuidado. Su empresa le concedió una reducción laboral con la llegada del segundo y sus posibilidades de promoción se limitaron. Hoy, 30 años más tarde, se ocupa de su padre, discapacitado de 98 años, y ve imposible poder compatibilizar ambas tareas sin la ayuda de otra persona. “Sin un sustento económico es muy difícil formar una familia, sobre todo si tienes a una persona discapacitada a tu cargo. ¿Quién se encarga de esto? Principalmente una mujer. El hecho de que se den esos dos factores -madre y cuidado de discapacitado- supone que la mujer se vea excluida del ámbito laboral no solo por el ser madre, sino por el cuidado de dependientes”, explica a RTVE.es
Porque la brecha salarial también está detrás de esta otra brecha, en este caso laboral y social: una y otra se retroalimentan. Pero, ¿qué se puede hacer al respecto? Educar.
La educación, un factor clave
“En el momento que un trabajador ve que un empresario reconoce sus necesidades personales, ese trabajador se compromete y es más productivo. Es necesario realizar un cambio de cultura”, explica Rafael Fuertes.
En la misma línea, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha demostrado que reducir las disparidades entre los sexos en un 25% de aquí a 2025 permitiría sumar 4.700 millones de euros a la economía mundial e incrementar los ingresos fiscales. Según la OIT, además de los considerables beneficios económicos, incorporar a más mujeres en el mundo del trabajo tendría un impacto positivo en su bienestar y en el de sus familias.
Las representantes sindicales subrayan la necesidad de introducir en la cultura empresarial las reducciones de jornada y las excedencias por cuidados para los hombres y que ninguno de los dos sexos se vea penalizado por hacerlo. Además, recalcan la importancia de medidas colaterales, como equiparar los permisos de maternidad y paternidad, cuya mayor duración puede ser un lastre para ellas, y apoyar los servicios públicos como la atención a la Dependencia.
'En la brecha'
Este documental interactivo, impulsado por el Lab de RTVE.es y producido por Barret Films, retrata el día a día de siete mujeres con profesiones masculinizadas. En él, los usuarios pueden dejar sus testimonios en vídeo sobre sus experiencias. Una técnico de sonido, una chef, una entrenadora de fútbol, una estibadora, una mecánica de automoción, la CEO de un equipo de eSports y una cirujana: ellas son las protagonistas de este webdoc en el que podremos seguir su día a día a través de sus agendas personales.