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Condenados los padres de Nadia a cinco años de prisión y tres años y medio por estafar con la enfermedad de su hija

  • La Audiencia Provincial de Lleida considera probado que se enriquecieron en más de 400.000 euros
  • Para ello urdieron un plan llegando a afirmar "falsamente" que la menor estaba en "riesgo inminente de muerte"

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Los padres de Nadia, condenados por estafar con la enfermedad de su hija para enriquecirse

La Audiencia de Lleida ha condenado al padre de Nadia a cinco años de prisión y a la madre a tres y medio por estafa continuada agravada al usar la enfermedad de su hija para enriquecerse a través de los donativos que recaudaron. El tribunal también les condena a sendas multas de 3.000 y 2.500 euros y a pagar la costas del procedimiento en una sentencia contra la que cabe recurso.

El tribunal considera acreditado que Fernando Blanco y Margarita Garau se enriquecieron en 402.232,65 euros utilizando la enfermedad de su hija, que sufre tricotiodistrofia, una enfermedad rara que provoca alteraciones cutáneas, oftalmológicas y trastorno del desarrollo y del lenguaje, pero que no supone ningún riesgo vital, según ha informado este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

La sentencia, de 34 páginas [.pdf], concluye que los condenados "urdieron un plan para obtener un lucro patrimonial ilícito, constituyendo la Asociación Nadia Nerea para la tricotiodistrofia y enfermedades raras de Baleares" y concediendo entrevistas en varios medios de comunicación en las que incidían falsamente en el "riesgo inminente de muerte" de la menor para recaudar dinero para su enriquecimiento personal.

Los jueces explican que entre 2010 y 2016 -momento en el que Hipertextual destapa la estafa tras una última aparición del padre en El Mundo, "los acusados acudieron en varias ocasiones a distintos programas de televisión y concedieron entrevistas a diversos medios escritos de comunicación" acompañados incluso por la menor.

Falsos tratamientos e intervenciones en el el extranjero

A través de los medios, ofrecían explicaciones de la enfermedad pero también "manifestaban que necesitaban dinero para la investigación de la misma y sufragar los elevados costes de falsos tratamientos e intervenciones quirúrgicas en el extranjero".

"En ocasiones", prosiguen los jueces, también afirmaban "falsamente" del riesgo de fallecimiento de Nadia "facilitando a través de los medios el número de cuenta corriente en que hacer donaciones". Algo que fue desmentido por los forenses durante el juicio, que explicaron que la esperanza de vida de las personas que sufren la enfermedad de Nadia es menor que la del resto de la población pero no que no hay riesgo de fallecimiento inminente.

La misma "dinámica" fue utilizada por los ahora condenados cuando se mudaron en 2013 desde Baleares a la localidad leridana de Figols-Alynyà. Allí se reunieron con los padres de los niños del colegio en el que habían inscrito a Nadia para explicarles la enfermedad de la menor y repartirles folletos con el número de cuenta de la asociación.

El falso cáncer de pancreas del padre de Nadia

La sentencia considera probado que los padres "fueron más allá" y para captar la empatía y sensibilización del colectivo a su favor e incrementar las donaciones se inventaron que Fernando Blanco sufría un cáncer de pancreas y también que la menor corría un riesgo inminente de fallecer, "precisando para ello una operación urgente en Houston de elevado coste dinerario" que tampoco era cierta.

Dichas maniobras, señalan los jueces, lograron su cometido y los padres y vecinos de la comarca y localidades próximas iniciaron una serie de campañas de recaudación de fondos para la menor con tómbolas, subastas de objetos cedidos por famosos, venta de participaciones de lotería y recaudación de dinero mediante huchas repartidas por distintos lugares.

La Fiscalía les acusó de haberse quedado con más de un millón de euros mediante estos procedimientos, pero durante el juicio solo ha quedado acreditado que recaudaron 422.450,44 euros, de los que se quedaron para su enriquecimiento personal 402.232,65 euros.

El tribunal concluye que la madre estaba al corriente de la estafa

Durante el juicio los padres de Nadia negaron haber utilizado a su hija para enriquecerse e insistieron en el riesgo de muerte que corría la menor. La madre basó su defensa en que era el padre el que "se encargaba de todo".

La sentencia, sin embargo, señala que aunque la versión de los acusados es "legítima y lógicamente exculpatoria" no ha logrado convencer a la Sala, "siendo la misma claramente desmontada a través del resultado de la abundante y contundente prueba de cargo practicada en el plenario, frente a la escasa e inconcluyente prueba de descargo presentada por las defensas".

Sobre el papel de la madre, el tribunal concluye que "no puede quedar postergada a la mera colaboración periférica o tangencial de la complicidad, pues su conducta, aun siendo de menor intensidad, resultó totalmente asociada y coordinada con la de su esposo, favoreciendo y posibilitando el fraude, lo que la sitúa en el plano de la coautoría". En este sentido, añade que Margarita Garau conocía la ilicitud de la actividad que estaba llevando a cabo y participó voluntariamente en la misma.