El Gobierno pide suspender los trámites para la construcción del almacén nuclear en Villar de Cañas
- El Ministerio para la Transición Ecológica quiere tiempo para "conocer con detalle" el proyecto
- El PSOE castellano-manchego y otras organizaciones están en contra de este "cementerio nuclear"
El Ministerio para la Transición Ecológica ha decidido paralizar el permiso de construcción del almacén de residuos nucleares (ATC por sus siglas oficiales) proyectado en el municipio conquense de Villar de Cañas.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo encargado de la energía atómica en España, ha confirmado la recepción de una carta en la que el nuevo Gobierno solicita esta suspensión y también el Gobierno de Castilla-La Mancha ha dicho que ha sido informado al respecto.
En concreto, el secretario de Estado de Energía del Ministerio de Transición Ecológica, José Domínguez Abascal, se dirigió al presidente del CSN, Fernando Martí Schafahausen, en una carta remitida el pasado 5 de julio, según informa Europa Press.
En la misiva, el secretario de Estado señala que, teniendo en cuenta el reciente cambio de Gobierno, así como la pendiente tramitación y aprobación del VII Plan General de Residuos y el conjunto de nuevos factores que pueden haberse dado desde enero de 2014 --cuando se remitió la solicitud al regulador atómico-- quiere expresar su "deseo" de poder analizar "con cierto detalle la situación".
"Por todo ello, te solicito que, por el momento, dejes en suspenso la emisión del citado informe en tanto no tengamos una evaluación más detallada de la situación actual", añade en la carta.
Domínguez Abascal recuerda que el 14 de enero de 2014, el entonces Ministerio de Industria, Energía y Turismo solicitó los preceptivos informes del CSN sobre la autorización previa o de emplazamiento así como la autorización de construcción de la instalación nuclear.
Fuentes del CSN han recordado que el organismo aprobó la autorización previa o de emplazamiento en 2015, aunque señalan que el Gobierno todavía no la ha hecho suya. Quedaba, por tanto pendiente, la aprobación de la autorización de construcción que ahora el Ejecutivo pide que se quede en suspenso.
El proyecto contó desde su origen con la oposición del PSOE de Castilla-La Mancha, de otros partidos políticos y organizaciones ecologistas, que se refieren habitualmente a él como "cementerio nuclear".