Numancia resurge en internet más de 2.000 años después de su asedio
- Un libro multimedia conmemora el 2.150 aniversario de la toma de la ciudad celtíbera
- Un mapa 3D permite conocer a fondo los detalles del yacimiento soriano
- Desde el siglo XIX, Numancia se convirtió en un símbolo de la libertad contra la tiranía
La palabra "numantino" es de uso común en las crónicas deportivas y está en el diccionario de la Real Academia Española. Queremos expresar con ella una resistencia tenaz hasta el límite, a menudo en condiciones precarias. No hay mejor definición para describir la gesta de esta ciudad celtíbera llamada Numancia, situada muy cerca de Soria y de Garray. Su historia está ya internet, aunque no tenga por ahora su película o su serie.
Se cumple en este año el 2.150 aniversario de la toma de la ciudad después de 15 meses de un largo asedio por hambre y sed. Roma terminó así con 20 años de guerra en Hispania, su particular El Dorado.
Numancia es nuestra Masada hispana. Los políticos liberales del siglo XIX ensalzaron Numancia como un símbolo de la libertad frente a la tiranía. Hasta levantaron un obelisco en el año 1904 para la eterna memoria de los numantinos, aunque a costa de destruir un caldarium de unos baños romanos. La eterna contradicción hispana, destruyendo los vestigios del pasado para honrarlo.
Un mapa en 3D para no perderse por Numancia
Un libro, editado por la Real Academia de Bellas Artes y Acción Cultural Española permite realizar un viaje virtual por Numancia, sus calles y sus viviendas. Conocer el asedio y el final de la ciudad. Es un libro accesible para todos y muy intuitivo y rico en referencias literarias, antiguas y modernas, y fotos.
La aportación más importante es un modelo de mapa en 3D de la Muela de Garray, lugar donde está ubicado el yacimiento arqueológico de Numancia. La ciudad celtíbera era prácticamente inexpugnable. Estaba rodeada por un foso natural, formado por el río Duero, el lado occidental, y el río Merdancho, por la ladera meridional.
El mapa en 3D se ha generado a partir de 2.930 imágenes georreferenciadas tomadas en cinco vuelos de drones o aviones no tripulados. Se ha barrido por completo las 90 hectáreas del yacimiento y sus alrededores. Posteriormente, las imágenes se han procesado en la Real Academia de Bellas Artes con programas informáticos de fotogrametría para convertirlas en una nube de puntos densa, compuesta por 136.601.147 puntos (con un promedio de 25 por metro cúbico), que reproduce los relieves del terreno con gran precisión.
Con estos datos se ha elaborado un mapa en 3D de la superficie de Numancia, A partir de ella se obtienen líneas de nivel a cotas muy precisas y se pueden analizar en detalle barrios concretos de la ciudad, estructuras y otros aspectos del yacimiento.
Objetos de Numancia que se puede tocar
El libro multimedia también incluye imágenes 3D de objetos significativos hallados en Numancia, que se conservan en el Museo Numantino de Soria. Se pueden incluso visualizar a través de gafas 3D para hacer la experiencia aún más interactiva.
Así podemos conocer cómo eran los habitantes de Numancia: pueblo ganadero muy laborioso, religioso y hasta supersticioso. En Numancia se han encontrado pequeñas bolas de cerámica, que parecen ser amuletos. Adoraban al dios Sol, y hasta conocieron sus efectos terapéuticos para los enfermos, lo que hoy conocemos como helioterapia.
También veneraban al toro, con ceremonias que nos parecen remedos de corridas de toros. Bailes rituales y mágicos con un hombre, que llevaba cuernos enfundados en los brazos.
Cerveza celtíbera
La cultura celtibérica, se inicia a partir del siglo VI a.C., desarrollando en su etapa final la vida urbana, dos siglos más tarde, cuando comenzó la moneda y también la escritura, muy parecida a la íbera. Está en monedas y cerámicas.
Se han hallado en Numancia granos de trigo y cebada, de donde obtenían la caelia o cerveza, que era de sabor áspero y con un alto grado alcohólico. La dieta alimenticia era rica en componentes vegetales, especialmente, las bellotas, y pobre en proteínas animales.
Los romanos adoptaron su espada, que llamaron el gladius hispaniensis, caracterizada por tener una punta excelente y un duro golpe con ambos filos. Procedía del hierro del Moncayo.
