Alejo Moreno: "'Diana' es un grito artístico contra los abusos del poder"
- La película narra el peligroso juego entre una prostituta de lujo y un alto ejecutivo
- Tras su paso por Málaga y festivales internacionales, llega a los cines este viernes
Cuando estalló la crisis todos nos quejamos pero casi ninguno hicimos nada. Uno de los que sí lo hicieron fue el periodista, documentalista y director de cine Alejo Moreno (La vida a cinco nudos), que decidió volcar esa frustración en una película contra los abusos del poder: Diana, que llega a los cines este viernes, 21 de septiembre; y en la que narra el peligroso juego de apariencias entre una prostituta de lujo (Ana Rujas) y un alto ejecutivo (Jorge Roldán).
“Es un grito artístico contra los abusos del poder, que ha terminado adoptando la forma de un thriller -asegura Alejo-. Surgió como una necesidad de expresar todo lo que sentía frente a la crisis y lo que estábamos viviendo, sobre todo cuando empezamos a temer por nuestros puestos de trabajo. Había mucha inquietud y tenía que hacer algo”.
La película también nos habla sobre el tema de la verdadera identidad de las personas, que está más de moda que nunca con Internet. “El tema de la proyección de la imagen, cómo volvemos a darle mucha importancia a lo que se proyecta y no al contenido; y a los efectos que tiene eso”.
“Por eso -continúa el director- Diana tiene muchas referencias a El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (Robert Louis Stevenson, 1886). Porque estamos otra vez atrapados en que es más importante proyectar que ser. Eso ha sido un poco el éxito de los nuevos partidos políticos. Y yo creo que ese mundo de las apariencias tiene muchos peligros y que puede originar muchos monstruos”.
Además todos tenemos dos caras, según Alejo: “Como dice Stevenson el hombre no es uno sino dos. Y no digo más porque mis limitados conocimientos no me lo permiten, pero seguramente somos más de dos. Somos variables, cambiantes, tenemos varias caras. Eso es natural y hay que vivir con ello, ser flexibles con nosotros y con los demás. Pero otra cosa son las dobleces de los sistemas de poder que están basados en el control de la gente”.
“Sofía es una heroína”
La película cuenta la relación de Jano (Jorge Roldán), un empresario de éxito, con Sofía (Ana Rujas), una joven prostituta de la Castellana. Una relación que se convertirá en un peligroso juego de poder con toques sadomasoquistas, sobre todo cuando Jano se obsesiona en averiguar qué significa el nombre de Diana, que Sofía tiene tatuado en su cuerpo.
“Sofía es una heroína -nos cuenta Alejo-. Se defiende del entorno, mientras que Jano se aprovecha de él. Ella vive en una especie de matriz, ese piso, del que se protege de la agresividad del mundo exterior. De los medios de comunicación, de la sociedad… Él también es una víctima, en el fondo, pero una víctima que saca partido de las desgracias de los demás”.
“Quería un personaje femenino muy potente -continúa-. Las feministas tienen razón cuando se quejan de que en el cine actual hay muy pocos personajes femeninos complejos. Y quería que Sofía lo fuese. Ana es buenísima, porque lo es y porque le hemos dado la oportunidad de demostrarlo. Ella me lo ha agradecido mucho, porque normalmente las actrices no tienen esa oportunidad”.
Destaca la interpretación de los dos actores protagonistas, Ana Rujas y Jorge Roldán.“Fue muy complicado encontrarlos –confiesa Alejo-, porque no sólo tenía que ser gente atractiva, guapa o fotogénica, sino que tenían que ser capaces de expresar esa complejidad de los personajes. Ana, a la que hicimos un casting de una hora, nos dejó flipados. Y Jorge tenía algo, nunca sabes si está sonriendo o te va a clavar un cuchillo. Nunca sabes lo que piensa”.
“Ambos se han entregado completamente al proyecto y han conseguido dotar a sus personajes de una gran complejidad -concluye-.
“La película es un acto anarquista”
Alejo, que es redactor de Días de cine (TVE), confiesa que la película también es un poco venganza contra los que nos llevaron a esa crisis y que, encima, acabaron aún más ricos. “La película es un acto anarquista. Las cosas no funcionan bien y es mi forma de decir que no quiero pertenecer a esto. Es un poco dinamitar la parte falsa y destructiva de nuestra sociedad. Por eso Sofía es como una terrorista-anarquista que no se deja dominar por una sociedad mentirosa”.
“Hay un símbolo muy importante en la película y es que aparece un cuchillo clavado en un billete de 500 euros, como crucificándolo. Es como una ofensa al capital, representado por ese billete” -añade-.
También hay reproches a los medios de comunicación: “Si hablamos en términos simples de eje del mal, gran parte de la culpa la tuvieron los medios de comunicación e incluso nosotros mismos, que nos dejamos dominar. Esto ya lo vaticino Passolini, que murió hace un montón de años. No sé qué puede haber mejor que el capitalismo pero seguro que hay una fórmula mejor que no hemos encontrado. Sobre todo porque cada vez coarta más las libertades individuales”.
