Charles Manson, el asesino que quería ser estrella del rock

El guionista David Domínguez y el dibujante Fabio Castro recrean su biografía
“Su fracaso en la música pudo ser la causa de lo que sucedió”, asegura David
En agosto se cumplirán 50 años de los asesinatos de Sharon Tate y las otras víctimas

26/06/2019 09:28 horas

Por JESÚS JIMÉNEZ

Fragmento de la portada de 'Charles Manson: Una biografía'

En agosto se cumplirán 50 años de los famosos asesinatos de la Familia Manson, incluyendo el de la actriz Sharon Tate, esposa del cineasta Roman Polanski, que estaba embarazada. Y el 15 de agosto se estrenará la nueva película de Quentin Tarantino: Érase una vez en Hollywood, que trata esos hechos. Pero aparte del asesinato de la actriz y otras seis personas, poco más sabemos sobre Manson. Por eso es tan interesante la novela gráfica Charles Manson. Una biografía (Random Cómics), del guionista David Domínguez y el dibujante Fabio Castro.

“Lo cierto -nos comenta David Domínguez-, es que a priori no era un personaje que me interesara especialmente. Todo parte de un encargo de la editorial. Es en ese primer momento, antes de aceptar el encargo, en el que empiezo a mirar algún documental y a leer por encima alguna biografía, en el que me empieza a interesar”.

“Sobre todo –añade-, empiezo a preguntarme ¿por qué Manson fue tan famoso y los medios le dieron tanta cobertura? Y, ¿cómo llega un criminal de poca monta hecho a sí mismo en prisión a montar una comuna-secta y a llegar a controlar a sus miembros hasta tal punto de ordenar asesinatos casi al azar? Esas fueron las preguntas que me movieron a aceptar y que aún me siguen interesando”.

El dibujante, Fabio Castro también compartía las reticencias de David: “En primera y última instancia me atrae dónde está la trampa, la grieta que lleva a una persona a cometer tales crímenes y cómo se convierte en figura mediática. Qué vivió esa persona que fue niño antes de ser hombre. Qué vivía la sociedad donde desarrolló su vida, qué parte de su "grieta" es no sólo suya, si no del sistema norteamericano, de la manera en que la humanidad se organiza y dispone. Algo falla si pasan cosas como estas. 50 años después, no es que hayamos mejorado mucho precisamente”.

“Realmente -añade-, yo no hubiera elegido dibujar esta historia. Fue un encargo. Como tal, siendo una historia tan cruda, tras preguntarme si era capaz de asumirlo, me pregunté si lo deseaba. Lo primero que pensé es "esto no me pega". Pero luego quise confiar en que de fondo, detrás del criminal que se pasa más de vida en prisión había un humano, alguien que merecía una aproximación que yo podía ofrecer como dibujante desde mi amabilidad y atención. Además, David lo hizo muy bien y su guion fue dando respuestas a mis preguntas. Hemos ido los dos a una en eso y creo que ha quedado un relato y un trabajo bastante honesto. O eso hemos procurado”.

Páginas de 'Charles Manson: Una Biografía'

Los asesinatos de Cielo Drive

El cómic parte de los asesinatos de Cielo Drive, el 9 de agosto de 1969, cuando la policía descubre los cuerpos sin vida de la actriz Sharon Tate y otras cuatro personas. Tate, que estaba estaba embarazada de ocho meses y medio, era la esposa del director Roman Polanski.

“En realidad no parto de los asesinatos –nos comenta David-. Es cierto que puede dar esa sensación, lo admito, pero creo que se trata sobre todo porque los usamos como referencia temporal constante (un poco por miedo a que el lector pudiera perderse con los saltos cronológicos)”.

“De muchas de las obras que he leído y consultado (con la notable excepción de la biografía escrita Jeff Guinn) vendríamos a ser de los que menos hablamos de ello –continúa-. Nuestro enfoque es sobre todo biográfico intentando (seguramente sin conseguirlo) dar respuesta a las preguntas que te comentaba antes”.

“De hecho –concluye el guionista-, yo diría que la prisión es el elemento vertebrador. Incluso antes de los asesinatos Tate, Manson ya había pasado más de la mitad de su vida en instituciones (reformatorios, prisiones) y era algo que nos interesaba mucho. No el “víctima de la sociedad”, que no es que no lo fuera, sino el “forjado en la prisión”. Un hombre que fue educado en prisiones tanto por sus compañeros como por el propio sistema”.