Honor para los que morían en combate
Los que morían en combate eran considerados héroes, merecedores del cielo. Sus cuerpos eran abandonados en el campo de batalla para ser devorados por los buitres, que eran los mensajeros de los dioses. Su espíritu se elevaba así al más allá, mientras estos carroñeros devoraban sus cuerpos.
Los que morían de muerte natural eran incinerados y las cenizas, en el caso de la necrópolis de Numancia, depositadas en un hoyo junto con su ajuar y señalizadas con una estela.
Los enterramientos muestran una sociedad muy compleja. Se han descubierto hasta cuatro grupos de enterramientos, según el lugar que ocupaba el fallecido en la escala social: con armas, con adornos de bronce (báculo de distinción), con canicas y agujas de coser y un cuarto grupo sin ajuar, que debían ser los más pobres.
El asedio
Escipión sometió a un duro asedio a Numancia, bloqueándola con nueve campamentos. Incluso el paso del Duero estaba controlado con un rastrillo de afiladas púas. El asedio, por hambre y sed, se prolongó durante 15 meses. Los bravos numantinos optaran por prender fuego a la ciudad y, muchos de ellos, suicidarse antes de ver caer su bastión. No morir en combate era, para ellos, un final indigno y la peor de las condenas.
El final trágico de Numancia alimentó su leyenda. En la práctica, Publio Cornelio Escipión Emiliano, el Numantino, solo ganó prestigio. Él tuvo que pagar de su propio bolsillo a los soldados romanos al no hallar nada de valor después del saqueo. Solo sobrevivieron 50 numantinos, que fueron paseados por las calles de Roma como botín de guerra.
La Numancia romana
La Numancia romana fue construida y repoblada, paradójicamente, con celtíberos afines al Roma, los pelendones. Las viviendas eran muy parecidas a las celtíberas, con una diferencia, las paredes eran completamente de piedra. Así las podemos distinguir si vamos a Numancia, donde hay reconstrucciones fieles de viviendas.
En la dinastía Flavia, la que construyó el Coliseo, la población de Numancia aumentó. Quedaron atrás los tiempos de guerras y revueltas. Numancia se convirtió en un municipio y contó con edificios públicos y hasta baños y termas. De aquella época nos quedan las ruinas de unas casas porticadas, situadas en la zona sur, la más saludable.
Hoy, Soria propone una visita a sus tres ciudades romanas, Auxama, en Burgo de Osma, Tiermes y Numancia.
Un español la descubre y un alemán la excava
Poco a poco, la gran urbe y sus restos desparecieron. Tanto, que incluso a mediados del siglo XIX se pensaba que la original Numancia se encontraba en Zamora. Sin embargo, Eduardo Saavedra encontró en 1860 los primeros indicios de unas ruinas que, más adelante, se confirmaron y desvelaron como la legendaria Numancia,
El nombre de Numancia se puso de moda. Hasta dio nombre a una fragata blindada, que dio la vuelta al Mundo, una gesta que recogió Galdós en uno de sus episodios nacionales.
El alemán Adolf Schulten, financiado por el Kaiser Guillermo II, realizó en 1905 una gran excavación tanto de Numancia como los campamentos romanos. Se llevó muchas de las piezas que descubrió. Hoy, la mayoría están en Mainz, en el Römisch-Germanisches Zentralmuseum, uno de los cuatro museos alemanes que contienen restos de Numancia.
El rey Alfonso XIII visitó hasta en tres ocasiones la ciudad. La primera vez, en 1903, a la que siguieron las documentadas de 1904, para inaugura el monolito que hoy existe, en 1919, para abrir el Museo Numantino.
Año Numantino
El libro multimedia, que está disponible en la web, forma parte de la conmemoración del año numantino. En la agenda figuran todavía los últimos acontecimientos: reconstrucciones de ambientación histórica, que organiza el municipio de Garray o exposiciones como Numancia en Imágenes, en Soria.
La Orquesta Sinfónica de Castilla y León clausurará este año con un concierto extraordinario el día 1 de diciembre.
Por el momento, Numancia no tiene su película o serie de televisión como Troya o Masada, aunque Antonio Machado nos dejó aquellos versos tan inmortales como Numancia:
Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
-no fue por estos campos el bíblico jardín-;
son tierras para el águila, un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín.