Rumbo al sur: el Astral parte del puerto de Badalona
- La situación en el Mediterráneo Central ha empeorado desde que Italia ha decidido cerrar sus puertos a los inmigrantes
Hay cierto silencio y mucha concentración. Es verdad que la tripulación del Astral tiene muchas horas de navegación por el Mediterráneo Central, pero cada misión supone siempre una nueva responsabilidad.
12:40 horas del sábado 29 de septiembre: es la hora a la que dejamos el puerto de Badalona. Por delante tenemos entre dos y tres días hasta llegar a esa frontera marítima que está considerada como una de las más letales del mundo.
A bordo viajamos once personas: cinco de tripulación y el resto "invitados", entre los que está un compañero de la agencia Reuters, un equipo de la BBC y nosotros, un equipo de TVE. Además, viene una diputada del PSOE.
Las primeras horas de travesía están siendo fáciles y el mar está tranquilo, aunque a mi me acompaña un continuo mareo desde que hemos salido. Creo que es imposible ponerse en la piel de las personas que se juegan la vida en embarcaciones precarias. Imposible.
"En esa zona hace días que no sabemos lo que está ocurriendo, si hay naufragios, si hay rescates...", nos dice Oscar Camps, director de la ONG Open Arms. Nos asegura que desde hace unos meses la situación ha empeorado, sobre todo desde que el actual gobierno italiano ha decidido cerrar sus puertos a los inmigrantes.
En las horas que llevamos en el mar nos hemos encontrado con muy pocos barcos. También se han cruzado con el Astral, a lo lejos, un par de ballenas, pero ellas no iban rumbo al sur, sino al norte. Para ellas no hay fronteras.