Trapero revela que los Mossos prepararon la detención del Puigdemont y el resto del Govern por si se lo ordenaban
- El mayor confirma que alertaron a Puigdemont de "conflictos graves" y hace una defensa cerrada del dispositivo del 1-O
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El mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero ha revelado este jueves en su declaración como testigo en el juicio del 'procés' que tenían planificada la detención del expresidente catalán Carles Puigdemont y de los exconsellers desde dos días antes de la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017. Trapero ha explicado que fue al día siguiente de la aprobación de la DUI y al ver que lo ocurrido tenía "cierta gravedad", cuando llamó al fiscal superior de Cataluña y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad para ponerse a su disposición por si ordenaban "algún tipo de acción" en ese sentido aunque en ese momento, ha añadido, no supieran ni la trascendencia jurídica ni qué delitos se podían haber cometido.
Esta revelación de Trapero, que ha accedido a declarar ante el Tribunal Supremo a pesar de que se podía haber negado por estar procesado por rebelión en la Audiencia Nacional por la celebración del referéndum del 1-O y la DUI, ha sido sin duda la sorpresa de un extenso interrogatorio que se ha prolongado durante casi cinco horas.
Una declaración que el mayor ha aprovechado para hacer una defensa cerrada de la actuación de los Mossos incluido el dispositivo para el 1-O, que "no tenía otra finalidad" que impedir el referéndum; y para marcar distancias con el Govern, al que advirtieron del riesgo de "conflictos graves" de orden público y seguridad ciudadana si seguían adelante con la consulta y al que trasladaron, ha sostenido, que el cuerpo policial cumpliría el mandato judicial de impedir la votación porque "no iba a quebrar nunca" con la Constitución.
De hecho, Trapero ha llegado a asegurar en un momento de la declaración que estaba "incómodo" con la "deriva política" de la Generalitat en los meses previos al referéndum, que ha calificado sin ambages de "ilegal", y ha cargado contra la "irresponsabilidad" del exconseller de Interior Joaquim Forn por trasladar a la opinión pública la "imagen" de que el cuerpo autonómico permitiría la votación. "Alimentó algo que creo que estamos pagando", ha sentenciado el ex alto mando policial culpando a Forn del procesamiento por rebelión de la cúpula de los Mossos.
Dos reuniones con el Govern para intentar parar el 1-O
El mayor ha confirmado que se reunió dos veces con el expresidente Carles Puigdemont como ya detallaron hace unos días en el juicio los exjefes de Inteligencia y de Planificación de la policía autonómica, Manuel Castellví y Emili Quevedo, que explicaron que intentaron disuadir al Govern de celebrar el 1-O ante el riesgo de una "escalada de violencia", pero sin éxito -relataron- porque Puigdemont dijo que tenía un "mandato" que cumplir.
Trapero ha explicado que, tras una primera reunión el 26 de septiembre de 2017 con Puigdemont y Forn para instarles al cumplimiento de la legalidad y de la que no salieron "especialmente satisfechos", pidió un segundo encuentro que finalmente se celebró el 28 de septiembre. En esta reunión, en la que también estuvo presente el exvicepresidente Oriol Junqueras, les trasladaron su "preocupación" por los "conflictos graves de orden público y seguridad ciudadana" que "necesariamente" se iban a producir con dos millones de personas intentando votar y unas fuerzas policiales que tenían que impedirlo.
El testigo ha explicado que nuevamente les emplazaron al cumplimiento de la legalidad, que ellos como Mossos iban a cumplir con el mandato judicial de impedir la votación -"que no se equivocasen con nosotros"- porque "nunca" iban a quebrar la legalidad y la Constitución. "Hagan el trabajo que tengan que hacer. Esa fue la respuesta del señor Puigdemont", ha respondido Trapero.
No obstante, Trapero ha sido muy cuidadoso durante toda su declaración en no hablar de riesgo de "violencia" como tal y ha matizado que los informes de inteligencia que ellos manejaban sobre la "escalada de violencia" que mencionó Castellví no se referían a choques de "carácter generalizado" sino al riesgo de que la resistencia pasiva que sí esperaban en los colegios se volviera "activa" en unos "40 centros ilegales de votación".
Defiende el dispositivo de los Mossos para el 1-O
Gran parte del interrogatorio se ha centrado en el despliegue que los Mossos diseñaron para el 1-O después de que el coordinador del dispositivo policial del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, lo calificara de "estafa" la semana pasada y hablara de que la relación con el mayor fue siempre "muy difícil". Trapero no ha ocultado que mantuvo varios enfrentamientos con este último, algunos "de cierta tensión dialéctica" cuando abordaron el posible uso de la fuerza, y que se quejó a la Fiscalía de su nombramiento porque lo veía más como un cargo "político" que "técnico", pero ha negado que eso implicara que no fueran a cumplir las órdenes de Fiscalía y TSJC. "Eso no se dio en ningún momento", ha asegurado.
