Los visitantes del Valle de los Caídos: "Es mejor dejar las cosas como están"
- Entre las razones por las que se visita, el interés histórico o la "despedida al caudillo" ante la decisión gubernamental de exhumarlo
- En el primer trimestre de 2019, el recinto recibió 81.284 visitantes, un 74% más que en el mismo período del año pasado
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Por turismo, por interés histórico o por despedirse del "caudillo". Esas son algunas de las razones por las que en estos días se visita El Valle de los Caídos, un lugar que buena parte de sus visitantes dejaría "como está", con la tumba del dictador Francisco Franco bajo la gran cruz de 150 metros de altura, ante la polémica suscitada por su posible exhumación impulsada por el Gobierno.
A lo largo de una mañana en la que el sol radiaba con intensidad el Valle y sus kilos de hormigón armado, RTVE.es ha charlado con algunos de los que se desplazan hasta allí, convencidos de que son muchos los motivos para hacerlo.
Desde que en agosto de 2018 el Gobierno de Pedro Sánchez decidió exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos, las visitas al conjunto monumental no han parado de crecer. En el primer trimestre de 2019, recibió 81.284 visitantes, un 74% más que el año anterior.
Consideran que deberían visitarlo todos los españoles
“Es historia de España. Para unos bien, para otros mal, pero es historia de España y es nuestra historia”, comenta en la explanada principal del recinto una mujer que se disponía a entrar en la Basílica de la Santa Cruz junto a su madre, quien suscribe una a una las opiniones de su hija.
Como en sus palabras, en las de la mayoría de los encuestados reluce un sentimiento de patriotismo que habla del mausoleo del Valle de Cuelgamuros -ubicado en el termino municipal de San Lorenzo de El Escorial- como una construcción clave en la historia nacional que, consideran, "debería" ser conocida por todos españoles.
Además de este perfil de visitante, interesado en conocer un espacio que fue concebido por el dictador con el objetivo de enterrar a aquellos que cayeron luchando en su "gloriosa cruzada", es fácil encontrar algún grupo de turistas procedentes de otros países. Como ejemplo, varios miembros de una familia chilena que estando de visita en Madrid habían llegado al terreno guiados por sus familiares, pero sin conocer de antemano la historia del lugar. “Solo nos han dicho que es un lugar muy bonito”, apuntan.
También sin haber indagado en los orígenes del templo llegaba hasta él una chica argentina que había decidido visitarlo por recomendación de una agencia de turismo.
Algunos acuden para "despedirse" de Franco
Sin embargo, la mayoría de los que suben en estos días a Cuelgamuros son conocedores de su historia y llegan con la intención de visitar la tumba de Franco, por si la decisión de exhumar sus restos de la cripta, explican, se consuma.
“Obviamente con el problema que está habiendo ahora mismo en España yo quiero saber qué pasa con el caudillo, que está ahí metido, así que habrá que despedirse”, dice riendo un joven visitante, que considera inadmisible que quieran quitar de allí, de "un monumento precioso", los restos de “un hombre que hizo cosas buenas y cosas malas, pero que no es un monstruo.”
En esa misma línea fluyen otros comentarios, como el de un hombre que, sin tapujos, asegura visitar el Valle únicamente "para ver la tumba de Franco", en parte como una muestra de rechazo a la decisión gubernamental de exhumar sus restos. Mientras él explica sus motivos, una joven pareja ondea al lado la bandera preconstitucional del Águila de San Juan.
Ellos no son los únicos visitantes que portan algún tipo de objeto simbólico durante su paseo por la gran explanada, que tiene una superficie de 30.600 metros cuadrados. Otro grupo opta por hacerse algunas fotografías con la bandera de la Cruz de Borgoña en las manos.
También hay quienes se desplazan hasta el Valle para depositar ramos de flores sobre las dos lápidas visibles en el interior de la basílica: "Llevo diez rosas, cinco para José Antonio (Primo de Rivera) y cinco para Franco", señala otro visitante.
Optan por "dejar las cosas como están"
Con la reforma de la Ley de Memoria Histórica, en el Valle de los Caídos solo pueden yacer "los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil", razón por la que el Gobierno quiere seguir adelante con una exhumación que, además, es vista como un primer paso para "resignificar" el Valle de los Caídos, labor en la que ni los partidos políticos ni los expertos se ponen de acuerdo.
Sobre este asunto, la mayoría de visitantes del Valle opina que la mejor solución es "dejar las cosas como están".
"Lo mejor es dejar el tema como está, que ya hace muchos años y no hay por qué mover a nadie", dice un visitante a la salida de la basílica excavada en la roca, en la que, según los registros oficiales, hay 33.833 víctimas de ambos bandos enterrados. De estos, 12.410 de ellos están sin identificar.
En la construcción de todo el recinto participaron miles de represaliados políticos junto a personal técnico, sometidos como peones a duras condiciones de trabajo, bajo las normas del Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo.
El Supremo decide paralizar de manera cautelar la exhumación
Este martes el Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad paralizar de manera cautelar la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, que el Gobierno tenía previsto llevar a cabo el próximo 10 de junio. Así, el Alto Tribunal ha aceptado la medida propuesta por la familia de Franco, que ha valorado la noticia como una "decisión ajustada a derecho".
El Ejecutivo ha anunciado que respetará la decisión del Supremo y esperará a su pronunciamiento final, "convencido" de que le será favorable y desestimará el recurso de la familia Franco.
El proceso de exhumación de Franco fue precisamente una de las promesas del presidente Pedro Sánchez tras su llegada a la Moncloa y comenzó el pasado 25 de agosto con la aprobación por parte del Consejo de Ministros de un Real Decreto Ley.
Desde entonces, el plan del PSOE ha seguido en marcha con PP, Ciudadanos y Vox en contra, que consideran que exhumar al dictador no es un asunto urgente y sólo serviría para dividir más a los españoles.
Por su parte, los familiares de las victimas del franquismo y las asociaciones en defensa de la memoria histórica han recibido con una sensación de "injusticia" la decisión del Supremo. Consideran, además, que el retraso podría contribuir a ralentizar el resto de exhumaciones pendientes en el Valle.