El rostro y la mirada del asesino

El rostro y la mirada de Charles Manson dicen mucho sobre él. Así lo ha comprobado Fabio al retratarlo para el cómic: “Lo dibujé a partir de fotos y vídeos en fase de bocetos y documentación. Me di cuenta de rasgos que lo definían, tengo anotaciones muy graciosas como "ceja derecha malvada y vengativa, ceja izquierda: bondad, dolor, piedad, incomprendido... Acabé definiendo lo que yo llamo "mis guías inteligentes" en su cara, un triángulo que me marcaba la distancia entre sus ojos y boca, otro triángulo tirando a rombo achatado en su nariz, el hoyuelo de la barbilla, las líneas que marcaban la parte frontal de su cráneo en la frente, etc…”

“Eso del hoyuelo es muy curioso –asegura el dibujante- porque tenían uno muy similar varios personajes de la historia, como Mary Brunner, la primera de sus "chicas" o Dennis Wilson. Otros rasgos que lo definían mucho era que tenía un caminar algo chapado, hombros pequeñitos, espalda estrecha, mucha frente, con el flequillo cayendo hacia su derecha, pómulos notorios también, cuello delgado, nuez marcada...”

La mirada también ha sido fundamental a la hora de retratarlo, según confiesa Fabio: “En su mirada había mucho blanco cuando hacía sus gestos cómicos. Sí, la mirada es físicamente un recurso que dominaba, con muchos registros. En algunas fotos tenía cara de pena, de misericordia, rollo Jesucisto... en otras más neutra. Y luego está lo que David llama como "Insane game", cuando hacía muecas. Hemos hablado de eso dos escenas en concreto del cómic. Podría decirse que eran una de sus "armas". Lo observé tanto que aprendí a imitarlo delante del espejo. Muchas de las muecas del cómic están hechas a partir de fotos de mí mismo imitándolo y desglosando su repertorio”.

Viñeta de 'Charles Manson: Una biografía'

Manson quiso ser una estrella del rock

Una de las cosas más interesantes del cómic es que nos descubre la faceta musical de Charles Manson . “Debo reconocer –asegura David- que antes de empezar a investigar desconocía totalmente la parte musical de la historia de Manson, tanto su relación con personalidades de la época como su genuino interés por la guitarra”.

“Respecto a cómo veo yo a Manson, sorry, pero preferiría que el cómic hablara en mi lugar-añade-. Odio leer por ahí explicaciones detalladas de lo que debería extraerse de las obras (yo lo llamo “Efecto 2001” porque Kubrick explicó toda la peli en diversas entrevistas)”

De hecho, si hubiera triunfado en la música, su historia podría haber sido muy diferente.“La faceta como músico de Manson es capital si queremos entender por qué hizo lo que hizo –afirma David-. En su última época en prisión antes del 69, diríamos que entre el 63 y el 67 Manson hace muchos esfuerzos por mejorar musicalmente e incluso su comportamiento en prisión mejora radicalmente para mantener los privilegios que le permiten seguir practicando (me hubiera gustado hablar más de ello en el cómic, apenas aparece esbozado). Y su objetivo de triunfar en la industria de la música lo verbalizo en innumerables ocasiones”.

“Desde luego –concluye-, su fracaso en la industria musical fue todo un mazazo y cronológicamente podría ser incluso la causa de lo que sucedió a continuación. Si hubiera tenido éxito… Es una buena pregunta, ¿verdad?

Charles Manson falleció en 2017, a los 83 años, después de pasar más de 50 años en la cárcel.

“Manson no se entiende sin la música”

Por cierto que, además de unas completas bibliografía y filmografía, el cómic también incluye una interesante selección de temas musicales porque según sus autores: “Manson no se entiende sin la música”.

“Eso es cosa de Luis López, el padre de mi amiga Ibone –nos comenta Fabio Castro-. Ella, a diferencia de mí, que he de reconocer que apenas tenía idea sobre quién era Manson, tenía el libro del fiscal que aún tengo pendiente de devolvérselo. Y quise contar con su padre también, que es un crack. Basurero en Bilbao, buena persona y un culto musical de la hostia. Le pedí, tras dar el "sí" al proyecto, que me hiciera una pequeña lista para inspirarme y se curró lo que podéis ver en las páginas finales del cómic. Podéis escuchar la lista en mi cuenta de spotify. Se llama "Charlie López". Con este trabajo he descubierto que hacer un cómic es mucho menos solitario de lo que parece”.

