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Juicio 'procés'

Los testigos de Junqueras describen protestas pacíficas y ven los actos violentos del 1-O como algo "marginal"

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Los testigos propuestos por Junqueras describen protestas "pacíficas" y de "ambiente festivo"

"El acto de mayor hostilidad que yo presencié [en la protesta ante Economía] fue un chico de 18 años que lanzó una botella de agua de plástico vacía a la fachada y se tuvo que marchar de allí de la reprimenda que recibió de los presentes". La frase del diputado de ERC en el Parlament Jordi Orobitg resume la tónica general de los testigos citados a declarar este jueves en el juicio del 'procés' a propuesta de la defensa del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y el exconseller Raül Romeva. Todos ellos han descrito un ambiente "festivo" y "absolutamente pacífico" en las protestas que se produjeron en Cataluña desde el 20-S al 1-O. Nada que ver con el "periodo insurreccional" que describieron los guardias civiles y policías nacionales en sus declaraciones a propuesta de las acusaciones.

El único que ha reconocido que el día del referéndum del 1-O hubo personas que pudieron insultar, amenazar o golpear a los agentes ha sido el exdiputado de la CUP David Fernández que ha negado que estas actuaciones tuvieran un carácter general y mayoritario. Al contrario, fueron -ha sostenido- algo "marginal, puntual, contingente, espontáneo" y "reactivo".

"No hay ni una sola estrategia de planificación violenta en ningún espacio soberanista en Cataluña que llamara a responder de esa manera. Al contrario, las llamadas permanentes eran a la acción pacífica", ha insistido Fernández en contra de la tesis de la Fiscalía, que sostiene que la violencia se usó como una herramienta más para presionar al Estado y lograr la independencia.

El exdiputado de la CUP David Fernández asegura que los actos violentos del 1-O fueron algo "puntual" y "marginal"

El exdiputado de la CUP, que ha respondido a las preguntas de la acusación popular ejercida por Vox "por imperativo legal" ante el temor que si no lo hacía el resto de su declaración no valiera, ha declarado ante el tribunal que él desobedeció al Tribunal Constitucional el 1-O "a conciencia" y en ese sentido ha añadido que, si la autodeterminación es un delito, "se declara culpable y reincidente" porque ya votó también en la consulta del 9-N de 2014.

El diputado de ERC Rubén Wagensberg también ha insistido en que el 1-O fue una protesta "100% pacífica" y la ha calificado, como ya hizo Jordi Cuixart en su declaración como acusado, como "el acto de desobediencia civil más importante de Europa en los últimos años".

Por el Supremo han pasado también otros políticos de ERC como el senador Bernat Picornell, Silvia Sabat, Lluís Juncá, Joaquin Ayats oTeresa Vallverdú. Todos ellos han coincidido en que el ambiente frente a Economía fue "tranquilo" y "festivo". Ninguno vio agresiones ni el destrozo de los coches de la Guardia Civil ese día, solo que estaban cubiertos de adhesivos.

Y el 'Junquerismo' hizo acto de presencia en el Supremo

La defensa de Oriol Junqueras y Raül Romeva han llamado también a declarar este jueves a testigos que apoyan la llamada teoría del 'Junquerismo', un término acuñado por el entorno del exvicepresidente catalán para argumentar que la apuesta fue siempre pacífica. La primera de ellas ha sido la alcaldesa de ERC de Sant Vicenç dels Horts, Mayte Aymerich, que ha subrayado que el exvicepresidente solo contemplaba lograr la independencia "por la vía del diálogo" y que siempre dijo que "nunca estaría en un proyecto político que contemplara la violencia".

En este sentido, la testigo ha señalado que Junqueras veía el 1-O como "el mandato democrático necesario para iniciar el diálogo". Ese día, ha relatado, Junqueras no pudo votar en el centro más cercano a su casa porque los Mossos d'Esquadra "impedían el acceso". Tras votar en otro regresó al primero para dirigirse a la gente y pedir "calma y serenidad".

La alcaldesa de Sant Vicenç dels Horts declara que los Mossos impidieron a Junqueras votar en un primer colegio

Por el Supremo han pasado también dos testigos que trabajaron con el exconseller Raül Romeva en distintos momentos de su vida profesional y política: el exdirector del Centro Unesco de Cataluña Félix Martí y el director de la FundiPou, Jordi Armadans. Ambos han destacado que "nunca" vieron al acusado desviarse de su apuesta por la cultura de la paz y por las vías pacíficas para la resolución de conflictos. "Siempre ha sido coherente con esta orientación que ha aplicado a diversas etapas de su vida", ha destacado Martí.

Armadans, por su parte, ha destacado que Romeva "siempre ha estado convencido de que la violencia nunca es un mecanismo aceptable" para conseguir ningún objetivo y que "cualquier conflicto debe ser resuelto por la negociación".

Miembros del patronato del Diplocat destacan su "pluralidad"

Ante el Supremo han declarado también este jueves cuatro testigos que formaron parte del patronato de Diplocat a propuesta de la defensa de Junqueras y Romeva: el catedrático de ciencia política Jacinto Jordana; el abogado Antonio Millet, que formó parte como representante de las cajas; Daniel García, que estuvo hasta 2016 en representación de UGT; y el teniente de alcalde de Barcelona Gerardo Pisarello.

Los cuatro han destacado la "pluralidad" ideológica de este consorcio y han negado que fuera el "brazo de la Generalitat" para promover el procés a nivel internacional.

Por último, han declarado también dos catedráticos que participaron en la redacción del llamado Libro Blanco del Consejo Asesor para la Transición Nacional: Enoch Alberti y Joan Vintró. Ambos han negado que este Libro Blanco fuera una hoja de ruta. "En absoluto es un documento de estrategia política, es un documento académico que hacía un análisis jurídico e hipótesis de escenarios", ha comentado Vintró.

Preguntados expresamente por la mención a la movilización social que hace este documento y que la Fiscalía recoge en su escrito de acusación -"el apoyo de la sociedad civil movilizada podría constituir igualmente un factor decisivo para este objetivo [forzar la negociación con el Estado]-, Alberti ha respondido que esta movilización "debía ser siempre de carácter pacífico, ordenado y civilizado" como lo habían sido hasta entonces [2014] las protestas independentistas.

Precisamente las disertaciones de este último catedrático sobre el derecho de autodeterminación han provocado que el presidente de la Sala Penal, Manuel Marchena, calificara de "insulto" que el testigo estuviera dando una "lección" al tribunal sobre el derecho de autodeterminación a partir del interrogatorio de las defensas.

Marchena considera un "insulto" al tribunal que la declaración de un testigo se convierta en una "lección sobre autodeterminación"