Vittorio Giardino: "Me gusta ambientar mis historias en momentos históricos transcendentales"
- El italiano ha presentado en el Salón de Barcelona el final de su serie sobre Jonas Fink
- "Mi próximo trabajo volverá a estar protagonizado por Max Fridman", asegura
Vittorio Giardino (Bolonia, 1946) es uno de los grandes del cólmic mundial, gracias a su depurado estilo de dibujo y su compromiso político y artístico con el cómic. Ha creado series ya clásicas como la protagonizada por el detective Sam Pezzo (1979-1982), que acaba de ser reeditada por Norma Editorial, la saga de espionaje Max Fridman (1982-2008), la parodia erótica Little Ego (1985-1989) o Jonas Fink (1991 -2018), la historia de un joven que vive en la Praga de la posguerra, cuyo cuarto y último volumen, El librero de Praga (Norma) ha presentado en este Salón del Cómic de Barcelona.
Una aventura que comienza en la Primavera de Praga, en 1968. "Me gusta -nos comenta- ambientar mis historias en momentos históricos determinados y trascendentales, que supusieran algún cambio importante. Y ese momento de crisis fue el comienzo de la decadencia del comunismo que culminaría con la caída del muro de Berlín y los años posteriores".
"Además -añade- me gusta que esos acontecimientos históricos concretos tengan relación con lo que estoy viviendo en el momento en el que dibujo la historia. Con la actualidad. Por eso yo inicié las aventuras de Jonas Fink en 1990, con la emoción de la caída del muro de Berlín. Y por eso la historia de Fink se iniciaba en 1939, justo en los primeros días de la Segunda Guerra Mundial".
"He decidio acabar la historia en 1991 porque creo que, desde entonces, Praga no ha cambiado demasiado. Pero esos tres años, entre 1988 y 1991 cambió muchísimo"
También quería contar que, en aquella época del comunismo, los países bajo control soviético pensaban que occidente era un paraíso. Sin embargo, con el tiempo, se ha demostrado que no es ese paraíso con el que soñaban".
"Amo el personaje de Sam Pezzo"
Si hay un personaje especial para Giardino es el de Sam Pezzo, que fue su primer éxito en 1979. "Amo mucho el personaje de Sam Pezzo -nos comenta-. Son mis inicios, mi juventud. Por tanto creo que es muy fresco, pero al mismo tiempo muy ingenuo. los personajes que lo sucedieron fueron mucho más complejos. Por eso no he querido volver sobre él desde 1982, hace 30 años, cuando dibujé su última aventura. Espero que esté contento con la vida que le tocó vivir. Pienso que está en algún lugar y que es feliz"".
"Voy a recuperar a Max Fridman"
Diez años después de publicar la última aventura de su célebre personaje Max Fridman, el dibujante italiano Vittorio Giardino volverá a recuperar al exagente francés de origen judío en una historia que situará en distintos escenarios de Europa en los meses previos a la Segunda Guerra Mundial. "Es un personaje mucho más complejo -asegura- y que es testigo de una época histórica que me interesa mucho reflejar. Tengo muchísimas ideas para Fridman"
El nuevo álbum del personaje estará situado en el marco de la tensa situación en Europa en los meses que precedieron a la Segunda Guerra Mundial, paralelamente el autor seguirá con preocupación el actual panorama político internacional, que en general ve "muy mal".
Aunque la decisión de lanzar un nuevo álbum de Fridman ya está tomada, los seguidores de Giardino deberán armarse de paciencia para poder tenerlo en sus manos, pues advierte el dibujante que suele tardar unos tres años en completar sus proyectos.
De momento, avanza que la trama "con seguridad se situará un año antes de la Segunda Guerra Mundial, en 1938-1939", y aunque tendrá muchos escenarios, como Viena, Ginebra, Niza o Tel Aviv, "aún no he decidido cómo se desarrollará la historia".
El primer cómic en el que apareció Fridman, Rapsodia húngara, se publicó en 1982, convirtiéndose en una obra de referencia del cómic europeo, le siguió La puerta de Oriente, en 1986, y la trilogía ¡No pasarán!, ambientada en la Guerra Civil española, en tres entregas en los años 2000, 2002 y 2008.
Respecto de esta trilogía, indica que tenía desde hacía tiempo la idea de situar a Fridman en la Guerra Civil, pero que fue el inicio de la guerra de Yugoslavia y el asedio a Sarajevo, que le recordó el vivido en Madrid durante la contienda española, lo que le llevó a decidir que había llegado el momento de hacerla.
Nacido en Bolonia en 1946, este autor de trazo elegante y guiones complejos y singulares inició su carrera profesional en el mundo del cómic tardíamente, cuando tenía 30 años y trabajaba como ingeniero electrónico.
Más de cuarenta años después de dar el salto al mundo de la historieta, recuerda que hubo varias razones para hacerlo, que resume en una sola: "Pensé que sólo hay una vida, me la jugué por mi gran pasión, y luego he tenido mucha fortuna".
De los autores que más le han influenciado cita primero, cuando era niño, a los norteamericanos Carl Barks y Floyd Gottfredson, que dibujaron y perfeccionaron al Pato Donald y a Mickey Mouse, y a los que considera "dos grandísimos autores de historietas", y resalta también a Hugo Pratt, con su Corto Maltés, y a Moebius "por su perfección en el dibujo".