Un infierno, el calvario del mar..., y Europa: desembarco de emociones en el Aquarius
- El acordeón de Vinard entona el 'himno' del Aquarius al llegar a Valencia tras ocho días de travesía
- La mayoría de los rescatados no tiene nada más que la mochila que les han dado y no hablan el idioma
Las últimas despedidas en el Aquarius se han producido con el sonido de fondo del acordeón de Aloys Vinard, coordinador de Médicos Sin Fronteras. Ha tocado el que ya es el himno del Aquarius para cerrar este capítulo y todo el mundo ha bailado para estupor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el personal de Cruz Roja, que reían fuera.
Así ha sido el desembarco de las emociones, entre aplausos. La gente aquí llora cuando recuerda su pasado, sus países de origen. Libia, meses o años de calvario. Pero también lloran ahora porque están asustados. La mayoría no tiene nada más que la mochila que les han dado aquí y no hablan el idioma. No están acostumbrados tampoco a que les traten bien. Se han desconcertado al principio al ver llegar al personal de seguridad exterior con esos trajes tan aparatosos y llamativos y preguntaban "quiénes son" y les llamábamos a la calma.
Muchas emociones, lágrimas, abrazos, apretones de manos, despedidas, bienvenidas. El final de una etapa y el comienzo de otra.
Por resumir el sentimiento, la camiseta que portaba un chico de Sierra Leona. En el pecho decía “Sierra Leona agradece a España su bienvenida”. En el reverso de la prenda puede leerse en inglés: “Yo confío en España”.
Un desembarco para celebrar
Todo el equipo ha celebrado la llegada juntando sus manos porque el desembarco ha salido bien.
Es una experiencia difícil de resumir. Es el final de una etapa durísima para muchos. Todos han pasado por Libia. Lo describen como el infierno. Describen centros de detención ilegal, torturas, mercados de esclavos, violaciones en el caso de las mujeres. Esto simplemente en el paso previo, anterior a salir en una patera al Mediterráneo. Pero es que muchos viene de países con conflictos o hambrunas o sequías.
Hemos conocido también a personas, como un chico de 16 años de Liberia que ha hecho solo la travesía tras perder a toda su familia por la crisis del ébola, o el caso de otro enfermero que huye con su mujer.
Hay que destacar que finalmente han pasado todos esos infiernos, el calvario del mar y ahora están aquí, en Europa, por fin en un puerto seguro deseando empezar una nueva vida que solo quieren en seguridad y paz.
Sara Alonso Esparza (@SAlonsoEsparza) es una periodista de Radio Nacional que se embarcó en el Aquarius para cubrir en primera persona la crisis de los refugiados. El sábado pasado vivió el rescate de los 629 migrantes (otro más nació a bordo). Ha narrado la historia de este rescate a bordo del buque.