“Y en eso -continúa- juegan un papel fundamental los medios de comunicación y las redes sociales. Son muy peligrosas. En el tema de la crisis hay una responsabilidad muy clara de la política y la economía, pero los medios de comunicación se han ido de rositas, cuando ellos también animaron a invertir, a comprar… y tras la crisis se atreven a mostrarse como nuestros libertadores. Pero mucho ojo porque son parte del sistema. Tened cuidado con a quién entregáis vuestra visión de la realidad. Reflexionad y si hay que mandarlos al carajo… ¡Mandadlos!”.
“Al final el cine, el arte… son una expresión de liberación. Por lo menos hay que intentar ofrecer otras visiones a la gente, fuera de los canales habituales, que están muy controlados” –concluye-.
Sexo, dominación, bondage y prostitución
La película ha pasado por varios festivales internacionales, como el de Montreal. Y causó una pequeña polémica en su estreno en el de Málaga, debido a su cartel, que mostraba el sexo de una joven en primer plano. Y es que el sexo y el bondage tienen mucha importancia en la historia.
“Hay referencias al bondage –asegura Alejo-, que tiene toda una filosofía de liberación: atarse para liberarse. Jano está atado por sus propias mierdas personales y creo que, en el fondo, Sofía le libera. Él es un personaje muy autodestructivo y creo que su propio ego le mete en una situación problemática”.
“También era muy complicado retratar el mundo de la prostitución de lujo -añade Alejo-. Cuando hablas con ellas te dicen que no todo el mundo se puede dedicar a eso, hay que ser muy fuerte y que te guste mucho el sexo. La película habla de las mujeres que lo hacen libremente y de forma voluntaria. Los otros tipos de prostitución son inadmisibles”.
“Pero no quería presentar a la protagonista como una víctima -añade Alejo- Estoy de acuerdo con la escritora y realizadora francesa Virginie Despentes cuando dice que eso forma parte del sistema machista. Ver siempre a la mujer en pantalla como una persona agredida sexualmente o perseguida con un cuchillo y no reacciona, sino que simplemente es un objeto a acuchillar. Eso forma parte del machismo inherente”.
“Por eso -añade- para mí el libro de Virginie, Teoría King Kong, fue como una guía para la película. En él narra cómo fue violada y cómo cuando lo contaba en platós de televisión nadie quería escucharla, porque una cosa es tener una víctima y otra muy distinta, que nos lo cuente en directo. También fue prostituta y se dio cuenta del poder que tenía sobre los hombres simplemente con ponerse una minifalda. Su discurso es que para toda la mierda que las mujeres tienen encima, un poder objetivo que tienen sobre el hombre se lo quieren anular. Ella dice que si se le puede sacar rendimiento a ese poder, por qué anularlo. Esa fue una línea que quise explotar en el personaje de Sofía, que es muy alejado de Kim Bassinger o Sharon Stone, porque Sharon Stone es un producto surgido de la imaginación machista y Sofía es una mujer liberada que controla todo lo que pasa a su alrededor”.
En cuanto a la mezcla de géneros, desde el thriller a la comedia, Alejo asegura que: “Esa mezcla se debe a que cuestionamos todo en la película. Los personajes evolucionan, todo va variando. Empieza como una entrevista, sigue como una película de suspense, pasamos a la comedia… acompañamos con el estilo a la evolución de los personajes, que nos dan sorpresas constantemente, mostrando caras muy diferentes”.
¿Un ejercicio de estilo?
A pesar de su ajustado presupuesto, la película también es un ejercicio de estilo. “La puesta en escena está muy cuidada -asegura Alejo-. Ensayamos varios meses con el equipo y hay muchas referencias a Edward Munch y a otros pintores. Y a cineastas como Kubrick y Polanksi”.
“Pero me gustaría pensar -añade- que esa parte estética está en función del mensaje. Qué el expresionismo de la película expresa mi estado de ánimo, al igual que los cuadros de los expresionistas alemanes vaticinaban lo que iba a pasar. Todo tiene un por qué”.
Madrid es uno de los protagonistas
Madrid, sobre todo la zona de la Castellana, Azca y la Plaza de Castilla es otro de los protagonistas de la película. “Esa zona de Madrid me flipa. Es ejemplar de España, porque cuando avanzas desde Colón a Plaza de Castilla vas viendo la evolución capitalista de España, desde los palacetes de la burguesía del siglo XIXX; los edificios que se construyen durante el franquismo; Azca, que es como el mundo Yuppie económico de los noventa, la celebración del capital. Y finalmente llegamos a las torres, al Bussiness center, que representan el futuro prometedor de España. Hay muchos mensajes ocultos en ese recorrido”.
“Y también es uno de los centros de la prostitución en Madrid -añade- Muchos ejecutivos dicen que se van a comer y, en realidad, van a visitar a su escort favorita. Me parece un sitio muy simbólico para hablar de Madrid”.
“Yo Malasaña no lo reconozco como Madrid. Y el Madrid que más me gusta en el cine es el que retratan directores de fuera como Pedro Almodóvar, que es manchego. Creo que los de fuera experimentamos de forma diferente la crudeza de una gran ciudad, porque no tenemos una familia que nos proteja. Tenemos que buscarnos la vida aquí y sabemos que Madrid es una ciudad muy dura”.
Diana se estrena este viernes, 21 de septiembre.