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'The fade out': Un apasionante thriller en el Hollywood de la "Lista negra"

Eb Brubaker y Sean Phillips retratan el Hollywood de la posguerra y la "Amenaza Roja"
Un apasionante cómic de serie negra galardonado con el Eisner a la Mejor Serie Limitada en 2016

20/05/2018 12:14 horas

Por JESÚS JIMÉNEZ

Fragmento de la portada de 'The Fade Out'

Cuando hablamos del Hollywood de la posguerra se nos vienen a la cabeza las maravillosas películas de la época, como el cine negro o los musicales. Pero la realidad fue mucho más oscura. Fue la época de la Caza de Brujas, de la paranoia anticomunista y de los traumas de la posguerra. Sin olvidar que si Harvey Weinstein y sus amigos han cometido todo tipo de abusos durante años (en pleno Siglo XXI), imagináos cómo era la vida de las actrices (y actores) en esa época en la que nadie se atrevía a abrir la boca y los productores decidían quién triunfaba y quién no. El #MeToo tardaría casi 70 años en llegar.

Ese es el Hollywood que han elegido el guionista Ed Brubaker y el dibujante Sean Phillips (Fatale, Criminal) para ambientar uno de los mejores cómics de serie negra de los últimos años, galardonado con el Premio Eisner 2016 a la Mejor Serie Limitada. Hablamos de The fade out (Panini), en el que el misterioso asesinato de una aspirante a estrella de Hollywood les sirve para recrear esos primeros momentos de la Caza de Brujas y la Lista Negra, cuando los actores, directores, etc... señalaban a sus propios compañeros como comunistas, lo que acababa inmediatamente con sus carreras.

Una época que Brubaker conoce muy bien porque su tío, John Paxton, fue un famoso guionista de Hollywood de esa etapa, que escribió los guiones de títulos míticos como Encrucijada de odios (Edward Dmytryk, 1947), La hora final (Stanley Kramer, 1959), Salvaje (Laslo Benedek, 1953), la película que encumbraría a Marlon Brando, o Historia de un detective (Edward Dmytryk, 1944). De hecho, el guionista confiesa en el prólogo que conserva los guiones originales de su tío y que fueron su principal inspiración para este cómic.

No olvidemos que el gran director Edward Dmytryk (El motín de El Caine, El baile de los malditos), con el que su tío colaboró en varias ocasiones fue uno de los "Diez de Hollywood" que inauguraron la famosa "lista negra" y acabaron en la cárcel en los primeros días de la supuesta "Amenaza Roja" en Hollywood.

El Hollywood de la paranoia

En ese Hollywood de la paranoia (1948), donde los amigos denunciaban a los amigos y donde nadie estaba a salvo de ser acusado de comunista, es donde se desarrolla la historia de Charlie Parish, un popular guionista que, tras volver de la II Guerra Mundial, sufre un trauma post-bélico y es incapaz de escribir. Para sobrevivir llegará a un acuerdo con otro guionista amigo suyo que no puede trabajar por estar en la lista negra. Charlie firmará los guiones que escriba su amigo (como sucedió en la vida real con el famoso guionista Dalton Trumbo, otro de los Diez).

Pero tras una de las famosas fiestas de Hollywood de la época, Charlie despierta en una casa junto al cadáver de Valeria Sommers, una joven estrella ascendente. Un crimen que alguien disfrazará de suicidio, lo que llevará a Charlie a intentar descubrir quién está detrás de esa conspiración, metiéndose en un mundo donde los productores hacen valer su ley y las actrices que quieren triunfar tienen que acatar sus deseos. Y dónde los supuestamente patriotas demuestran ser más peligrosos que los comunistas.

Una gran historia de género negro que mezcla esa Caza de Brujas con los abusos de los productores, los gangsters, el FBI, los traumas de la guerra y el ambiente de una ciudad que pretendía ser una fábrica de sueños que, normalmente, acababan en pesadillas. Por cierto que Brubaker mezcla la ficción con numerosas anécdotas reales de Hollywood.

Una época de gran cine negro que, curiosamente, era menos oscuro que la realidad del propio Hollywood que, por cierto, todavía lucía el cartel de "Hollywoodland" (se quitaría en 1949). Una tierra que provocó la última fiebre del oro (sustituida después por la fiebre de la fama) y a la que, aún en día, siguen peregrinando jóvenes actores en busca de fama y fortuna. Pero muy pocos lo consiguen.

Un Hollywood muy reconocible

Destacar la excelente documentación de Ed Brubaker y Sean Phillips, que recrean perfectamente el Hollywood de la época mezclando personajes reales (como los actores Clark Gable y Humphrey Bogart o el escritor Dashiell Hammet), con otros imaginarios pero que nos remiten a estrellas de la época. Así, el actor de cine de acción en horas bajas Earl Rath parece un trasunto de Errol Flynn, el joven actor homosexual Tyler Graves tiene los rasgos de Montgomery Clift y el director Franz Schmitt nos recuerda poderosamente a Fritz Lang.

También se habla mucho de un joven Ronald Reagan, por entonces director del Sindicato de Actores y ferviente anticomunista que denunció a muchos de sus compañeros. Si, el mismo que acabó de presidente de EE.UU.

**Viñeta de 'The Fade Out'**
Viñeta de 'The Fade Out'

Destacar los dibujos de Sean Phillips en los que los personajes fuman y beben constantemente y que nos remiten, por su iluminación y color, al Hollywood de los años 40 y 50. Una ambientación genial que el gran artísta consigue desde la primera viñeta.

También tenemos que alabar la excelente edición de Panini que incluye, en un lujoso volumen, la serie limitada (de 12 episodios) y más de 50 páginas de extras; como las portadas originales, ilustraciones de grandes actores de Hollywood, bocetos, story-boards, guiones, artículos e incluso una historia corta que sirvió de tráiler para presentar la serie.

Otra genialidad de Ed Brubaker y Sean Phillips tras las estupendas y premiadas (Fatale y Criminal). Un cómic absorbente que logra captar la magia de Hollywood pero también su parte más oscura.

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