Los bomberos localizan muerto a uno de los dos desaparecidos en el derrumbe en Madrid
- El fallecido, de 56 años y natural de Cáceres, murió en el acto por politraumatismos
- Los bomberos trabajan con la "esperanza" de hallar al segundo desaparecido
Los bomberos han hallado el cuerpo sin vida de una de las dos personas desaparecidas en el derrumbe de este martes de un edificio en obras en el paseo del General Martínez Campos de Madrid. El trabajador murió en el acto por politraumatismos, según el jefe de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Eugenio Amores. Tras más de 48 horas, prosigue la búsqueda de la otra persona que quedó atrapada en los escombros al hundirse el forjado de la séptima planta del inmueble y arrastrar el de niveles inferiores.
Según ha detallado la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que ha acudido hasta el lugar de los hechos junto con el delegado de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, el hombre encontrado es el trabajador José María Sánchez, de 56 años y natural y residente de Malpartida de Plasencia (Cáceres), que se encontraba en la obra realizando labores de retirada de carpintería de madera. La víctima era albañil de profesión y deja una viuda y dos hijos.
"Tenemos la certeza de que es él porque llevaba la documentación en el bolsillo y, por tanto, se ha podido comprobar" su identidad, ha explicado Barbero. Su localidad natal ha convocado un minuto de silencio este viernes, a las 12:00 horas, a las puertas del Consistorio.
El edil se ha mostrado convencido de que, por los datos aportados por los bomberos, "lo lógico es que (el fallecido) no haya sufrido nada porque estaba absolutamente rodeado de escombros y ninguna posibilidad de respiración y con todos los escombros que han ido acompañando una probablemente enorme caída no había ningún tipo de posibilidad compatible con la vida".
La noticia ha sido comunicada a la familia por los servicios sanitarios, con el apoyo de psicólogos del Samur.
Tal como ha avanzado el servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid en su cuenta de Twitter, el cuerpo de bomberos "continúa con los trabajos para encontrar a la segunda persona desaparecida". Asimismo, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento ha ofrecido a través de la misma red social una explicación de cómo se ha llevado a cabo la actuación.
La segunda persona desaparecida es Agustín Bello, de 42 años y vecino de Parla, y se encontraba en el lugar del suceso porque había ido a visitar a un hermano trabajador en las obras.
Al ser preguntada por la investigación, Carmena ha asegurado que no tienen ninguna novedad al respecto: "No sabemos nada, es decir, sabemos que un Juzgado ha abierto diligencias" en relación con el accidente de esta persona que ha fallecido.
"No podemos más que lamentarlo y hacer todo lo posible para superarlo y para que estas cosas en la medida de lo posible no sucedan", en referencia a "estos accidentes laborales tan dramáticos de personas que entran a trabajar un día y no salen porque ha pasado algo que no debería haber pasado", ha asegurado la alcaldesa.
Las labores de búsqueda avanzan más rápido
En un parte ofrecido después del mediodía, el jefe de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid ha dicho que este jueves se avanza "muchísimo más rápido de lo que se podía hacer este miércoles".
Según el mismo, ha sido aumentado hasta unos 70 el número de bomberos que trabaja en el lugar y el desescombro realizado la noche pasada permite ahora nuevas líneas de trabajo "a cielo abierto y en horizontal", una por la parte del número 19 del Paseo del General Martínez Campos, y otra para poder desescombrar desde la calle Viriato.
Amores ha afirmado que este jueves todavía no han sido utilizados los perros adiestrados porque hasta el momento los equipos de rescate están más interesados en el movimiento de tierras y en el desescombro.
Asimismo, en la parte posterior al 19 de Martínez Campos, en el número 62 de la calle Viriato, permanecen instaladas dos grúas de unos 40 metros, con las que los bomberos están removiendo los escombros más voluminosos.
La séptima planta, "limpia" de escombros
El suceso ocurrió poco antes de las cinco de la tarde del martes pasado, cuando el forjado de hierro y hormigón de la séptima planta del edificio en obras se desplomó y arrastró al de las plantas inferiores de la obra.
La empresa constructora Aldesa, encargada de la rehabilitación integral del edificio derrumbado, asegura que tanto la cubierta como la séptima planta se encontraban "completamente limpias de material o escombros".
Para los trabajos de demolición, se contrató a dos empresas especializadas, Tygma y Tepuy, con una "amplia experiencia en este tipo de actuaciones", según un comunicado emitido por Aldesa, que subraya que hay una investigación abierta y que cualquier tipo de especulación interfiere en la misma.
