'El instante más oscuro": quien resiste vence, Gary
- Gary Oldman, camino de su primer Oscar por su impecable Winston Churchill
- La película se centra en la amenaza nazi en los primeros días de su mandato
- La cinta de Joe Wright (Expiación) opta a seis premios, entre ellos mejor película
6 NOMINACIONES
Mejor película
Mejor actor principal (Gary Oldman)
Mejor fotografía (Bruno Delbonnel)
Mejor vestuario (Jacqueline Durran)
Mejor diseño de producción (Sarah Greenwood, Katie Spencer)
Mejor maquillaje y peluquería (Kazuhiro Tsuji, David Malinowski, Lucy Sibbick)
“Churchill movilizó al idioma inglés y lo mandó al combate”. Estas palabras fueron pronunciadas por JFK en 1963 y aparecen en El instante más oscuro en boca de uno de los rivales del líder británico. La frase resume a la perfección el tono de una película que muestra cómo Churchill usó el poder de sus discursos para levantar la moral de un país al borde de la invasión y rechazar la negociación con Hitler.
Junto a Dunkerque, El instante más oscuro ofrece un programa doble de afirmación de orgullo británico en la adversidad. En la película de Christopher Nolan los portadores de ese orgullo son los civiles que acuden a rescatar a los soldados atrapados. Aquí, un Churchill omnipresente en el metraje que, ante la oposición de gran parte del parlamento y de su partido, insistió en mantener el esfuerzo de la guerra en 1940.
Gary Oldman humaniza a un primer ministro que se enfrenta a un terrible dilema: sacrificar a miles de soldados en Francia para retrasar la invasión nazi o negociar un acuerdo de paz que supondría el fin de la independencia británica. El actor londinense consigue que, bajo todas las capas de maquillaje necesarias para recrear al personaje, emerja un Churchill con dudas, tierno e irascible a la vez. Oldman crea una voz que no es exactamente una imitación de la del Churchill real y sus ojos transmiten toda la picardía de un hombre que sabía que a los enemigos convenía tenerlos cerca.
Todo apunta a que Gary Oldman conseguirá su primer Oscar tras cuatro décadas de carrera y una galería de personajes excesivos desde el Sid Vicious de Sid y Nancy. El reconocimiento de la Academia ya debió llegarle con su magnífica interpretación del impertérrito espía George Smiley en El topo. En aquella gala de 2012, el huracán The Artist arrasó con los principales premios, incluido el de mejor actor para Jean Dujardin.
Por desgracia, la interpretación de Oldman ensombrece los demás aspectos de El instante más oscuro. Para mostrar su autoría en una película de despachos y reuniones, el director Joe Wright recurre a ciertos destellos formales como planos ralentizados y cenitales que no encajan bien con el resto del film. Y en el tramo final de la película entrega una secuencia en el metro que resulta particularmente sonrojante por inverosímil y atrapa-Oscar. Wright, que ya contó con el favor de la Academia en Expiación y que demostró de lo que es capaz visualmente en Hannah, se deja llevar por un guion que alterna buenos diálogos con otros excesivamente sensibleros y expositivos.
Con El instante más oscuro, el cine británico que mira al siglo XX se apunta un nuevo tanto en la temporada de premios. Sigue la estela de títulos como La teoría del todo, La chica danesa o Brooklyn, impecables en los aspectos técnicos pero que no alcanzan la categoría de obra mayor por su indisimulada querencia a agradar al público por la vía de la emoción. Lo mismo le ocurre a este biopic, limitado al mes de mayo de 1940, que sacrifica el rigor histórico para ofrecer un relato asequible en el que hay héroes (Churchill) y villanos (sus compañeros de partido Lord Halifax y Chamberlain). Intuimos que la historia no fue como nos la cuentan, pero en eso consiste el mito.