La ONU pide procesar al Ejército birmano por el "genocidio intencional" contra los rohinyás
- El organismo detalla la "catástrofe de Derechos Humanos" contra la minoría étnica en Birmania desde agosto de 2017
- Acusa al Ejército de conducir una "operación de limpieza" y responsabiliza a seis altos cargos militares y a la líder birmana
La ONU ha detectado elementos de "genocidio intencional" con "crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad" en la operación militar lanzada hace un año en el estado birmano de Rakáin contra la minoría musulmana rohinyá, por la que pide que los responsables de las Fuerzas Armadas sean investigados y juzgados por un tribunal internacional.
Así lo alerta en el informe más exhaustivo hasta la fecha elaborado por la Misión Internacional Independiente de la ONU en Birmania, que destaca que "los crímenes cometidos en el estado de Rakáin y la manera en la que fueron perpetrados son similares en su naturaleza, gravedad y alcance a aquellos que han permitido establecer un genocidio intencional en otros contextos".
Como primera reacción, la Unión Europea, que ha sancionado al país asiático, se reunirá esta semana con los autores del documento porque "los responsables deben rendir cuentas", según ha anunciado un portavoz, porque la situación "sigue siendo extremadamente seria".
En los últimos 12 meses, la ONU ha investigado y documentado la barbarie militar birmana sostenida por la "retórica del odio y un contexto opresivo" en los estados de Rakáin, Kachin y Shan contra la minoría musulmana no reconocida por Birmania, un país con el 87,9% de budistas, 6,2% de cristianos y un 4,3% de musulmanes rohinyás.
Complicidad del Ejército en una "operación de limpieza"
Desde que estallara la violencia en 2012, la ONU denuncia la "complicidad" de las Fuerzas de Seguridad birmanas, que "participaron activamente en la violencia y no la frenaron". Los militares torturaron, maltrataron, dispararon arbitrariamente y encarcelaron a centenares de rohinyás, motivados por "un trabajo sin terminar" con la minoría étnica, según señaló el máximo responsable del Ejército, el general Min Aung HIaing.
Ante este precedente, el organismo acusa al Ejército de responder a los ataques del grupo insurgente rohinyá ARSA de forma "brutal y gravemente desproporcionada" en agosto de 2017 con la intención de sembrar el terror: los habitantes se despertaban en casas en llamas y disparos en todos los poblados, algo que denota para el organismo un "plan diseñado por el Ejército".
“Los musulmanes están enjaulados en Rakáin, no pueden viajar, no hay Derechos Humanos“
Estas "operaciones de limpieza" de las tropas birmanas dieron pie a una "catástrofe de Derechos Humanos", que dejó, según las estimaciones más optimistas de la ONU, 10.000 muertos. Entre estas violaciones de derechos, el organismo habla de personas quemadas vivas en sus casas, violaciones múltiples en lugares públicos para humillar y traumatizar al pueblo y vejaciones contra menores, ancianos y discapacitados.
La Misión relata que los militares, que ocupan un 25% de escaños en el Parlamento y actúan "con total impunidad", incluidos un vicepresidente, obligaron a hombres, mujeres y menores rohinyás en Rakáin a realizar trabajos forzosos, fueron detenidos arbitrariamente y desahuciados de sus hogares en Rakáin, el estado del que desde hace un año han huido 700.000 personas.
Violaciones, esclavitud y opresión
El organismo documenta casos de mujeres sometidas a la esclavitud sexual y violaciones por parte del Ejército. "En el estado de Rakáin, los musulmanes están enjaulados, no pueden viajar. No hay derechos humanos para los musulmanes. No sé por qué Dios nos envió aquí", relata un rohinyá al organismo.
Asimismo, la ONU alerta de que el trato discriminatorio contra la minoría étnica viene ocurriendo desde hace décadas y la marginalización ha tenido como resultado la "opresión sistemática desde el nacimiento hasta la muerte" por la falta de estatus legal de los musulmanes, que no están amparados por ninguna ley ciudadana y carecen de derechos básicos.
Una rohinyá con la que habló el organismo dice sentirse "afortunada", porque solo la violaron tres hombres. Estas violaciones, de mujeres entre 13 y 25 años de edad, fueron acompañadas con amenazas de muerte, mordidas y lesiones, incluidos cortes con cuchillos y palos en los genitales femeninos. Pero las agresiones sexuales no se dieron solo en mujeres, sino que hombres y niños también fueron sometidos a mutilaciones genitales y torturas sexuales. Todo ello bajo la mirada de los menores, que en muchas ocasiones fueron asesinados frente a sus familias.
“Nos tratan como animales. Nos miran como si no debiéramos existir“
Por si fuera poco, los militares persiguieron a los rohinyás que huían entre los montes a la frontera de Bangladesh, asesinaron a centenares de personas y destruyeron al menos el 40% de los poblados en Rakáin e incendiaron el 80%. Las operaciones militares se prolongaron durante octubre, siempre negando la protección a los rohinyás, que han seguido escapando desde entonces.
En los estados de Kachin y Shan, los rohinyás denunciaron ante la ONU que, a pesar de que no había ningún grupo sublevado, los militares arrasaron y vejaron a sus habitantes. "No nos tratan como humanos, sino como animales. Nos miran como si no debiéramos existir", narra un rohinyá.
Acusa a seis militares y responsabiliza a la líder birmana
La ONU aporta una lista de los responsables que deberían ser procesados, entre los que destacan seis altos cargos del Ejército birmano. Acusa también a la líder y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, de "no hacer uso de su posición de facto como jefa del Gobierno, ni de su autoridad moral, para prevenir, detener o proteger a la población civil". Según el organismo, la líder birmana es responsable de "falsas narrativas" por desmentir la violencia militar, bloquear investigaciones independientes y destruir pruebas.
Como conclusión, el organismo recomienda, varias medidas para detener la "atrocidad" en Birmania: referir el caso a la Corte Penal Internacional (CPI), elevar la presión contra el Gobierno birmano, garantizar la asistencia humanitaria o crear un organismo bajo el Consejo de Seguridad y la Asamblea General para analizar las violaciones de derechos humanos, entre otros. Mientras, el Gobierno birmano no se pronuncia al respecto.
Facebook bloquea cuentas de militares
La red social ha anunciado este lunes que ha bloqueado 18 cuentas, entre ellas la del jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung HIaing, y otras personas o entidades, como la cadena de televisión militar, Myawady, para prevenir la incitación al odio y las noticias falsas tras el informe de la ONU. También ha cerrado una cuenta de Instagram y 52 páginas de Facebook, seguidas por casi 12 millones de personas.
Paralelamente, el fallo contra los dos periodistas de Reuters se ha aplazado al próximo 3 de septiembre por enfermedad del juez. Wa Lone y Kyaw Soe Oo, detenidos desde hace ocho meses, están acusados de violar la Ley de Secretos Oficiales birmana por informar sobre la violencia contra los rohinyás.