El mayor ha asegurado en que el despliegue diseñado para el 1-O "no tenía otra finalidad que cumplir los mandatos judiciales" y ha insistido reiteradamente en la idea de que no había tres dispositivos diferentes sino un "dispositivo conjunto" con Policía y Guardia Civil ya que las directrices de la jueza del TSJC les "obligaba por igual" a los tres cuerpos policiales. "¿Nos hubiese encantado que hubiese más resultados? Sí. Hubo los que pudimos hacer entre todos", ha añadido.
Trapero ha defendido los llamados "binomios" -las parejas de Mossos que a primera hora del 1-O acudieron a los centros de votación- y ha asegurado que esta actuación estaba "pactada" con el resto de cuerpos policiales, que eran los que tenían el mayor número de agentes antidisturbios para actuar y a los que acusa de haber quebrado la coordinación. "Por supuesto que cumplimos con el mandato judicial todo lo que pudimos", ha insistido Trapero.
El exjefe de los Mossos el 1-O ha negado que antepusieran el mantenimiento de la convivencia por encima del mandato judicial porque no se trataba de elegir entre una cosa u otra, pero ha señalado que fue la jueza del TSJC la que les dijo que actuaran "con paciencia, contención y garantizando en todo momento la paz social".
Trapero defiende las opciones que dieron a la letrada del 20S
El mayor ha reconocido durante su declaración que en septiembre de 2017 se puso en marcha el llamado dispositivo Ágora para reformar la seguridad de personas e instituciones ante el "momento de conflictividad" y de "cierta tensión social" que se vivía en Cataluña entre los partidarios del referéndum y los que no estaban de acuerdo con pintadas contra políticos y escraches. Una tensión que "era previsible que iba a ir en aumento".
Una de esas protestas fue la que se concentró frente a la Consellería de Economía y Hacienda el 20 de septiembre de ese año para protestar contra el registro por orden judicial de estas instalaciones, pero Trapero ha negado que fuera violenta. Los únicos incidentes que ha relatado han sido el lanzamiento de una botella de agua" a dos mossos, un enfrentamiento a última hora de la noche entre un grupo que se colocó frente a los antidisturbios y "evidentemente, lo de los coches" [de la Guardia Civil].
El testigo ha reconocido que habló ese día en numerosas ocasiones con el entonces presidente de la ANC Jordi Sànchez, que ofreció su "ayuda para mediar", pero que en ningún momento se trató de un negociador. Su actitud, ha asegurado, fue de "colaboración" aunque una de las veces le llegó a decir "tú no me vas a decir a mí cómo se hace un dispositivo" cuando se quejó del despliegue de la Brigada Móvil (los antidisturbios de los Mossos).
Sobre la salida de la comitiva judicial, Trapero ha defendido que la opción que ofrecieron a la letrada para salir de la Consellería de Economía y Hacienda tras el registro por la puerta principal mediante un cordón policial era "segura" -porque de otra manera no la habrían planteado- aunque ha dicho entender que la "percepción" de la funcionaria y de los guardias civiles no fuera esa.
Si finalmente se le ofreció la salida de salir por una azotea de la segunda planta del edificio después de que el titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona le llamara para pedirle que sacara a la secretaria judicial fue para "ahorrar tiempo" porque debido a "informaciones contradictorias" a esa hora, pasadas las once de la noche, se había desmontado el cordón policial pensando en que el registro todavía tardaría horas en acabar.
La "habilidad" del fiscal para preguntar por lo que no podía
Los detalles que el mayor Josep Lluís Trapero pudiera dar sobre las dos reuniones que mantuvo con el Govern después de las declaraciones de Castellví y Quevedo eran uno de los momentos más esperados del interrogatorio, pero sorprendentemente la única acusación que había pedido su declaración, la acusación popular ejercida por Vox, no le ha preguntado.
Eso ha hecho que el tribunal no haya dejado a la Fiscalía preguntarle sobre estos encuentros a pesar de los denodados esfuerzos de Javier Zaragoza. El presidente, Manuel Marchena, ha recordado que la Ley de Enjuiciamiento Criminal no permite a las partes que no han interesado la comparecencia de un testigo preguntar por aspectos por los que no haya interrogado previamente la acusación que sí ha pedido la testifical.
Aún así, el fiscal ha logrado que Trapero comenzara a dar detalles de que en esa reunión estuvieron Puigdemont, Junqueras y Forn preguntado de forma indirecta , lo que ha provocado la protesta del abogado de este último, Javier Melero, quejándose de que "la impertinencia de la pregunta había salido por la puerta" tras la primera advertencia de Marchena para entrar "por la ventana".
"Por más habilidad con la que interrogue al testigo y por más disposición que tenga el testigo para responder (...) no puede preguntar por la reunión", ha vuelto a reconvenir el presidente de la Sala, Manuel Marchena, al fiscal. Finalmente ha sido el propio magistrado el que ha preguntado a Trapero por la reunión del día 28 con el Govern para "depurar los hechos" invocando nuevamente la Ley de Enjuiciamiento Judicial en una de sus clases de derecho procesal a las que ya ha acostumbrado a la Sala.