Dibujando a Manson

Destacar el trabajo de documentación de guionista y dibujante. Fabio ha sabido recrear la época a la perfección: “Me documenté mucho, aunque era un poco angustiante por el poco tiempo que me dieron para el proyecto. Por suerte había bastante información fotográfica en google y pinterest, pero no tanta como la que hay hoy en día con temas actuales, así que algunas escenas fueron más complicadas de recrear, como la primera, donde se muestra el escenario del crimen con la mayor fidelidad y rigurosidad que he podido. Creo que está muy lograda”.

También ha buscado inspiración en el cine: “He visto mucho cine. De hecho, no me bastó con las series y pelis de Netflix, si no que además me hice asiduo por el videoclub de mi barrio. Saqué más de 30 películas que me fueron inspirando de una manera u otra. La chica del videoclub era una crack y me hizo buenas aportaciones, incluso fue ella quien me recomendó la novela de "Las chicas" de Emma Cline. Leí también el libro del fiscal y algunas cosas sueltas que pillé de libros que no me acabé comprando. Había que ir acotando”.

Fabio nos ha comentado los cómics que le inspiran en su trabajo: “También leí muchos cómics que me inspiraran y transmitieran el tono truculento necesario que a mí me faltaba como dibujante, como el Dead Inside de Toni Fezjula. También pillé muchos recursos de cómics maestros como Blueberry, el Lucky Luke de Bonhomme, Gus de C. Blain, Intemperie de Javi Rey, La Luna al Revés de Blutch, Palos de Ciego del Irra... y unos cuantos más. Me he hecho más culto durante este trabajo. También la influencia de mis compañeros y maestros como Sagar, Manu Ripoll, Rafa Castañer y Gonzalo Elvira ha sido un aporte fundamental”.

“En alguna parte de la entrevista –añade Fabio- tenía que nombrar a Héctor Márquez. Él fue mi asistente en separación de colores y narrativa. Me ayudaba mucho con la documentación de escenas donde le pedía una mano con la fase de layout. Sin su ayuda el cómic no hubiera quedado tan interesante. Habría cometido muchos errores. Pero directamente, sin él no habría sido capaz de hacer esto. Me gusta ser muy meticuloso para algunas cosas. Me hacía carpetas de documentación por escenas y le ponía etiquetas de color a las imágenes que descargaba en función de la página. Se lo transmití a Héctor para las escenas donde me ayudó y lo hizo perfecto. Fue un gran refuerzo”.

“Pero luego mi inseguridad y autoexigencia me llevaban a sufrir demasiado y querer buscar demasiadas referencias. Al final no me quedaba más remedio que ser mucho más práctico. Quizás perdí mucho tiempo haciendo capturas de pantallas de pelis por ejemplo. Pero bueno, quiero pensar que es un ejercicio que expande mis registros también y que me acompaña a la hora de dibujar, aunque no tenga las imágenes por delante”

“Este trabajo –concluye-me ha servido para enseñarle al mundo lo que tengo que mostrar respecto al color. Así que quiero seguir evolucionando en ello. Quizás invirtiendo el proceso. Trabajando el color antes que la línea en mis futuros cómics. Y también expandiéndome a más formatos. Ya lo hago, pero ahora soy más consciente que antes".

El cuidado por los detalles

Aunque no lo parezca, este es el debut en la novela gráfica de Fabio. “No pensaba que fuera a hacer un cómic tan pronto, fue un poco de carambola. Lo que más había desarrollado estos años era el sketching, el dibujo en directo. Y lo que me decía hasta ahora la gente que veía mis dibujos es que tenían un estilo muy de cómic francés. Y yo respondía: "sí, es que he estudiado ilustración pero en la Joso, una escuela de cómics". Me veía haciendo cómics como mucho a los 50 o 60, es una profesión a la que le tenía mucho respeto. Y le tengo, de hecho ahora incluso más. Pero con este proyecto he visto que soy capaz y he conocido mejor mis autoexigencias, mi pereza y mis miedos, que me han llevado tantas veces a bloquearme y no avanzar. Ahora siento que he soltado bastante lastre. Me veo más ligero y tengo más claro que me encanta el dibujo y todo lo que ello abarca”.

