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Salvini rechaza otro barco humanitario y apuesta por centros de migrantes en las fronteras externas de Libia

  • El ministro de Interior italiano se reúne con las autoridades libias para abordar la cuestión migratoria
  • Más de 300 migrantes esperan en el Mediterráneo para poder desembarcar en puerto europeo

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Italia impide el desembarco del buque humanitario de la ONG Lifeline

Dos semanas desde la nueva crisis migratoria en Europa a raíz del rechazo de Italia al buque humanitario Aquarius, el ministro de Interior y vicepresidente italiano, Matteo Salvini ha vuelto a denegar el desembarco a otra ONG con migrantes. "Reafirmarmos que [el barco] será alojado en un puerto que no será italiano", ha señalado.

Se trata del buque operado por la ONG alemana Lifeline, que lleva cinco días varado en el mar con 234 migrantes a bordo –este martes se encuentra a 30 millas de Malta- a la espera de autorización de las autoridades italianas para atracar en un puerto del país.

Entretanto, el buque danés Alexander Maersk sí ha podido desembarcar en el puerto siciliano de Pozzallo con 113 migrantes. La minsitra de Inmigración danesa, Inger Støjberg, había solicitado por carta a Roma que diera luz verde a la nave: "Eran inmigrantes de camino a Italia, por eso es por supuesto Italia la que debe acogerlos", ha declarado este lunes.

Este domingo, el primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen, ya hizo una petición similar a Italia. "Hay un reglamento claro para estos casos. El Alexander Maersk acogió a gente a bordo a petición de las autoridades costeras italianas. Por eso no me puedo imaginar otra cosa que Italia cumplirá con sus obligaciones internacionales", declaró.

La CE recuerda que es ilegal expulsar a ciudadanos por criterios étnicos

Centros "financiados por la UE"

Salvini, de viaje exprés a Trípoli (Libia), donde se ha reunido con su homólogo, Abdulsalam Ashour, y el viceprimer ministro del Gobierno sostenido por la ONU, Ahmed Maitig, sigue apostando por crear centros de registro de migrantes en las “fronteras externas de Libia”, en países como Níger, Mali o Chad. Así, según el ministro, esta semana habrá una "carta técnica con la participación de Italia" que involucra a stos países, para lo que se necesita "una fuerte acción de la UE".

El italiano ha confirmado que los centros han de construirse fuera de la capital libia "para evitar que Trípoli se convierta en un embudo como es Italia". Una vez de vuelta a Roma, Salvini ha insistido en que su prioridad es "proteger las fronteras externas" de Italia y que, "una vez que la UE dé señales de proteger las fronteras externas, se podrá hablar de distribución interna".

Salvini, que ya ha declarado la guerra a las ONG de rescate por ser "cómplices conscientes o insconscientes" del tráfico de personas y la esclavitud en Libia, considera fundamental que se construyan centros que "gestionen las solicitudes de asilo" y aceleren las "devoluciones a los países de origen si no tienen ese derecho". Dichas instalaciones deberían estar organizadas y financiadas por la UE y Naciones Unidas, porque "no se entiende por qué Italia y Libia tienen que hacerse cargo económicamente de este fenómeno".

El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, en Trípoli (Libia)

El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, en Trípoli (Libia) AFP PHOTO / Mahmud TURKIA

Más de un millar de migrantes devueltos a Libia

Además, el líder de la ultraderechista Liga ha agradecido a las autoridades y a la guardia costera libia por haber "salvado y hecho regresar a Libia a 820 inmigrantes, haciendo inútil el trabajo de los traficantes y evitando las intervenciones incorrectas de los barcos de las ONG". En este sentido, la ONG española Proactiva Open Arms ha denunciado que Italia les ha impedido participar en el rescate de 1.000 migrantes en peligro porque prefiere que sea Libia quien intervenga.