Boya discutió con Sànchez porque él estaba "convencidísimo" de desconvocar la protesta ante Economía y la CUP no
- La exdiputada de la CUP asegura que pusieron como "condición" a 'los Jordis' convocar a la gente al día siguiente
- Explica que subió a uno de los vehículos porque era un "buen atril" para recordar que la protesta debía ser pacífica
La presidenta del grupo de la CUP en el Parlament cuando se celebró el referéndum del 1-O, Mireia Boya, ha asegurado este lunes que el entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, estaba "convencidísimo" de desconvocar la protesta frente a la Consellería de Economía y Hacienda el 20S ya por la noche como lo estaba también el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart. De hecho, ha explicado que discutió con el primero de ellos porque su partido no estaba de acuerdo con decirle a la gente que se fuera a su casa porque consideraba que ellas no eran "nadie" para pedirle eso a los ciudadanos que "estaban ejerciendo libremente su derecho a manifestarse".
"Tuvimos un pequeño intercambio de palabras con tono más subido porque yo no estaba de acuerdo", ha subrayado Boya, quien ha asegurado que fueron ella y la otra exdiputada de la CUP presente, Eulalia Reguan, las que pusieron como "condición" para apoyar la desconvocatoria que estaban planteando 'los Jordis', que se diera a los presentes una "alternativa" para que la gente pudiera seguir protestando al día siguiente fijando para ello "una hora y un lugar exacto", como así se hizo finalmente al llamar a concentrarse frente al TSJ de Cataluña el 21 de septiembre de 2017.
Mientras Mireia Boya explica esto al tribunal en la cara de Sànchez se dibuja una sonrisa, nada que ver con el gesto serio que le dejó la semana pasada la declaración del responsable de los antidisturbios de los Mossos, que reveló que el acusado les espetó un "largaos de aquí" cuando llegaron a la Consellería de Economía, aunque luego el testigo insistió en que esta actitud inicial "altiva, prepotente y muy complicada" del líder independentista cambió y colaboró con ellos.
Boya, que ha negado que el objetivo de las protestas de ese día fuera impedir la actuación judicial, se suma así a la ya larga lista de testigos que van describiendo cómo fue -desde su punto de vista- la actitud del presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) el 20S frente a Economía. Desde los tenientes de la Guardia Civil responsables del registro que aseguraron que Sànchez llevó siempre la "voz cantante" mientras los Mossos "acataban", a su juicio, lo que él decía, hasta los mediadores de este último cuerpo policial que destacaron su "colaboración" en todo momento.
Un relato que exculpa a 'los Jordis'
Después de que el exdiputado de Junts pel Sí y cantautor, Lluís Llach, dijera que la idea de que 'los Jordis' se supieran a uno de los vehículos de la Guardia Civil para desconvocar la manifestación fue suya, ahora la exdiputada de la CUP asegura que el llamamiento para seguir la protesta al día siguiente tampoco fue idea de los acusados, sino la "condición" que su partido puso para apoyar la desconvocatoria frente a Economía.
Boya ha dado otro detalle más -previo a la conversación sobre la desconvocatoria- que exculparía a 'los Jordis'. Según su testimonio, Sànchez y Cuixart les pidieron a Eulalia Reguan y a ella que se dirigieran a un "grupo de gente más joven que estaba protestando de una manera más entusiasta" para recordarles que la manifestación debía desarrollarse siempre de forma "no violenta" porque ellas "conectarían" mejor que ellos porque probablemente eran, incluso, votantes de la CUP.
Fue en ese momento, ha explicado Boya, cuando las dos decidieron subirse a uno de los vehículos de la Guardia Civil porque consideraron que era un "buen atril" para dirigirse a la "masa" ya que pensaron que necesitaban un lugar para que se las viera bien. La testigo ha reconocido que ella arrancó su intervención diciendo que a muchos de los presentes les gustaría estar subidos a los vehículos y que ella tenía la "suerte" de poder hacerlo, pero ha asegurado que lo comentó en "clave humorística" para "sacar la tensión del momento".
La testigo ha explicado que además de en la concentración frente a Economía ese día 20 de septiembre de 2019 estuvo en la sede de la CUP ante el "intento de asalto" de la Policía Nacional "sin orden judicial", lo que ha calificado de hecho "gravísimo en democracia".
Boya está procesada por desobediencia grave y será juzgada junto a los exmiembros de la Mesa del Parlament por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, después de que el Tribunal Supremo decidiera el pasado mes de diciembre no juzgarles junto a los doce líderes independentistas sentados en el banquillo actualmente. La Fiscalía y la Abogacía del Estado pide para ella multa de 30.000 euros y 16 meses de inhabilitación.
Por la Sala de Plenos del Supremo han pasado también este lunes, el hasta hace 15 días vicepresidente de Òmnium Cultural, Joan Vallvé, el secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros, y el tercer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, de Podemos. Los tres, al igual que Boya, han negado que el objetivo de las protestas del 20S fueran impedir la actuación judicial. Ros ha definido la movilización como la "respuesta pacífica, democrática y no violenta ante actuaciones judiciales" que consideraban "que no ayudaban al clima" en Cataluña.
La sesión de este lunes la han cerrado dos mujeres que formaron parte del cordón de voluntarios de la ANC frente a la Consellería de Economía y que han explicado cómo se les pidió rodear los coches, para lo que tuvieron que convencer, no sin dificultad, a los jóvenes que en ese momento de la noche estaban encima de ellos.
También han comparecido dos mujeres que formaron parte del cordón de voluntarios de la ANC