También destaca su facilidad para cambiar de estilo, casi de una página a otra. "Eso ha sido una mezcla de supervivencia y de tratar a cada línea de tiempo de una manera -confiesa-. Al mismo tiempo he querido mostrar mi versatilidad, bueno, más que mostrarla, que también, era descubrirla, ver adónde me podían llevar las diferentes maneras que tengo de dibujar. Los capítulos de flashbacks los he tratado en acuarelas y la idea es que fueran en tonos sepia. Luego añadí matices de color para dar importancia a algunos elementos. Ahora, viendo lo colorido que ha quedado todo, quizás por contraste estos capítulos hubiera estado bien dejarlos en sepia completamente. Pero bueno, de todo se aprende. Lo que menos me gusta cómo ha quedado es lo poco que respira de márgenes, errores de principiante y de falta de comunicación entre imprenta, maquetador, editora y yo. Demasiados intermediarios quizás. Para el libro que se va a sacar en México hemos pulido algunas cosas. Las portadillas por ejemplo serán blancas”.

“En cuanto a los capítulos de línea temporal central he tratado que sean muy coloridos –continúa-. El color es una de mis fases favoritas. Es un tema en el que reflexiono con mi manera de observar desde que tengo uso de razón. Casi no me supone esfuerzo. Con el trabajo técnico de línea y otras cuestiones técnicas para dedicarme a esto si he necesitado escuela y maestros para coger destreza. Con el color también, pero menos. Creo que el talento no existe, que es un concepto inventado, pero sí creo que hay un componente de agilidad, que aligera el aprendizaje. Mi agilidad respecto al dibujo está más en esa fase diría".

“Aparte de estas dos líneas centrales –afirma el dibujante- ha habido dos o tres tipos de escenas a las que también he dotado de un tratamiento específico. Las entrevistas, que son básicamente retratos sacados de capturas de los vídeos de las entrevistas de Charles Manson que David decidió usar para describir episodios de la infancia del personaje y otras cuestiones. Aquí usé amarillos para encajar y acuarelas para dar volumen. La intención es que se asociaran a la línea de flashbacks. También he jugado con la forma de las pantallas, que van siendo fieles a la evolución de las pantallas de TV respecto a los años en los que se hicieron esas entrevistas. No sé si alguien se dará cuenta”.

“Luego está el capítulo de "Helter Skelter" que es muy importante y donde quise plasmar su teoría apocalíptica gráficamente para que se entendiera como una ida de olla y que también se denotara la presencia de las drogas. Al final hay un pantocrator inspirado del de Boi Taüll donde aparece Manson con The Beatles y donde también quise probarme con la tinta. Y finalmente, en la última escena, donde Manson ya algo mayor toca en una sala vacía de la cárcel he querido hacer un homenaje al vídeoclip "Going Nowhere" de Los Bravos, al ver que ponían música al trailer de Once Upon a Time in Hollywood” –concluye el dibujante-.

Sus proyectos

En cuanto a sus proyectos, el guionista nos avanza que: “Ahora mismo, con Jon Bilbao (el dibujante, no el novelista y también -y recientemente- guionista de cómics) estamos haciendo una historia de horror y aventuras para Norma Editorial, que espero que sea lo próximo que se publique. Curiosamente, aunque es por entero ficción (más nos vale a todos que sea así) juega con elementos biográficos de la vida de H.P Lovecraft y Robert E. Howard, que aunque intensos pen pals (amigos por correspondencia) nunca se conocieron en persona. Excepto en nuestra historia”.

“Y con Fabio Castro, tenemos el firme propósito de seguir trabajando juntos y ya estamos barajando algunas ideas. Nada que se pueda explicar aún” -concluye el guionista-.

En cuanto a Fabio, nos comenta que: “Después del cómic hice una especie de "vacaciones profesionales" trabajando de manera voluntaria (no remunerada) para Casa Virupa, en un crowfunding llamado Viveka (nos vendría de ayuda toda participación), cabañas de retiro para meditar en un lugar muy especial cerca del Pantano de Sau, Barcelona. Gracias que aprendí a meditar con ellos no me volví loco ni incendié nada durante este proyecto. Intenté convencer a alguno para que matara por mí, pero fracasé, se me da mejor dibujar que persuadir”.

“Ahora –continúa- estoy con varios encargos pequeños que están saneando por fin mi economía, en números rojos por asumir el cómic de Manson. Y estoy buscando hacer algún libro sobre Castellers (mi vena catalana) y lo que más ilusión del mundo me haría sería hacer cómics y lo que sea relacionadas con el flamenco (mi vena andaluza). Con David, como bien él indica, estamos ideando cositas. Ahora que ya hemos aprendido a entendernos, me encantaría que vinieran más proyectos de cómic con él”.