Registran las oficinas de Opel en Alemania por sospechas de fraude en sus motores diésel
- Se investiga un presunto 'software' ilegal en los modelos Insignia, Zafira y Cascada fabricados en 2012, 2014 y 2017
La Policía alemana ha confirmado que está registrando las oficinas de la compañía automovilística Opel en Rüsselsheim y Kaiserslautern por sospecha de fraude en sus motores diésel para manipular los valores de emisiones de gases contaminantes.
Las pesquisas giran en torno la presunta existencia de un software ilegal instalado en 95.000 automóviles con motor diésel que camuflaba las emisiones de gases contaminantes en vehículos diésel Euro 6, según el diario alemán Bild.
Los unidades que podrían incorporar dicho dispositivo corresponderían a los modelos Insignia, Zafira y Cascada fabricados en los años 2012, 2014 y 2017. Según la información publicada, el presunto fraude afectaría a 95.000 vehículos.
"Estamos investigando un posible fraude", ha indicado la fiscal general, Nadja Niesen, a la publicación alemana. Según Bild, los registros que llevan a cabo la Oficina de Investigación Criminal (LKA) del estado federado de Hesse, la Fiscalía de Fráncfort y la policía responden a una denuncia interpuesta por la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA).
En julio, el ministro alemán de Transporte, Andreas Scheuer, anunció una "investigación oficial contra Opel que afecta a tres modelos (de la norma diésel) Euro 6".
El fabricante automovilístico, ahora perteneciente al grupo francés PSA, ha subrayado que "coopera plenamente con las autoridades" e insiste en que sus vehículos "respetan las normas en vigor".
Escándalo de los motores diésel trucados
El escándalo de los motores diésel trucados estalló hace tres años, en septiembre de 2015, después de que la Agencia de Protección Ambiental estadounidense acusara a Volkswagen de haber incorporado en 11 millones de sus vehículos diésel -600.000 de los cuales se habrían vendido en Estados Unidos- un 'software' capaz de ocultar las emisiones de gases contaminantes, que llegaban a exceder 40 veces las normas autorizadas.
Desde entonces, se han abierto en Alemania diversas investigaciones por fraude, manipulación del mercado de valores o publicidad engañosa contra ejecutivos de Volkswagen y sus marcas Audi y Porsche, pero también de Daimler y el proveedor de equipamiento Bosch.