En la misma línea y según ha explicado a Efe un portavoz de Tygma, "en las plantas 5, 6 y 7 del edificio ya se había demolido la tabiquería interior y ya estaban libres de escombros, mientras que en las plantas 4, 3 y 2 ya estaban derribados los tabiques pero sin retirar los escombros".
"Es ilógico y completamente falso que se hiciera acopio de materiales en la planta alta", ha afirmado la misma fuente que además rechaza rotundamente la versión de algunos medios de comunicación de que hubiera sobrecarga en la planta superior.
Desalojados
La concejal de Chamberí, Esther Gómez, por su parte, ha precisado las cifras de personas desalojadas en el vecindario: diez familias en el número 21 de Martínez Campos, 44 personas en el número 21 y dos familias del número 62 de la calle Viriato.
Todos ellos, ha dicho Gómez, se han interesado por los recursos puestos a disposición por el Ayuntamiento; "algunos los han utilizado y otros han preferido soluciones ofrecidas por familias o amigos".
Acerca de la respuesta del Ayuntamiento a los vecinos desalojados, una de ellas, María Olabarrieta, residente en el número 62 de la calle Viriato, ha dicho a la prensa que en un primer momento el SAMUR les sugirió a los vecinos desalojados que se dirigiesen a sus respectivos seguros particulares para gestionar su hospedaje temporal.
Esta vecina, que -ha dicho- ha debido esperar muchas horas para entrar a su vivienda para recuperar medicinas y objetos de primera necesidad, así como dificultad para hallar hotel cercano a su domicilio, cree que ha habido "desatención total" por parte del Ayuntamiento y del SAMUR Social.
La madre Josefa, que trabaja en el Comedor Social Martínez Campos, ha explicado a Efe que en las instalaciones atienden tanto a las familias como a los bomberos, policías y demás personas que trabajan en la operación de rescate.
Restricciones de acceso a la zona
Además de los edificios de viviendas desalojados, los contiguos al 19 del Paseo del General Martínez Campos, y al 62 de la calle Viriato, la Policía mantiene cerrados los accesos a ambas calles por Fernández de la Hoz y Modesto Lafuente, medida que afecta a los comercios de la zona.
Dos de estos comerciantes, de un centro de masajes y de un bar, Luis Miguel Muñoz y Isidro Fernández, respectivamente, han dicho a Efe que piden a los técnicos que confirmen el riesgo real de peligro y que, si no hubiera riesgo, permitieran pasar a los clientes por la acera, ante la pérdida de negocio y de clientes que están sufriendo desde el pasado martes.
En el caso de los trabajadores o residentes en los demás edificios de estas calles, la Policía mantiene un control riguroso de acceso y permite el paso después de las comprobaciones pertinentes.
A lo largo de la mañana trasiego de viandantes, periodistas y entrada y salida constante de vehículos de bomberos y de la Policía.
Con ocasión de este suceso, la EMT mantiene desviadas las líneas de autobús 16, 5 y 61, que circulan por General Martínez Campos.
Un edificio de 1931
El edificio derrumbado fue erigido en 1931 en una parcela de 855 metros, según datos del Catastro General, y con una superficie total construida de 6.041 metros distribuida en siete alturas y planta baja.
Según la sede electrónica del Catastro, este inmueble de uso principal "residencial", había sido sometido a una "reforma media" en 2012, que afectó tanto a los locales de la planta baja -destinados a ocio, hostelería y almacenes- como a las viviendas y oficinas ubicadas entre las plantas primera y séptima, y con más de trescientos metros de superficie media.
En el verano de 2016, este inmueble del distrito de Chamberí fue adquirido por el fondo inmobiliario británico Europa Capital por 25 millones de euros, para promocionar viviendas de lujo. Este fondo, con sede en Londres, es propiedad de Rockefeller Group International y sirve de instrumento para las inversiones del grupo estadounidense en el continente europeo.
Tras la adquisición del inmueble, la empresa Richelieu Developments fue la encargada de la promoción de 27 viviendas de lujo, de entre tres y cuarto dormitorios, entre ellas cinco áticos, con un precio inicial previsto de 8.200 euros el metro cuadrado, lo que arroja un importe de entre 1,6 y 3,9 millones de euros por vivienda.
Las obras de remodelación, iniciada hace más de un mes, incluían tres nuevas plantas bajo rasante con 57 plazas de garaje privadas con preinstalación para coche eléctrico, así como trasteros individuales, según indica la promotora en su web.