El gigante ruso del aluminio, al borde de la quiebra por las sanciones de Washington
- Rusal ha perdido la mitad de su valor en las Bolsas de Hong Kong y Moscú
- Su dueño, el oligarca Depiraska, en la lista de sancionados publicada el viernes
La compañía rusa Rusal, uno de los mayores productores de aluminio del mundo, ha perdido este lunes casi la mitad de su valor en Bolsa al ser incluida en la nueva tanda de sanciones de EE.UU. y se encuentra al borde de una suspensión de pagos, ha informado el gigante de aluminio en un comunicado.
Las sanciones aplicadas por Washington implican el cierre del mercado estadounidense a las empresas de los oligarcas y altos funcionarios incluidos en la lista, lo que en el caso de Rusal supone perder el 14% de su facturación total.
A las 8 de la mañana -hora española-, momento del cierre de las Bolsas asiáticas, las acciones de la compañía controlada por el multimillonario ruso Oleg Deripaska -uno de los oligarcas próximos al Kremlin castigados por las nuevas medidas de Washington-, caían un 49% en la Bolsa de Hong Kong. A la vez, en la Bolsa de Moscú, los títulos de Rusal han llegado a desplomarse un 46,9%.
Según la nota emitida por la empresa, la dirección está evaluando el impacto de las sanciones de EE.UU. anunciadas el pasado 6 de abril, que podrían resultar en una "quiebra técnica".
"Estamos estudiando las consecuencias de la posible insolvencia técnica en la posición financiera del grupo", indica la nota, que añade que, a día de hoy, la compañía "está cumpliendo con sus obligaciones de crédito".
No obstante, adelanta que las restricciones anunciadas por el Departamento de Tesoro de Estados Unidos "es muy probable" que tengan consecuencias "negativas" sobre las futuras actividades del gigante ruso del aluminio.
Otro de los conglomerados empresariales de Deripaska, el grupo En+, también se ha resentido en Bolsa. En el parqué de Moscú, sus acciones han llegado a perder un 25% de su valor y en Londres, su caída ha superado el 27%.
El Kremlin promete su apoyo a los sancionados
Mientras tanto, el Gobierno ruso se ha comprometido a apoyar a todas las empresas afectadas por las sanciones estadounidenses.
"Siempre tratamos con mucha atención nuestras compañías principales, con miles de trabajadores, son puestos de trabajo muy importantes para el país. Y ahora, al empeorar su situación, también lo haremos", ha asegurado el viceprimer ministro de Rusia, Arkadi Dvorkovich.
Deripaska -dueño del gigante del aluminio, Rusal, y el del níquel, Nornickel, y también controla el mayor fabricante ruso de autobuses, GAZ- ya es investigado en EE.UU. como parte de la llamada trama rusa por sus supuestos lazos con Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump.
Además de este magnate, en la lista de 24 sancionados figuran Kirill Shamalov -yerno de Vladímir Putin y uno de los principales accionistas de la empresa energética Sibur-, Viktor Vekselberg -presidente de Renova-, Suleimán Kerímov -que controla la compañía extractora de oro Polyus- y Vladímir Bodgánov, director de la petrolera Surgutneftegaz.
Entre los altos funcionarios vetados está Alexéi Miller -estrecho aliado de Putin y jefe del consorcio gasístico Gazprom-, Nikolái Pátrushev -secretario general del Consejo de Seguridad- y Andréi Kostin, director del banco VTB.
Los sancionados -siete oligarcas y 17 funcionarios- verán congelados sus activos bajo jurisdicción estadounidense.